¿Un futuro distópico o una digitalidad utópica del metaverso? ¿La inteligencia artificial supone un riesgo de “extinción para la humanidad” o es posible pensarla con perspectiva de derechos humanos? ¿Existe algún mecanismo de naturaleza internacional que permita regular el descontrolado espionaje en contra de periodistas y personas defensoras de derechos humanos? Estas y otras preguntas fueron las que surgieron en RightsCon Costa Rica 2023. Una de las conferencias más relevantes en el mundo sobre derechos humanos y tecnología que congrega a actores de sociedad civil, empresas, academia, comunidad técnica y gobiernos.
El programa se desarrolló durante cinco días y tuvo la participación de miles de personas de todos los rincones del planeta. Aunque desafortunadamente unas 300 personas de 64 países no pudieron asistir porque el gobierno de Costa Rica no les otorgó la visa.
Talleres, paneles, espacios de debate y reflexión permitieron abordar una decena de temáticas que cruzan a la tecnología y los derechos humanos. Acceso e inclusión; inteligencia artificial; gobernanza de contenidos y desinformación; Cibernormas y cifrado, protección de datos; seguridad digital para las comunidades, tecnología emergente, futuros, ficciones y creatividad; gobernanza, política y elecciones; privacidad y vigilancia, entre muchos otros.
Como parte de este esfuerzo de diálogo ampliado, Artículo 19 y el Rathenau Institute (RI) organizamos un taller que permitiera abordar, desde una perspectiva multisectorial, cómo sería un mundo donde las capas digitales se van instalando cada vez más en nuestras sociedades. Una invitación para reflexionar sobre el metaverso desde una mirada de derechos humanos. Es decir, sobre ese entorno en el que los mundos digital y físico se integran aún más.
Lo que buscamos fue generar una conversación que permitiera explorar los potenciales riesgos y las oportunidades en materia de derechos humanos. Un día antes, el 5 de junio, Apple presentó sus gafas de realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV), Apple Vision Pro. Con ello, la empresa de Cupertino no sólo se embarca en una aventura tecnológica en donde otros, como Microsoft, no parecen haber tenido mucho éxito. Sin embargo, la apuesta por el metaverso, aún con sus incertidumbres, y cuyo punto máximo de atracción se creó durante la pandemia con la apuesta de Meta, abre también un camino para reflexionar sobre sus implicaciones para la privacidad, la libertad de expresión y otros derechos humanos.
Hacia esa misma dirección apuntó el Instituto de Derechos Humanos (IIDH), que organizó por su parte el conversatorio “Derechos Humanos y el metaverso: pensando la agenda para proteger derechos humanos”. Ahí, las y los panelistas reflexionaron también sobre las implicaciones en materia de privacidad o como este desarrollo tecnológico podría seguir profundizando las brechas digitales en el mundo.
El Dr. Eduardo Bertoni, representante de la Oficina Regional para América del Sur del IIDH, apuntó a modo de conclusión que si bien puede tratarse de un desarrollo tecnológico que tardará tiempo en instalarse y que aún no se puede confirmar cuánta será su relevancia, resulta relevante generar una conversación sobre las implicaciones para el ejercicio de los derechos humanos.
Las tecnologías de vigilancia también fueron parte de una discusión de particular interés en RightsCon. Ante la oleada de casos de espionaje en el mundo en contra de periodistas y personas defensoras de derechos humanos, como los recientemente revelados en México en la investigación #EjércitoEspía, la Relatora Especial sobre la lucha contra el terrorismo y los derechos humanos, Fionnuala Ní Aoláin, presentó el reporte “Regulación mundial del comercio de contra el terrorismo: propuestas para un enfoque para un enfoque respetuoso con los derechos humanos”.
Con esta propuesta, la relatora abre una conversación importante sobre un marco regulatorio internacional que establezca mecanismos vinculantes para que ponga freno al poder corporativo y establezca, al mismo tiempo, que se discute una moratoria a la exportación de este tipo de tecnologías y si debería haber una prohibición total.
Finalmente, una discusión que continúa confrontando diversas posturas se dio alrededor de la propuesta de UNESCO para crear las “Guías para regular las plataformas digitales”. En febrero de 2023, Artículo 19 externó su preocupación sobre el segundo borrador que presentó y alertó sobre los riesgos que generaría para la libertad de expresión.
