Mario Delgado desestimó un conflicto en el proceso para definir la candidatura presidencial de su partido, pese a los señalamientos de Marcelo Ebrard, sobre que se favorece la imagen de Claudia Sheinbaum.
El dirigente reconoció que en Morena recibieron una carta del equipo de Marcelo Ebrard con la denuncia y un reclamo al partido por omisión; sin embargo, justificó que no fue acompañada con ninguna prueba.
“La acusación es específica sobre la Secretaría del Bienestar. Pero, está claro que nosotros somos el partido político. La Secretaría del Bienestar está dentro del Poder Ejecutivo y su jefe es el presidente de la República. Y el presidente de la República ya dio respuesta a este señalamiento”, dijo en conferencia.
Delgado insistió que desde la dirigencia de su partido no darán ninguna justificación para que ocurra una división al interior de su partido.
“No, yo no veo ningún escenario de ruptura. Porque, aquí acabamos de repasar el proceso que vamos a tener en cuanto a la encuesta y será, muy claro, muy transparente (…) Damos todas las garantías a nuestra compañera y compañeros aspirantes que (la encuesta) va a ser absolutamente transparente y profesional, y que nada ni nadie se interpondrá en la decisión de la gente. (…) No hay ningún pendiente, por acá tenemos absolutamente todo blindado”, subrayó.
El pasado jueves 17 de agosto, Marcelo Ebrard denunció un uso del aparato oficial para favorecer a Claudia Sheinbaum en el proceso interno de Morena a través de la Secretaría del Bienestar.
Asimismo, diputados morenistas se sumaron a la denuncia de acarreo y desvío de recursos federales a favor de Sheinbaum
Por la tarde, la representante de Ebrard ante Morena, la senadora Martha Lucía Micher, acusó que dos de las cuatro empresas seleccionadas tenían señalamientos de favorecer a la exjefa de Gobierno.
Luego que Ricardo Monreal renunció a que una de sus propuestas permaneciera entre las elegidas, Morena dio cabida a una de las empresas de Marcelo Ebrard, además de la de Sheinbaum, Adán Augusto López y Manuel Velasco.
En días posteriores, Ebrad lanzó una campaña de contrastes entre Claudia Sheinbaum y él a través de publicaciones realizadas en sus redes sociales, con temas como seguridad, política internacional, salud, entre otros.
Este martes, Delgado argumentó que las diferencias y desencuentros son propios de una contienda real pero que no se justifica ninguna ruptura. Insistió que su proceso se va a llevar con transparencia y se va a vigilar a los representantes de los aspirantes.
A partir del 29 de agosto, el partido Morena —además de cuatro empresas— realizarán su encuesta y cuatro ejercicios espejo para definir su candidatura presidencial a través del levantamiento de 12 mil 500 cuestionarios en domicilios de todo el país.
Las muestras donde serán levantadas las encuestas no serán públicas y hasta el 27 de agosto se les darán a conocer a las empresas, quienes firmaron un acuerdo de confidencialidad.
Los aspirantes a la candidatura presidencial, añadió Delgado, deben acreditar a 350 personas que serán sus representantes y acompañarán a los funcionarios que realicen la encuesta.
Previamente, el viernes 25 y sábado 26 de agosto, estas personas recibirán una capacitación en Ciudad de México para que puedan acompañar en los recorridos, con reglas básicas como no interferir en el levantamiento, no repartir propaganda no registras números telefónicos.
El domingo 27 y lunes 28, añadió Mario Delgado, serán auditados los sistemas de la Comisión de Encuestas en presencia de las empresas seleccionadas y se van a correr las muestras para garantizar que sean representativas a nivel nacional.
“Es una muestra que se realiza bajo esquemas probabilísticos, cómo lo hacen las encuestadoras en el país en distintas etapas, con distintos estratos. Por ejemplo, la circunscripción, son cinco estratos; las entidades federativas son 32. Después el tipo de secciones que tenemos mixta, rural y urbana, también influyen en la determinación; el género y los rangos de edad.
El dirigente aseguró que la Comisión de Encuestas de su partido auditó a las empresas para certificar que tuvieran la capacidad tecnológica, el personal suficiente y la capacidad de levantar el número de cuestionarios.