México se reconoce constitucionalmente como un país pluricultural dada la diversidad de culturas que coexisten en su territorio. Ello obedece a las más de 23.2 millones de personas de tres años y más que se autoidentifican como indígenas, lo que equivale a 19.4 % de la población total, así como al 6.1 % de la población de 3 años y más hablantes de una lengua indígena, de acuerdo con el Censo 2020 del INEGI.
Sin embargo, este reconocimiento a la diversidad cultural a nivel constitucional y convencional, en la realidad desafortunadamente no va de la mano con el respeto a los derechos humanos de las personas, pueblos y comunidades indígenas.
Un ejemplo de ello es la falta de acceso que los pueblos y las comunidades indígenas han tenido respecto al derecho a la información, el cual plantea que las personas puedan acceder a información de interés en donde se vean afectados ya sea de manera positiva o negativa su bienestar, además de que para los pueblos indígenas esta información pueda estar disponible en sus lenguas y adecuadas a su cultura. Sin embargo, del reconocimiento a la práctica sigue existiendo una gran brecha, ya que este derecho a la información así como los demás derechos humanos son poco ejercidos para las personas, pueblos y comunidades indígenas, e incluso les son violentados.
Como cada 9 de agosto, se reconoce y se celebra la existencia de los pueblos indígenas en el mundo y lo mucho que aportan a la cultura. Pero en esta misma fecha los pueblos indígenas relatan las inconsistencias de las políticas públicas, las violaciones de sus derechos humanos, la desigualdad en la que ejercen sus derechos y el racismo del que siguen siendo objeto. Es el caso de las comunidades nahuas de la Sierra nororiental y norte de Puebla, quienes en la necesidad de acceder a la información, fortalecer su cosmovisión e impulsar los valores comunitarios como pueblo masewal desde su propia lengua materna, fundaron en el 2012 la Radio Tosepan Limakxtum, una radio comunitaria indígena que este año inició un proceso de defensa por su derecho a la autonomía y libre determinación.
El caso de defensa de la autonomía de la Radio Tosepan Limakxtum inició en el primer cuatrimestre del año 2022, ante una consulta realizada por la radio al Instituto Nacional Electoral, el cual expresaba que la radio había recibido diversas notificaciones relacionadas con la transmisión de mensajes de la autoridad electoral y de los diferentes partidos políticos en el medio comunitario. Ante ello, en junio del 2022, el representante legal de Tosepan manifestó que “Radio Tosepan Limakxtum, A. C, al ser una concesionaria social indígena, requiere un tratamiento específico respecto a las obligaciones que se le solicita asumir, que sea acorde a sus sistemas normativos y derechos”.
A pesar de diversas reuniones que se sostuvieron entre la Radio y diversas autoridades del INE, en “donde expusieron ampliamente las dificultades y violaciones a los derechos humanos y fundamentales de los pueblos y comunidades indígenas, que implicaría la transmisión de mensajes de partidos políticos y/o mensajes electorales no contextualizados a las cosmovisiones, sistemas normativos y usos y costumbres de estos pueblos y comunidades”, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) falló en contra de la Radio el 05 de julio de 2022, avalando la determinación de la autoridad electoral, resolución que atenta contra los derechos de autonomía, libre determinación y de comunicación de los Pueblos Indígenas, derecho que reconoce los mecanismos de toma de decisiones sobre sus formas específicas de organización social, entre ellas, la de informarse.
Precisamente, en virtud del 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, es importante preguntarnos: ¿los pueblos indígenas están realmente ejerciendo plenamente sus derechos? ¿Qué sucederá con el ejercicio autónomo de derecho a la información y libertad de expresión de los pueblos nahuas de la Sierra de Puebla? ¿Resulta más importante una acción de transmitir información de la que no se tiene interés, a un derecho que violenta una decisión comunitaria? ¿Hasta dónde los pueblos indígenas pueden ejercer la libre determinación y la autonomía? ¿Qué tendrían que celebrar el Estado y sus instituciones centralizadas y autónomas en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas? Frente a estas y más preguntas, hoy y todos los días las comunidades y pueblos indígenas muestran sus resistencias.
* Abigail Castellanos García es enlace de Transparencia Proactiva en Oaxaca, para ARTICLE 19 México y Centroamérica.
Los daños hasta el momento son incalculables.
Las imágenes satelitales muestran la escala de la destrucción en la ciudad portuaria de Derna, en Libia, después de que aguas torrenciales arrasaran puentes, calles y comunidades enteras, dejando miles de fallecidos y desaparecidos en el camino.
Las fuertes lluvias que trajo consigo la tormenta Daniel durante el fin de semana ocasionaron el colapso de dos represas sobre el río Wadi Derna, que recorre la ciudad y que, por lo general, tiene un caudal muy reducido. Los torrentes de agua y escombros dejaron una estela de devastación.
Una serie de puentes cruzaban el Wadi, conectando un área del puerto con la parte occidental de la ciudad.
Las aguas – descritas por un oficial como “un tsunami”- arrasaron los puentes al igual que bloques de edificios residenciales enteros (incluyendo complejos de varios pisos), edificios gubernamentales y una mezquita de gran tamaño.
En el barrio de Al-Eilwa, se reportaron inundaciones en el 96% de las casas.
Muchas de las propiedades construidas en las cercanías al río desaparecieron, solamente dejando visibles los cimientos de las construcciones.
Una carretera costera cercana al puerto cayó al mar.
La población de Derna contaba con una población de 200.000 personas antes de la tormenta.
El alcalde de la ciudad dijo que dado el número de barrios que resultaron completamente destruidos, pudieron haber muerto entre 18.000 y 20.000 personas.
Miles más están heridas o desaparecidas, mientras muchas quedaron sin dónde vivir.
Un análisis de Naciones Unidas muestra que más de 2.200 estructuras fueron expuestas a las aguas y que al menos seis puentes y el área del puerto habían sufrido graves daños.
Barrios afectados severamente como Al-Bilad y Al-Maghar a ambos lados del río, también albergaban los centros de salud que la gente de la ciudad usaba, según los analistas de desastres de Reach.
Los hogares que fueron construidos sobre el lecho seco del río en el lado de la represa que daba hacia el mar fueron los que recibieron la mayor fuerza del impacto del agua.
Hamad Shalawi, miembro del comité de desastres local, dijo que la ciudad había sido destruida en segundos y que familias enteras habían muerto.
“La geografía de la ciudad cambió completamente con la mitad de la ciudad barrida hacia el mar”, le dijo al servicio árabe de la BBC.
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