Después del enfrentamiento a balazos que dejó un saldo de siete personas muertas y cuatro heridas durante un baile por el Día de las Madres, elementos del Ejército y Policía Estatal resguardan la comunidad de Corral de Piedra, municipio de Leonardo Bravo, para evitar nuevos enfrentamientos entre los pobladores.
Las siete personas fallecidas durante el tiroteo del miércoles pasado fueron sepultadas por sus familiares en un ambiente tenso.
Con el paso de las horas la información de los hechos ha fluido.
Por ejemplo, la Fiscalía General del Estado (FGE) precisó que fueron cuatro los heridos en los hechos; ayer en los primeros reportes policiacos manejaron cinco.
También habitantes informaron que la agresión ocurrió en la cancha del pueblo, donde fue el baile.
Algunos familiares de las víctimas han optado por sacar de la comunidad a niños y mujeres, para evitar agresiones contra ellos en caso de que ocurran nuevos enfrentamientos a balazos, de acuerdo con datos recabados por Amapola, periodismo transgresor entre los mismos habitantes del pueblo.
El choque a tiros fue entre familiares de apellidos Nava, Alarcón, Cuenca y Maldonado, quienes desde hace tiempo tienen rencillas por la disputa de tierras en este ejido de la Sierra.
Algunos familiares que perdieron a un pariente en el tiroteo hacen un esfuerzo para que haya un pacto de no más agresiones.
Una de las versiones que contó uno de ellos es que primero inició una discusión, luego hubo una riña a golpes y después el enfrentamiento a balazos.
Esta comunidad está enclavada en la Sierra de la zona Centro de Guerrero, donde hay presencia del grupo del crimen organizado de Los Tlacos.
En dos videos que se difundieron en las redes sociales después de la balacera se escuchan los disparos de armas de fuego y se ve a la gente correr en la cancha deportiva para ponerse a salvo.
También a varias personas tiradas en el piso y a mujeres y niñas y niños que lloran; a la vez que hombre se pasea con un arma larga.
“Vente güey, allá que nos lleguen”, se escucha decir a ese hombre.
Versiones extraoficiales informaron que en el tiroteo se utilizaron armas de grueso calibre como AK-47.
“El Ejército y la Policía Estatal junto con la Fiscalía General del Estado tenían planeado realizar este viernes cateos en las casas, pero se suspendió porque no había condiciones”, contó una persona.
Los gobiernos federal y estatal ordenaron que las fuerzas federales y estatales permanezcan en el poblado.
La FGE informó que en las diligencias que realizó este jueves, los familiares se negaron a que los cadáveres de sus parientes fueran trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Chilpancingo para la realización de la necropsia de ley.
Reportó quiénes fueron las personas que murieron: Erick «N», Abel «N», Fernando «N», José «N», Fernando «N», Adán «N» y Aurelio «N».
También las personas heridas de bala: Isidro «N», Nicolás «N», José Alejandro «N» y María «N», quien es una señora de la tercera edad.
Los cuatro lesionados de bala están en el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo.
Los daños hasta el momento son incalculables.
Las imágenes satelitales muestran la escala de la destrucción en la ciudad portuaria de Derna, en Libia, después de que aguas torrenciales arrasaran puentes, calles y comunidades enteras, dejando miles de fallecidos y desaparecidos en el camino.
Las fuertes lluvias que trajo consigo la tormenta Daniel durante el fin de semana ocasionaron el colapso de dos represas sobre el río Wadi Derna, que recorre la ciudad y que, por lo general, tiene un caudal muy reducido. Los torrentes de agua y escombros dejaron una estela de devastación.
Una serie de puentes cruzaban el Wadi, conectando un área del puerto con la parte occidental de la ciudad.
Las aguas – descritas por un oficial como “un tsunami”- arrasaron los puentes al igual que bloques de edificios residenciales enteros (incluyendo complejos de varios pisos), edificios gubernamentales y una mezquita de gran tamaño.
En el barrio de Al-Eilwa, se reportaron inundaciones en el 96% de las casas.
Muchas de las propiedades construidas en las cercanías al río desaparecieron, solamente dejando visibles los cimientos de las construcciones.
Una carretera costera cercana al puerto cayó al mar.
La población de Derna contaba con una población de 200.000 personas antes de la tormenta.
El alcalde de la ciudad dijo que dado el número de barrios que resultaron completamente destruidos, pudieron haber muerto entre 18.000 y 20.000 personas.
Miles más están heridas o desaparecidas, mientras muchas quedaron sin dónde vivir.
Un análisis de Naciones Unidas muestra que más de 2.200 estructuras fueron expuestas a las aguas y que al menos seis puentes y el área del puerto habían sufrido graves daños.
Barrios afectados severamente como Al-Bilad y Al-Maghar a ambos lados del río, también albergaban los centros de salud que la gente de la ciudad usaba, según los analistas de desastres de Reach.
Los hogares que fueron construidos sobre el lecho seco del río en el lado de la represa que daba hacia el mar fueron los que recibieron la mayor fuerza del impacto del agua.
Hamad Shalawi, miembro del comité de desastres local, dijo que la ciudad había sido destruida en segundos y que familias enteras habían muerto.
“La geografía de la ciudad cambió completamente con la mitad de la ciudad barrida hacia el mar”, le dijo al servicio árabe de la BBC.
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