Luisa Gutiérrez Ureña, diputada del PAN en la Ciudad de México, acusó un presunto encubrimiento de la Fiscalía capitalina en el caso del diputado Nazario Norberto Sánchez, de Morena, a quien la legisladora denunció por abuso sexual en 2021.
En un video publicado este 6 de julio, la diputada sostuvo que a más de año y medio de la agresión denunciada, su carpeta de investigación está guardada, por lo que denunció a la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, de encubrir al diputado.
“Este es un caso más del pacto Godoy, un pacto patriarcal. Lamentablemente en este caso yo soy la víctima de agresión sexual.El diputado Nazario Norberto Sánchez, del Grupo Parlamentario de Morena, abusó de mí sexualmente al interior del Pleno del Congreso de la Ciudad de México, frente a las cámaras”, dijo Gutiérrez Ureña, quien en diciembre de 2021 presentó la denuncia contra Norberto Sánchez por violencia sexual.
El diputado de morena @NazarioNorberto abusó de mí sexualmente en el pleno del @Congreso_CdMex
A pesar de todas las pruebas, la fiscal @ErnestinaGodoy_ pretende encubrir al diputado y no ejercer acción penal en su contra.
No permitiré que este agresor sexual pase a las filas… pic.twitter.com/39gDHFF9zx
— Luisa Gutierrez Ureña (@luisag_urena) July 6, 2023
Incluso, advirtió que la Fiscalía busca notificarle una no acción penal en el caso.
“Lamentablemente, Ernestina Godoy, quien coordinó en su momento a Nazario Norberto Sánchez como diputado de Morena en la legislatura pasada, tiene mi carpeta guardada”, sostuvo.
“Me entero, porque mi abogado es diligente y va constantemente a revisar la carpeta, que incluso ya me quieren notificar una no acción penal, a pesar de que existen pruebas de todo tipo”, afirmó.
La diputada del PAN dijo que hay testigos de la agresión sexual, que hay videos del Congreso capitalino, así como peritajes psicológicos y sociológicos en el caso.
Al respecto, Animal Político buscó a la Fiscalía de la Ciudad de México para consultar el avance de este caso y al momento no ha recibido respuesta.
Este martes, el Congreso de la Ciudad de México rechazó un punto de acuerdo para llamar a la fiscal Ernestina Godoy a dar un informe sobre los avances del caso, sin embargo, la propuesta fue rechazada por 10 votos en contra, ocho a favor y una abstención.
El legislador Nazario Norberto Sánchez votó en contra del punto de acuerdo.
La diputada del PAN Gabriela Salido, a nombre de la legisladora Luisa Gutiérrez Ureña, subió a tribuna a proponer el punto de acuerdo y aseguró que el Ministerio Público ha determinado que la carpeta de investigación “no tiene, por ahora, los elementos para solicitar a un juzgador el ejercicio de la acción penal”.
“Es lamentable que la determinación de la Fiscalía sea dar un carpetazo administrativo en perjuicio de la víctima de violencia sexual”, dijo la diputada quien también denunció que hubo diputadas y auxiliares burlándose del caso.
La diputada Luisa Gutiérrez Ureña advirtió que acudirá si es necesario ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para atender su caso.
“Este señor no solo es el agresor sexual, sino que evidentemente vota porque no haya justicia en un caso donde él es el delincuente. Nos vemos en la Corte, Nazario, ahí vas a ser el delincuente con todas las de la ley”, señaló.
Hay una ira creciente por la poca ayuda que llega a las ciudades y pueblos de las montañas del Atlas.
El bebé de Khadija aún no tiene nombre y su primer hogar es una tienda de campaña junto a la carretera.
Nació minutos antes de que se produjera el mortífero terremoto del viernes por la noche en Marruecos.
Aunque Khadija y su hija salieron ilesas, el hospital de Marrakech donde se encontraban fue evacuado. Tras una rápida revisión, les pidieron que se marcharan apenas tres horas después del nacimiento.
“Nos dijeron que teníamos que irnos por miedo a las réplicas”, explicó.
El sismo de magnitud 6,8 sacudió el centro del país, con epicentro a 71 kilómetros de la turística Marrakech. Por ahora se cuentan más de 2.100 personas fallecidas en una decena de provincias y el número de heridos ha ascendido a más de 2.420. Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4,9.
Con su recién nacida en brazos, Khadija y su marido intentaron tomar un taxi a primera hora del sábado para ir a su casa de Taddart, en la cordillera del Atlas, a unos 65 kilómetros de Marrakech.
Pero de camino se encontraron con que las carreteras estaban bloqueadas por corrimientos de tierra y sólo llegaron hasta el pueblo de Asni, a unos 15 kilómetros de su destino final.
Desde entonces, la familia vive en una tienda de campaña básica que han logrado construir junto a la carretera principal.
“No he recibido ninguna ayuda ni asistencia de las autoridades”, nos dijo, sosteniendo a su bebé mientras se protegía del sol bajo un endeble trozo de lona.
“Pedimos mantas a algunas personas de este pueblo para tener algo con lo que taparnos. Sólo tenemos a Dios”.
Khadija nos contó que sólo tiene un conjunto de ropa para el bebé.
Amigos de su ciudad natal les han contado que su casa está muy dañada y no saben cuándo podrán tener un lugar adecuado donde alojarse.
Cerca del lugar donde Khadija acampa, la frustración crece a medida que pasan los días y apenas llega ayuda a los pueblos y aldeas de las zonas montañosas al sur de Marrakech.
En Asni, a solo 50 kilómetros de Marrakech, la gente dice que necesita ayuda urgente.
Un grupo de gente enfadada rodeó a un reportero local y le arrojaron sus frustraciones: “No tenemos comida, no tenemos pan ni verduras. No tenemos nada”.
El reportero, en el centro de la multitud, tuvo que ser escoltado y llevado lejos por la policía, mientras la gente aún lo seguía, desesperada e intentando desahogar su ira.
“Nadie ha venido a nosotros, no tenemos nada. Sólo tenemos a Dios y al rey”, dijo un hombre de la multitud que no quiso dar su nombre.
Desde el terremoto vive al margen de la carretera principal del pueblo con sus cuatro hijos. Su casa sigue en pie, pero todas las paredes están muy agrietadas y tienen demasiado miedo para quedarse allí.
Han conseguido volver y coger algunas mantas, lo único que ahora tienen para dormir.
En un momento, un camión pasó entre la multitud. Algunas personas intentaron hacerle señas, esperando desesperadamente que les dejara suministros. Pero el camión siguió su camino, seguido de abucheos.
Algunos dicen que han recibido tiendas de campaña de las autoridades, pero no hay suficientes para todos.
Cerca de allí está Mbarka, otra persona que vive en una tienda de campaña. Nos guió por las calles laterales hasta su casa, en la que ya no puede vivir.
“No tengo medios para reconstruir la casa. De momento, sólo nos ayuda la gente de la zona”, nos contó.
Vivía allí con sus dos hijas, su yerno y tres nietos.
Cuando su casa empezó a temblar, salieron corriendo y casi fueron alcanzados por el derrumbe de una casa mucho más grande que empezó a deslizarse colina abajo.
“Creemos que el gobierno ayudará, pero hay 120 pueblos en la zona”, dijo su yerno Abdelhadi.
Con tanta gente necesitada de ayuda, un gran número de personas tendrá que esperar más tiempo para recibir asistencia.