Un tribunal federal ordenó a un juez de control de Ciudad de México (CDMX) la liberación del fiscal de Morelos, Uriel Carmona, por la causa penal de encubrimiento por favorecimiento en el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda.
Pese a esto, Carmona seguirá en prisión preventiva ya que se le ejecutó una tercera orden de aprehensión, por la cual se le vinculó a proceso, por su presunta responsabilidad en el delito de feminicidio en calidad de “auxiliador”, informó la Fiscalía de Ciudad de México.
Actualmente, Carmona se encuentra en el penal del Altiplano luego de haber sido trasladado del Reclusorio Sur la noche del pasado 5 de septiembre.
La resolución fue emitida por los magistrados Elisa Álvarez y Reynaldo Manuel Reyes Rosas, integrantes del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, luego de analizar la propuesta del magistrado Carlos López Cruz para retirar la prisión preventiva justificada en el delito de encubrimiento por favorecimiento.
De acuerdo con los magistrados, la liberación del fiscal de Morelos por esta causa penal no contraviene disposiciones de orden público ni afecta al interés social.
Esta es la segunda ocasión que se ordena la liberación del Fiscal de Morelos, luego de que el pasado 1 de septiembre Carmona fuera detenido nuevamente tras haber sido liberado por la causa penal de obstrucción de la justicia en el mismo caso del feminicidio de Ariadna Fernanda.
De igual manera, este fin de semana Uriel Carmona y otro funcionario, identificado como Joel ‘N’, fueron vinculados a proceso y sujetos a la medida cautelar de prisión preventiva por ser presuntos responsables del delito de feminicidio en calidad de “auxiliador”.
Uriel Carmona, fiscal de Morelos, es acusado de retardo de justicia, encubrimiento por favorecimiento y feminicidio en calidad de “auxiliador” por el asesinato de Ariadna Fernanda en 2022.
Ariadna fue hallada muerta la tarde del miércoles 2 de noviembre de 2022 a un costado de la autopista La Pera-Cuautla, en Tepoztlán, Morelos. La última vez que se supo de ella fue el 30 de octubre.
De acuerdo con la Fiscalía de CDMX, en su momento Carmona brindó “información falsa y maliciosa” sobre el feminicidio de Ariadna Fernanda.
Ernestina Godoy, fiscal de la CDMX, afirmó que el exfiscal tenía conocimiento de las evidencias en la investigación y aún así decidió culpar a Ariadna de su propia muerte.
Hay una ira creciente por la poca ayuda que llega a las ciudades y pueblos de las montañas del Atlas.
El bebé de Khadija aún no tiene nombre y su primer hogar es una tienda de campaña junto a la carretera.
Nació minutos antes de que se produjera el mortífero terremoto del viernes por la noche en Marruecos.
Aunque Khadija y su hija salieron ilesas, el hospital de Marrakech donde se encontraban fue evacuado. Tras una rápida revisión, les pidieron que se marcharan apenas tres horas después del nacimiento.
“Nos dijeron que teníamos que irnos por miedo a las réplicas”, explicó.
El sismo de magnitud 6,8 sacudió el centro del país, con epicentro a 71 kilómetros de la turística Marrakech. Por ahora se cuentan más de 2.100 personas fallecidas en una decena de provincias y el número de heridos ha ascendido a más de 2.420. Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4,9.
Con su recién nacida en brazos, Khadija y su marido intentaron tomar un taxi a primera hora del sábado para ir a su casa de Taddart, en la cordillera del Atlas, a unos 65 kilómetros de Marrakech.
Pero de camino se encontraron con que las carreteras estaban bloqueadas por corrimientos de tierra y sólo llegaron hasta el pueblo de Asni, a unos 15 kilómetros de su destino final.
Desde entonces, la familia vive en una tienda de campaña básica que han logrado construir junto a la carretera principal.
“No he recibido ninguna ayuda ni asistencia de las autoridades”, nos dijo, sosteniendo a su bebé mientras se protegía del sol bajo un endeble trozo de lona.
“Pedimos mantas a algunas personas de este pueblo para tener algo con lo que taparnos. Sólo tenemos a Dios”.
Khadija nos contó que sólo tiene un conjunto de ropa para el bebé.
Amigos de su ciudad natal les han contado que su casa está muy dañada y no saben cuándo podrán tener un lugar adecuado donde alojarse.
Cerca del lugar donde Khadija acampa, la frustración crece a medida que pasan los días y apenas llega ayuda a los pueblos y aldeas de las zonas montañosas al sur de Marrakech.
En Asni, a solo 50 kilómetros de Marrakech, la gente dice que necesita ayuda urgente.
Un grupo de gente enfadada rodeó a un reportero local y le arrojaron sus frustraciones: “No tenemos comida, no tenemos pan ni verduras. No tenemos nada”.
El reportero, en el centro de la multitud, tuvo que ser escoltado y llevado lejos por la policía, mientras la gente aún lo seguía, desesperada e intentando desahogar su ira.
“Nadie ha venido a nosotros, no tenemos nada. Sólo tenemos a Dios y al rey”, dijo un hombre de la multitud que no quiso dar su nombre.
Desde el terremoto vive al margen de la carretera principal del pueblo con sus cuatro hijos. Su casa sigue en pie, pero todas las paredes están muy agrietadas y tienen demasiado miedo para quedarse allí.
Han conseguido volver y coger algunas mantas, lo único que ahora tienen para dormir.
En un momento, un camión pasó entre la multitud. Algunas personas intentaron hacerle señas, esperando desesperadamente que les dejara suministros. Pero el camión siguió su camino, seguido de abucheos.
Algunos dicen que han recibido tiendas de campaña de las autoridades, pero no hay suficientes para todos.
Cerca de allí está Mbarka, otra persona que vive en una tienda de campaña. Nos guió por las calles laterales hasta su casa, en la que ya no puede vivir.
“No tengo medios para reconstruir la casa. De momento, sólo nos ayuda la gente de la zona”, nos contó.
Vivía allí con sus dos hijas, su yerno y tres nietos.
Cuando su casa empezó a temblar, salieron corriendo y casi fueron alcanzados por el derrumbe de una casa mucho más grande que empezó a deslizarse colina abajo.
“Creemos que el gobierno ayudará, pero hay 120 pueblos en la zona”, dijo su yerno Abdelhadi.
Con tanta gente necesitada de ayuda, un gran número de personas tendrá que esperar más tiempo para recibir asistencia.