Uno tras otro, separados por intervalos apenas suficientes para evitar encuentros indeseados, tres de los cuatro presidenciables de Morena, Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, acudieron este martes a la reunión plenaria de los senadores del partido.
El cuarto aspirante, Ricardo Monreal, no tuvo menos reflector. Por el contrario, al ser el coordinador de la bancada morenista en el Senado, fue el encargado de recibir y despedir a todos los invitados en la casona de Xicoténcatl, antigua sede de la Cámara alta.
Fue una mañana de ires y venires, de discursos y de guiños, en la que las prisas de los equipos de los presidenciables —y de algunos legisladores que llegaron tarde a la cita, como Rafael Espino de la Peña, Susana Harp y Citlalli Hernández— evocaban el contexto de fondo: la carrera por una candidatura rumbo a las elecciones de 2024.
Adán Augusto López, secretario de Gobernación, fue el primero en el orden del día. Después de llegar al edificio del Centro Histórico alrededor de las 9:00 horas, sostuvo un breve encuentro privado con Monreal, Alejandro Armenta, presidente del Senado, y Mario Delgado, dirigente nacional de Morena.
Tras algunos minutos y tomarse algunas fotos con Monreal, el funcionario caminó hacia el patio central del recinto, y rodeó sus cuatro costados para saludar uno por uno a senadoras y senadores antes de comenzar a hablar.
Más tarde, Sheinbaum y Ebrard repetirían el mismo protocolo: la llegada, los minutos a puerta cerrada con sus anfitriones, los saludos, los mensajes, los llamados a la “unidad”, las palabras para defender a la llamada “cuarta transformación”.
De todos, el secretario de Gobernación fue el más breve en su intervención. López habló por poco más de cinco minutos, en los que pidió seguir apoyando al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Quiero simple y sencillamente ratificar la instrucción que el presidente nos ha dado, que es estar cerca del Senado de la República, de nuestros legisladores. Este va a ser un periodo (de sesiones) de consolidación de lo que se ha hecho en los periodos anteriores”, dijo.
Pero más que el secretario, quien dio la nota en las primeras horas de la plenaria fue Mario Delgado, pues anunció que será en julio próximo cuando Morena dé a conocer la convocatoria para definir su candidatura presidencial a través de encuestas.
Dentro del recinto, el anuncio atrajo más atención sobre la carrera rumbo a 2024 y motivó preguntas hacia los aspirantes. Antes de irse, el secretario de Gobernación dijo que esperará hasta leer el documento para decidir cuándo eventualmente se separaría del cargo para meterse de lleno a la contienda por ser candidato.
Tras él, la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, llegó a la plenaria, donde defendió lo que considera los logros de su administración en la Ciudad de México. Luego de resaltar proyectos como el Trolebús Elevado de Iztapalapa y de rechazar que el Metro esté “abandonado”, Sheinbaum lanzó un llamado a la “unidad”.
“Lo único que puede afectar a nuestro movimiento es la falta de unidad, y eso es para todos y para todas. Y la unidad se construye a través de nuestra historia y a través de lo que nosotros queremos que siga ocurriendo en el país. Y todos queremos que siga la transformación de la vida pública de México, nadie de nosotros quiere que haya un paso atrás, y nadie de nosotros quiere que haya un paso a la derecha”, dijo.
Como si acusara de recibido, Monreal respondió inmediatamente después.
“Yo me quedo con sus palabras y las avalo y la coincidencia es plena. La unidad, la cohesión, son fundamentales”, señaló el senador, con quien Sheinbaum ha tenido diferencias públicas a lo largo de los últimos años.
Uno de esos diferendos ocurrió en 2017, precisamente en la competencia por otra candidatura, cuando ambos querían abanderar a Morena en las elecciones por la Jefatura de Gobierno. En ese entonces, Sheinbaum ganó la nominación y, tras algunas inconformidades y negociaciones, Monreal aceptó convertirse en candidato al Senado.
Ayer, quien cerró la plenaria de los senadores morenistas fue el canciller Marcelo Ebrard, quien durante 40 minutos expuso las principales acciones de este gobierno en política exterior y, al salir del recinto, dijo a periodistas que quienes aspiren a la candidatura presidencial de Morena deben separarse de sus cargos “en cuanto salga la convocatoria”.
Ebrard, quien busca la presidencia por segunda ocasión —tras un primer intento en 2012, cuando López Obrador terminó siendo el candidato del PRD—, fue recibido afuera de la casona de Xicoténcatl por un mariachi que cantó porras y un “¡Marcelo, Marcelo, ra, ra, ra!”. Después, se retiró del lugar pero no puso fin a su pasarela ante legisladores.
Por segundo día consecutivo, simpatizantes de @m_ebrard le llevaron mariachis. El lunes fue en la plenaria de Morena en @Mx_Diputados y hoy en la del partido en el @senadomexicano.
📹 @mau_torres pic.twitter.com/sTcLmrgRNC
— Animal Político (@Pajaropolitico) February 1, 2023
Por la tarde, mientras 51 senadores morenistas firmaban una carta para comprometerse a apoyar al aspirante que resulte electo, Ebrard, Sheinbaum y Monreal acudieron también a las plenarias de los diputados federales del PVEM y el PT, partidos aliados de Morena, en otra muestra de que ninguno de los presidenciables quiere bajar el ritmo en la carrera hacia 2024. Y por lo pronto, ya hay una fecha próxima para el banderazo de salida.