“A las mujeres se nos enseña que tenemos que ser delgadas y pequeñas. Que no debemos ocupar espacio. Que debemos ser vistas pero no escuchadas, y que si somos vistas, debemos resultar aceptables para la sociedad”, estas son las palabras de Roxanne Gray, escritora y profesora estadounidense. Esta historia que nos hacen creer desde pequeñas, tal como lo menciona Roxanne, tiene un costo económico alto. Más allá de la persecución de estándares de belleza, el mercado laboral penaliza los ingresos de las mujeres de acuerdo con el tamaño de su cuerpo.
El mundo tiende a criticar con frecuencia a los cuerpos gordos, pero nunca cuenta sus historias y mucho menos sus experiencias profesionales. ¿Somos intolerantes a los cuerpos que no se ajustan a las expectativas sociales? ¿Existen repercusiones económicas de tener un cuerpo diverso? ¿Por qué esto se acentúa para las mujeres?
Aunque el movimiento de aceptación corporal y lucha contra los estándares de belleza es cada vez más fuerte, no parece estar cambiando la economía, y su influencia afecta desproporcionadamente a las mujeres. ¿“Amar tu cuerpo” es suficiente? Pareciera que no. De acuerdo con The Economist, las mujeres gordas suelen recibir salarios inferiores en comparación con sus contrapartes más delgadas, pero paradójicamente entre los hombres gordos y delgados, la diferencia es mínima.
Es desalentador pensar que la economía nos premia por reducir el espacio que ocupan nuestros cuerpos. La industria de la belleza se beneficia enormemente de ello: solo en el año pasado la industria de las dietas en Estados Unidos generó 250 mil millones de dólares. La creencia de que tener un cuerpo delgado garantiza el éxito en realidad favorece a quienes lucran con estas historias interiorizadas.
Para una mujer, perder 30 kilos puede tener el mismo impacto en sus ingresos que obtener un título de maestría. Debido a este incentivo inalcanzable para la mayoría, las mujeres siguen reforzando la idea –consciente o inconscientemente– de que al ser más delgadas pueden ser económicamente más competitivas.
Entonces, ¿la delgadez es la clave del éxito profesional? No, pero es indirectamente mejor aceptada dentro de los espacios de trabajo. En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación del INEGI, 31% de las mujeres ha experimentado discriminación por su peso y estatura, en comparación con 24% de los hombres. Además, 12% de las mujeres encuestadas atribuyeron ser rechazadas en un proceso de contratación debido a su aspecto, mientras que esta proporción disminuye a 9% para los hombres.
Los discursos que no consideran todos los cuerpos también traspasan los niveles jerárquicos de las organizaciones. Numerosas investigaciones respaldan la afirmación de que las mujeres con cuerpos gordos son más propensas a ser relegadas a ocupaciones relacionadas con el sector de servicios y administrativo, enfrentando sanciones salariales de al menos 10% en comparación con sus pares más delgadas.
No se trata de convencernos de que los cuerpos gordos tienen algún defecto, se trata de entender que nunca lo tuvieron. Las mujeres, más allá de nuestra complexión o aspecto físico, tenemos que aspirar a ocupar espacios físicos y desempeñar roles cada vez más relevantes en la toma de decisiones. La talla de nuestros pantalones no debe sobreponerse ante nuestras habilidades y competencias en el mercado laboral.
El cambio exige intención y esfuerzo; por eso, es responsabilidad de los entornos de trabajo lograr que los estigmas alrededor de los cuerpos gordos dejen de ser una barrera en el mercado laboral, sobre todo para las mujeres. Se puede comenzar desde no comentar sobre los cuerpos ajenos hasta realizar procesos de reclutamiento ciegos o semiciegos para reducir al mínimo este sesgo. Cualquier cuerpo debería tener la oportunidad de contar historias de éxito profesional.
El fuerte terremoto, ocurrido este viernes, dejó escombros en las calles y la población está huyendo alarmada, por temor a posibles réplicas.
La noche del viernes, a las 11:11, se registró un terremoto en Marruecos con consecuencias devastadoras.
Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió el centro del país y por ahora se cuentan alrededor de 2.500 personas fallecidas en una decena de provincias, y el número de heridos ha ascendido a más de 2.420.
El epicentro se situó 71 kilómetros al sur de Marrakech, una ciudad muy turística y uno de los centros económicos de Marruecos, a una profundidad de 18,5 kilómetros, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4,9.
Se trata de uno de los mayores terremotos de la historia de Marruecos, al menos desde 1.900, según registra el USGS. El anterior con dimensiones similares fue el 24 de febrero de 2004, de magnitud 6,4.
El más mortífero se registró el 29 de febrero de 1960 en la ciduad de Agadir y aunque su magnitud fue de 5,8, dejó más de 12.000 víctimas.
El epicentro del terremoto estuvo en las montañas del Atlas, una zona escasamente poblada. Pueblos enteros de la zona quedaron arrasados y familias enteras atrapadas bajo los escombros.
