Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República encarcelado por el caso Ayotzinapa, fue trasladado este viernes al Reclusorio Norte desde la Tore Médica de Tepepan a la que había sido llevado por motivos de salud la semana pasada.
Así, Murillo Karam fue llevado desde la madrugada de este viernes al Reclusorio Norte sin dar más explicación a la familia y sus abogados, de acuerdo con fuentes con conocimiento del caso.
El exprocurador fue ingresdado el viernes pasado al hospital Torre Médica de Tepepan luego que su defensa alertó sobre un presunto deterioro en su salud.
Su equipo legal insistió entonces en la necesidad de trasladarlo a un hospital para que se le brinde la atención necesaria.
La Torre Médica de Tepepan es un hospital donde son atendidos los detenitos en los penales de Ciudad de México y se ubica en la Alcaldía Tlalpan.
A una semana de estar en en Torre Médica, Murillo Karam ahora está de nueva cuenta en el penal para seguir su proceso legal.
En su estancia sólo se le aplicaron medicamentos para regular la presión arterial y no se le hicieron exámenes para determinar el origen de su padecimiento, detallaron las fuentes.
El 19 de agosto pasado, el exprocurador fue detenido afuera de su casa en Lomas de Chapultepec, acusado de los delitos de tortura, desaparición forzada y contra la administración de la justicia por el caso Ayotzinapa.
Al día siguiente, se llevó a cabo una audiencia en la que el juez Fuerte Tapia decidió imponerle prisión preventiva justificada y, días después, vincularlo a proceso al considerar que, de dejarlo en libertad, existía “un alto riesgo de fuga” dada la trascendencia de la investigación y el perfil del exfuncionario.
Con información de Alfredo Maza
Mamadou Safayou Barry, un guineano de 25 años, emprendió un viaje en bicicleta de más de 4.000 kilómetros para estudiar en la universidad de sus sueños.
La Universidad de sus sueños estaba a más de 4 mil kilómetros de su hogar y aún así Mamadou Safayou Barry decidió montarse en su bicicleta y atravesar 6 países para llegar hasta ella.
En mayo, partió de Guinea hacia el prestigioso centro Al-Azhar, situado en Egipto con la esperanza de ser aceptado.
En el camino de esta aventura, el joven de 25 años y padre de un niño, soportó un calor abrasador durante 4 meses y hasta fue detenido en uno de los países repletos de militantes islamistas o golpes de estado.
Pero valió la pena.
Cuando finalmente llegó a El Cairo recibió una beca por parte de la institución.
Estoy “muy, muy” feliz, le dijo a la BBC.
Agregó que pese a no poder pagar el curso de Estudios Islámicos en Al-Azhar, ni los vuelos a Egipto, la reputación de la universidad lo impulsó a arriesgarse en un viaje a través de Mali, Burkina Faso, Togo, Benin, Níger y Chad.
Al-Azhar es uno de los centros de aprendizaje islámico sunita más influyentes del mundo.
También es uno de los más antiguos. Fue fundado en el año 670 d.C.
Barry salió de su casa “en busca de conocimientos islámicos”, pero en Malí, Burkina Faso o Níger, los ataques de militantes islamistas contra civiles son frecuentes y los recientes golpes de estado han provocado inestabilidad política.
“Viajar por estos países es muy difícil porque no tienen seguridad en este momento”, dijo.
“Tienen muchos problemas y la gente está muy asustada. En Mali y Burkina Faso la gente me miraba como si fuera una amenaza. Veía a los militares por todas partes portando armas grandes y coches“, dijo Barry.
Dijo que fue arrestado y detenido tres veces sin una buena razón: dos en Burkina Faso y una en Togo.
Sin embargo, la suerte de Barry cambió cuando llegó a Chad.
Un periodista lo entrevistó y publicó su historia en internet, lo que llevó a algunos buenos samaritanos a financiarle un vuelo a Egipto.
Esto le evitó andar en bicicleta por Sudán, dónde algunas áreas son actualmente zonas de guerra.
El 5 de septiembre llegó finalmente a El Cairo.
Su determinación le valió una reunión con la decana de estudios islámicos, Nahla Elseidy.
Después de hablar con él, Elseidy le ofreció una plaza en el curso de Estudios Islámicos de Al-Azhar, con una beca completa.
La decana dijo en las redes sociales que la universidad estaba dispuesta a ofrecer sus conocimientos a estudiantes de todo el mundo
Y que esta filosofía “no sólo cubre a los estudiantes internacionales en Egipto sino que también se extiende más allá. Al-Azhar recibe estudiantes de todos los países, los cuida y les ofrece ayudas”.
Barry dijo que estaba “muy, muy feliz” de haber recibido la beca.
“No puedo expresar lo feliz que estoy. Le di gracias a Dios“, dijo.
Barry añadió que los problemas que se encontró durante su expedición quedaron olvidadas hace mucho tiempo y borrados por la alegría de poder convertirse en un becario de Al-Azhar.
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