El debate continuó en RightsCon cuando en mayo más de cuarenta organizaciones civiles de Asia Pacífico urgieron a la UNESCO a pausar el proceso por considerar que la regulación local se utiliza habitualmente para controlar e intimidar a la ciudadanía. Lo que en la práctica, señalan en un comunicado, estas directrices se utilizarán para justificar una mayor regulación en lugar de una mejor regulación.
Ya sea sobre temas de Inteligencia Artificial, el incierto metaverso, la moderación de contenidos en plataformas digitales, o las tecnologías de vigilancia, RightsCon seguirá siendo un espacio de encuentro y debate sobre los desafíos tecnológicos desde un crisol de perspectivas que convergen y dialogan, poniendo en el centro, una perspectiva de derechos humanos.
* Vladimir Cortés es oficial del programa de Derechos Digitales para ARTICLE 19 México y Centroamérica.
Mamadou Safayou Barry, un guineano de 25 años, emprendió un viaje en bicicleta de más de 4.000 kilómetros para estudiar en la universidad de sus sueños.
La Universidad de sus sueños estaba a más de 4 mil kilómetros de su hogar y aún así Mamadou Safayou Barry decidió montarse en su bicicleta y atravesar 6 países para llegar hasta ella.
En mayo, partió de Guinea hacia el prestigioso centro Al-Azhar, situado en Egipto con la esperanza de ser aceptado.
En el camino de esta aventura, el joven de 25 años y padre de un niño, soportó un calor abrasador durante 4 meses y hasta fue detenido en uno de los países repletos de militantes islamistas o golpes de estado.
Pero valió la pena.
Cuando finalmente llegó a El Cairo recibió una beca por parte de la institución.
Estoy “muy, muy” feliz, le dijo a la BBC.
Agregó que pese a no poder pagar el curso de Estudios Islámicos en Al-Azhar, ni los vuelos a Egipto, la reputación de la universidad lo impulsó a arriesgarse en un viaje a través de Mali, Burkina Faso, Togo, Benin, Níger y Chad.
Al-Azhar es uno de los centros de aprendizaje islámico sunita más influyentes del mundo.
También es uno de los más antiguos. Fue fundado en el año 670 d.C.
Barry salió de su casa “en busca de conocimientos islámicos”, pero en Malí, Burkina Faso o Níger, los ataques de militantes islamistas contra civiles son frecuentes y los recientes golpes de estado han provocado inestabilidad política.
“Viajar por estos países es muy difícil porque no tienen seguridad en este momento”, dijo.
“Tienen muchos problemas y la gente está muy asustada. En Mali y Burkina Faso la gente me miraba como si fuera una amenaza. Veía a los militares por todas partes portando armas grandes y coches“, dijo Barry.
Dijo que fue arrestado y detenido tres veces sin una buena razón: dos en Burkina Faso y una en Togo.
Sin embargo, la suerte de Barry cambió cuando llegó a Chad.
Un periodista lo entrevistó y publicó su historia en internet, lo que llevó a algunos buenos samaritanos a financiarle un vuelo a Egipto.
Esto le evitó andar en bicicleta por Sudán, dónde algunas áreas son actualmente zonas de guerra.
El 5 de septiembre llegó finalmente a El Cairo.
Su determinación le valió una reunión con la decana de estudios islámicos, Nahla Elseidy.
Después de hablar con él, Elseidy le ofreció una plaza en el curso de Estudios Islámicos de Al-Azhar, con una beca completa.
La decana dijo en las redes sociales que la universidad estaba dispuesta a ofrecer sus conocimientos a estudiantes de todo el mundo
Y que esta filosofía “no sólo cubre a los estudiantes internacionales en Egipto sino que también se extiende más allá. Al-Azhar recibe estudiantes de todos los países, los cuida y les ofrece ayudas”.
Barry dijo que estaba “muy, muy feliz” de haber recibido la beca.
“No puedo expresar lo feliz que estoy. Le di gracias a Dios“, dijo.
Barry añadió que los problemas que se encontró durante su expedición quedaron olvidadas hace mucho tiempo y borrados por la alegría de poder convertirse en un becario de Al-Azhar.
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga la última versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.