Podrían pasar muchos días antes de que sepamos exactamente la magnitud de esta gran catástrofe.
Se han reportado grandes dificultades para llegar a esas aldeas remotas de las montañas del Atlas, señala Mohamed Taha, periodista del servicio árabe de la BBC.
“Podrían pasar días antes de que los rescatistas puedan acceder a esas comunidades, compuestas principalmente de edificaciones antiguas”.
A lo largo del fin de semana el ejército marroquí ha despejado una de las carreteras principales que conducen a las zonas más afectadas, lo que permite que llegue ayuda vital a la población.
Los hospitales de Marrakech han visto una afluencia de heridos y las autoridades han pedido a los residentes que donen sangre.
El rey de Marruecos Mohamed VI suspendió sus vacaciones en Francia y regresó a Rabat para presidir una reunión de emergencia del Gobierno y las fuerzas de seguridad.
El monarca fue informado de las medidas extraordinarias que se tomaron para hacer frente la emergencia, como “el reforzamiento de los medios y los equipos para acelerar las operaciones de salvamento y de evacuación de heridos”, el “aprovisionamiento en agua potable” y la distribución de “kits alimentarios, tiendas y mantas” a los siniestrados”.
Se decretaron 3 días de luto nacional.
Muchas de las víctimas se encontraban en las provincias y municipios de Al Haouz, Marrakech, Ouarzazate, Azilal, Chichaoua y Taroudant, en el centro y sur del país, dijeron previamente las autoridades.
Pero el terremoto no solo se ha sentido en Marruecos.
Tanto en el país vecino, Argelia, en la frontera este, como en las Islas Canarias, al frente de la costa de Marruecos, sintieron el temblor. También en algunas partes de Andalucía, concretamente en la zona occidental de la región del sur de España.
“Sentimos un violento temblor y me di cuenta de que era un terremoto. Vi los edificios moverse”, contó Abdelhak El Amranim, de 33 años y que vive en Marrakech, a la agencia AFP.
“Luego salí y había mucha gente allí. La gente estaba en estado de shock y pánico. Los niños lloraban y los padres estaban angustiados”.
Michael Bizet , un ciudadano francés con varias propiedades en el casco antiguo de Marrakech, le dijo a la agencia de noticias: “Pensé que mi cama se iba a volar. Salí a la calle medio desnudo e inmediatamente fui a ver mis riads (casas tradicionales marroquíes)”.
“Fue un caos total, una verdadera catástrofe, una locura”.
La periodista marroquí Aida Alami, quien creció en Marrakech y ha estado en contacto con sus padres, que se encuentran en esa ciudad, dice que el terremoto fue totalmente inesperado.
“No es un país donde la gente sabe qué hacer en caso de terremotos y simplemente salieron. Estaban realmente preocupados por las réplicas y no sabían qué hacer y nadie les decía qué hacer”, dijo a la BBC.
“Algunas de las imágenes impactantes que vimos esta mañana (son de) las antiguas murallas que rodean la ciudad vieja por las que han caminado todos los que han estado en Marrakech”.
“Y estamos viendo escombros y mucha destrucción en el interior. Estos son edificios muy antiguos, probablemente no estén construidos con la solidez suficiente”.
También hay informes de familias atrapadas bajo los escombros de sus casas y daños en partes de la Medina de Marrakech, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Los hospitales de la ciudad están atendiendo a los heridos y las autoridades han pedido a los residentes que donen sangre.
Los videos que llegan desde las zonas afectadas por el sismo muestran edificios colapsados y calles cubiertas de escombros.
Tras el terremoto los lugareños decidieron quedarse fuera de sus casas en la noche del sábado por si había réplicas.
El gobierno de la vecina Argelia, que rompió lazos con Marruecos hace dos años, informó que abriría su espacio aéreo para vuelos humanitarios a Marruecos,
España, por su parte, se ha ofrecido a enviar rescatistas, según dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en delcaraciones a periodistas durante la cumbre del G20 en India.
“España ha ofrecido a Marruecos, si lo considera necesario, tanto sus capacidades de rescate, que en estos momentos son las más importantes, como su capacidad de reconstrucción una vez pasado este momento. Lo importante ahora mismo es salvar el mayor número de vidas posibles”, apuntó.
El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su solidaridad con las víctimas del terremoto y afirmó que Estados Unidos estaba “dispuesto a proporcionar toda la ayuda necesaria”.
Por su parte, el primer ministro Rishi Sunak dijo que “el Reino Unido está dispuesto a apoyar a nuestros amigos marroquíes”, según escribió en la red social X.
“Mis pensamientos están con todos los afectados por el terrible terremoto que azotó anoche Marruecos”, añadió.
Y en China, el presidente Xi Jinping envió un “mensaje de condolencia” a Marruecos, según dicen los medios estatales.
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