Home
>
Analisis
>
Autores
>
Lo que quiso decir
>
1976, en Chile
Lo que quiso decir
Lo que quiso decir
Rubén Aguilar Valenzuela: Socio fundador de Afan Consultores Internacionales, S.C. Doctor en Ciencias Sociales. Profesor... Continuar Leyendo
3 minutos de lectura

1976, en Chile

La película reseñada esta semana es una historia muy bien construida sobre la dictadura militar de Pinochet en Chile, con una gran dosis de suspenso. La directora recrea el ambiente de tensión que se vivía en la dictadura y del régimen policial que todo lo veía.
16 de septiembre, 2023
Por: Rubén Aguilar

La ópera prima de Manuela Martelli (Santiago, 1983) se llama 1976 (Chile, 2022) y la historia sucede en ese año, el tercero de la dictadura militar que encabeza el general Augusto Pinochet. Se inspira en vivencias de su abuela materna.

Carmen (Aline Kuppenheim) va de Santiago a la playa para supervisar los trabajos de remodelación de su casa, que debe estar lista para las vacaciones de invierno. En esa temporada la familia la utiliza con frecuencia. En uno de esos viajes, el padre Sánchez (Hugo Medina), sacerdote de la comunidad, que suele ver a la familia, le pide le ayude a cuidar a un joven, Elías (Nicolás Sepúlveda), que está herido y lo hospeda clandestinamente en la casa parroquial.

Ella se solidariza con el sacerdote y el joven, y se hace cargo de él. Le consigue las medicinas que necesita y lo cura de su herida. Se establece una relación de simpatía y respeto entre los dos. Sus mundos son muy distintos.

Carmen, mujer de clase media alta, se enfrenta a una situación que nunca imaginó. Su vida y la de su familia está al margen de la actividad política. Viven la dictadura como algo dado y no la cuestionan. Ahora se adentra a una realidad que antes la era ajena.

En medio de esa situación inédita se enfrenta al cuestionamiento personal y a sus valores éticos. Lo más fácil, también lo más cómodo, es dejar lo que ahora hace, pero asume el compromiso de sacar adelante a ese joven.

Tiene miedo, sabe que su actuación puede comprometer a su familia y que es un delito que la dictadura puede castigar, pero sigue con la tarea que se ha propuesto. Ella piensa que toma las medidas de seguridad para mantener el caso en secreto.

Una vez que la salud de Elías ha mejorado, se arriesga aún más y se moviliza para reconectarlo con sus camaradas de la guerrilla. En ese ir y venir, sin que ella se dé cuenta, es detectada por las fuerzas de seguridad, que ahora dan seguimiento a sus movimientos.

Es una historia muy bien construida, con una gran dosis de suspenso. La directora recrea el ambiente de tensión que se vivía en la dictadura y del régimen policial que todo lo veía. La acción del Gran Hermano.

La crítica especializada reconoce el trabajo de Martelli, que logra construir una historia creíble que da cuenta de la crisis espiritual de Carmen, y la evasión de la realidad en la que vivían las clases altas en tiempos de la dictadura.

Aline Kuppenheim (Barcelona, 1969) realiza una gran interpretación y sobre ella descansa la película. Logra imprimir todos los matices que requiere su personaje. Su actuación llama la atención.

La película ganó premios en el Festival Internacional de Atenas como Mejor dirección de Manuela Martelli; Festival de Cine de Jerusalén, Mejor debut internacional de Manuela Martelli; Festival de Cine de Londres y Premio Platino, Mejor Opera prima a Manuela Martinelli.

Y en el Festival Internacional de Cine de Tokyo, premio a Mejor actriz, para Aline Kuppenheim; Premios Caleuche, Mejor actriz y Mejor actor de reparto, para Nicolás Sepúlveda y en el Festival Internacional de Cine de Valdivia, Mejor largometraje chileno.

Cartel de la película 1976, de la directora Manuela Martelli, sobre la dictadura de Augusto Pinochet en Chile.

1976

Titulo original: 1976

Producción: Chile, 2022

Dirección: Manuela Martelli

Guion: Manuela Martelli y Alejandra Moffat

Fotografía: Yarará Rodríguez

Música: María Portugal

Actuación: Aline Kuppenheim; Nicolás Sepúlveda; Hugo Medina; Alejandro Goic;  Carmen Gloria Martínez; Antonia Zegers; Marcial Tagle; Amalia Kassai; Gabriel Urzúa; Luis Cerda; Ana Clara Delfino; Elena Delfino; Mauricio Pesutic y Francisco Ossa

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
La bebé que nació unos minutos antes del terremoto en Marruecos (y espera por ayuda en una carpa con su familia)
3 minutos de lectura

Hay una ira creciente por la poca ayuda que llega a las ciudades y pueblos de las montañas del Atlas.

