El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el derrame de petróleo en la Sonda de Campeche, en el Golfo de México, pese a que expertos de la UNAM estimaron que alcanza una extensión de 467 kilómetros.
“Fue una pequeña fuga”, fue lo que dijo el presidente AMLO al mencionar el tema de las dos fugas registradas en los campos petroleros de Ek Balam en la Sonda de Campeche, mismas que un grupo de organizaciones alertaron sería dos veces el tamaño de la ciudad de Guadalajara.
“Es lo que dice Pemex. Hay dos eventos muy lamentables, una pequeña fuga ya disuelta de aceite, mucho mucho mucho muy pequeña, nada que ver con lo que decía el Reforma y sigue diciendo, 467 kilómetros, o sea una exageración, un invento del Reforma”, dijo.
El presidente López Obrador aseguró que el derrame en la Sonda de Campeche provocado por las dos fugas ya se disolvió y que el tamaño reportado por los expertos de la UNAM son “exageración” de los medios de comunicación: “Pero es que no saben ya qué hacer los medios de manipulación”.
🔴Pese a que expertos de la UNAM, estimaron que el derrame de petróleo en el Golfo de México alcanza una extensión de 467 kilómetros, @lopezobrador_ minimizó el hecho, diciendo que se trata de "una pequeña fuga de aceite" y que se exageró desde los "medios de manipulación". pic.twitter.com/bNhoCqQXqe
— Animal Político (@Pajaropolitico) July 24, 2023
Luego que los expertos de la UNAM alertaron que, eventualmente, el derrame de petróleo de Ek Balam llegaría a las costas del Golfo, durante el fin de semana se comenzó a reportar la presencia de “chapopote” en playas de Tamaulipas.
En la playa Bagdad, uno de los principales destinos turísticos de Tamaulipas, los administradores informaron sobre la presencia, posiblemente, de petróleo crudo, que las corrientes marinas y los fuertes vientos han arrastrado desde zonas de plataformas de Pemex en las costas de Veracruz o Campeche.
Manlio Villar Martínez, gerente de la playa, dijo que a la orilla del mar han llegado pequeños trozos de “chapopote” que no ponen en riesgo a los turistas, pero sí a la fauna, como algunas aves y tortugas que quedan atrapadas o se lo comen.
Otra playa a la que podrían llegar estos restos es la Isla del Padre, un destino turístico en Texas.
El 17 de julio, organizaciones de la sociedad civil alertaron de un derrame de petróleo en el Golfo de México, que tendría dos veces el tamaño de la ciudad de Guadalajara y que además no había sido reportado por Pemex.
Imágenes satelitales procesadas por el geógrafo Guillermo Tamburini registraron el derrame que supuestamente habría iniciado alrededor del pasado 4 julio.
Un día después, Pemex reconoció que sí hubo un derrame de petróleo en un ducto de los campos Ek Balam, en la Sonda de Campeche, sin embargo, minimizó el impacto y aseguró que las versiones que mencionan una gran afectación “son una estimación de mala fe”.
A través de un comunicado, mencionaron que el volumen de hidrocarburos que “se fugó fue mínimo” y descartó que el incidente esté relacionado con la explosión ocurrida en la plataforma “Nohoch-A” el 5 de julio en donde murieron dos trabajadores.
La paraestatal detalló que “los dos puntos de fuga en el ducto fueron pequeñas fisuras de 7 cm de longitud por 1 mm de ancho y un poro de 1.2 cm de diámetro. Dado lo reducido de las grietas, el volumen de hidrocarburos que se fugó fue mínimo”.
Y que para “mancha de aceite de 400 km2 publicada en algunos medios de comunicación”, tendrían que haberse derramado más de millón y medio de barriles de petróleo pero que el área estimada afectada fue de 0.06 km2.
Días después, especialistas del Instituto de Geografía (IGg) y del Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (Lanot), de la UNAM estimaron que las dos fugas de Ek Balam en la Sonda de Campeche tienen una extensión de 467 kilómetros.
De acuerdo con los expertos, la corriente marina que arrastra el derrame de hidrocarburos podría dirigirse hacia el este-noreste y eventualmente recalará en las costas del Golfo, en Veracruz, Tamaulipas o Estados Unidos.