11 de septiembre, 2023
Por: BBC News Mundo
0

El bebé de Khadija aún no tiene nombre y su primer hogar es una tienda de campaña junto a la carretera.

Nació minutos antes de que se produjera el mortífero terremoto del viernes por la noche en Marruecos.

Aunque Khadija y su hija salieron ilesas, el hospital de Marrakech donde se encontraban fue evacuado. Tras una rápida revisión, les pidieron que se marcharan apenas tres horas después del nacimiento.

“Nos dijeron que teníamos que irnos por miedo a las réplicas”, explicó.

El sismo de magnitud 6,8 sacudió el centro del país, con epicentro a 71 kilómetros de la turística Marrakech. Por ahora se cuentan más de 2.100 personas fallecidas en una decena de provincias y el número de heridos ha ascendido a más de 2.420. Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4,9.

Con su recién nacida en brazos, Khadija y su marido intentaron tomar un taxi a primera hora del sábado para ir a su casa de Taddart, en la cordillera del Atlas, a unos 65 kilómetros de Marrakech.

Pero de camino se encontraron con que las carreteras estaban bloqueadas por corrimientos de tierra y sólo llegaron hasta el pueblo de Asni, a unos 15 kilómetros de su destino final.

Desde entonces, la familia vive en una tienda de campaña básica que han logrado construir junto a la carretera principal.

Multitudes enojadas que esperaban ayuda rodearon a un periodista local en Asni.
BBC
Multitudes enojadas que esperaban ayuda rodearon a un periodista local en Asni.

“No he recibido ninguna ayuda ni asistencia de las autoridades”, nos dijo, sosteniendo a su bebé mientras se protegía del sol bajo un endeble trozo de lona.

“Pedimos mantas a algunas personas de este pueblo para tener algo con lo que taparnos. Sólo tenemos a Dios”.

Khadija nos contó que sólo tiene un conjunto de ropa para el bebé.

Amigos de su ciudad natal les han contado que su casa está muy dañada y no saben cuándo podrán tener un lugar adecuado donde alojarse.

Enfado creciente

Cerca del lugar donde Khadija acampa, la frustración crece a medida que pasan los días y apenas llega ayuda a los pueblos y aldeas de las zonas montañosas al sur de Marrakech.

En Asni, a solo 50 kilómetros de Marrakech, la gente dice que necesita ayuda urgente.

Un grupo de gente enfadada rodeó a un reportero local y le arrojaron sus frustraciones: “No tenemos comida, no tenemos pan ni verduras. No tenemos nada”.

El reportero, en el centro de la multitud, tuvo que ser escoltado y llevado lejos por la policía, mientras la gente aún lo seguía, desesperada e intentando desahogar su ira.

“Nadie ha venido a nosotros, no tenemos nada. Sólo tenemos a Dios y al rey”, dijo un hombre de la multitud que no quiso dar su nombre.

Desde el terremoto vive al margen de la carretera principal del pueblo con sus cuatro hijos. Su casa sigue en pie, pero todas las paredes están muy agrietadas y tienen demasiado miedo para quedarse allí.

Una mujer se para frente a una casa destruida.
BBC
La casa de Mbarka quedó destruida por el terremoto.

Han conseguido volver y coger algunas mantas, lo único que ahora tienen para dormir.

En un momento, un camión pasó entre la multitud. Algunas personas intentaron hacerle señas, esperando desesperadamente que les dejara suministros. Pero el camión siguió su camino, seguido de abucheos.

Algunos dicen que han recibido tiendas de campaña de las autoridades, pero no hay suficientes para todos.

Cerca de allí está Mbarka, otra persona que vive en una tienda de campaña. Nos guió por las calles laterales hasta su casa, en la que ya no puede vivir.

“No tengo medios para reconstruir la casa. De momento, sólo nos ayuda la gente de la zona”, nos contó.

Vivía allí con sus dos hijas, su yerno y tres nietos.

Cuando su casa empezó a temblar, salieron corriendo y casi fueron alcanzados por el derrumbe de una casa mucho más grande que empezó a deslizarse colina abajo.

“Creemos que el gobierno ayudará, pero hay 120 pueblos en la zona”, dijo su yerno Abdelhadi.

Con tanta gente necesitada de ayuda, un gran número de personas tendrá que esperar más tiempo para recibir asistencia.

Línea gris
BBC
Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...