Un juez de Tamaulipas volvió a aplazar la audiencia intermedia contra los 12 policías acusados de la masacre de Camargo en la que murieron 19 personas, de las que 17 eran migrantes centroamericanos. Fuentes jurídicas señalaron a Animal Político que la nueva audiencia tendrá lugar el próximo 3 de febrero.
En un principio, la cita estaba convocada para el 8 de diciembre de 2021, pero el juez la aplazó debido a que algunos de los abogados defensores no habían tenido acceso a algunos videos que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas (FGJT) considera que son pruebas de su responsabilidad en los hechos. En este caso el argumento fue el mismo, ya que uno de los abogados dijo no haber podido visualizar las imágenes.
Mientras el procedimiento sigue adelante, los 12 policías permanecen en prisión en Ciudad Victoria, Tamaulipas.
El aplazamiento se registra cuando se cumple un año de la masacre, que tuvo lugar el 22 de enero. En ella fueron asesinadas 19 personas, de las 17 son migrantes centroamericanos (16 guatemaltecos y uno salvadoreño) que estaban en tránsito hacia Estados Unidos.
Los cuerpos aparecieron calcinados junto a dos camionetas, una Chevrolet Silverado y otra Toyota Sequoya, que habían recibido 113 impactos de bala.
Dos semanas después del hallazgo de los restos y después de que los familiares de las víctimas alertas del ataque, 12 policías estatales fueron detenidos y vinculados a proceso
Los uniformados están señalados por los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad, falsedad en informes dados a una autoridad y delitos en el desempeño de funciones administrativas.
Actualmente hay dos investigaciones en marcha. Una, la dirigida por la FGJE de Tamaulipas contra los policías que siguen encarcelados. La segunda, en manos de la Fiscalía General de la República (FGR), que analiza una posible trama de tráfico de personas en la que estarían involucrados agentes del Instituto Nacional de Migración (INM). La camioneta Toyota Sequoya fue interceptada meses entes en un operativo contra presuntos coyotes en Escobedo, Nuevo León, y apareció posteriormente en una nueva operación para cruzar migrantes a Estados Unidos.
En el aniversario de los hechos, las familias se reunieron en Comitancillo, Guatemala, el municipio del que eran originarias la mayoría de víctimas. Ahí celebraron una misa en recuerdo a los difuntos y, posteriormente, se inauguró un mural que conmemora la tragedia. Posteriormente, las familias realizaron actos íntimos en cada uno de los domicilios.
Con motivo del aniversario de la masacre, diversas organizaciones emitieron un comunicado en el que denuncian la pasividad de las autoridades.
“365 días han pasado desde el hallazgo de dos vehículos con cuerpos calcinados en Camargo, Tamaulipas, sin que la Fiscalía General del Estado de Tamaulipas haya esclarecido cabalmente estos crímenes, pese a la detención e imputación de varios policías, y sin que la Fiscalía General de la República (FGR) haya actuado para desarticular las redes criminales detrás de estos hechos”, dice el comunicado, que viene firmado por la Fundación por la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y la Red Jesuita de Apoyo a Migrantes.
Hace un año, en Camargo, Tamaulipas, fueron asesinadas 19 personas, 16 migrantes de Guatemala.
Personas migrantes a las que la pobreza les obligó a dejar sus hogares y encontrar la muerte en el norte de México.
Para ellos y ellas ¡Justicia!#CamargoUnAñoSinJusticia pic.twitter.com/zyfLzAr2my— Fundación Justicia (@FJEDD) January 21, 2022
“365 días sin respuestas, sin saber el porqué de la tragedia, cómo ocurrió y quién la ordenó, qué otras autoridades y a qué niveles están involucrados, pero también sin que haya llegado la prometida reparación integral del daño”, dice el texto. Como informó Animal Político, las autoridades mexicanas llevan ignorando a las familias desde que los cuerpos fueron trasladados a Guatemala y no se han cumplido las promesas de apoyo económico y reparación del daño formuladas cuando se conoció la masacre.
Por su parte, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, a través de su presidente Raymundo Ramos, cuestionó que la investigación no llegue hasta el director del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) de la policía estatal, Arturo Félix Rodríguez Rodríguez. Nueve de los 12 policías detenidos forman parte de esta dependencia, por lo que Ramos lamentó que el oficial “siga sin ser imputado como autor intelectual”.
“Hoy el gobernador de Tamaulipas, el Fiscal General del Estado y el secretario de Seguridad deberían estar ofreciendo cuando menos una disculpa pública”, dijo el activista, que pidió a FGR y CNDH “rendir un informe de sus acciones realizadas en materia de investigación y atención a los familiares de las víctimas”.
Una investigación en Reino Unido reveló niveles alarmantes de acoso y agresión sexual en el ámbito quirúrgico, en medio de una cultura de silencio que ha permitido que se perpetúe este patrón de conducta.
Cirujanas en Reino Unido dicen que están siendo acosadas y agredidas sexualmente, y en algunos casos violadas por sus colegas, según reveló un análisis sobre el personal del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés).
La BBC conversó con mujeres que fueron agredidas sexualmente en el quirófano durante una cirugía.
Los autores del estudio señalan que hay un patrón de comportamiento en el que mujeres que están haciendo prácticas son abusadas por cirujanos de más experiencia, y esto está ocurriendo actualmente en hospitales del NHS.
El Colegio Real de Cirujanos dijo que los hallazgos de la investigación son “realmente impactantes”.
El acoso sexual, la agresión sexual y la violación son considerados un secreto a voces dentro del ámbito quirúrgico británico.
Existe una historia no contada de mujeres a las que toquetean bajo sus batas, cirujanos que secan el sudor de su frente en el pecho de mujeres y hombres con una erección que se frotan contra el personal femenino.
A algunas cirujanas les han ofrecido oportunidades laborales a cambio de sexo.
El análisis -de la Universidad de Exeter, la Universidad de Surrey y el Grupo de Trabajo sobre Conducta Sexual Inapropiada en el marco de la Cirugía- fue compartido en exclusiva con la BBC.
Cerca de dos tercios de las cirujanas que proporcionaron información a los investigadores dijeron que fueron blanco de acoso sexual, y un tercio reveló que fueron agredidas sexualmente por colegas en los últimos cinco años.
Las mujeres dicen que temen reportar estos incidentes por el impacto negativo que esto pueda tener en su carrera y no confían en que el NHS tome medidas.
Hay nerviosismo al hablar abiertamente sobre esto. Judith nos pidió que no incluyéramos su apellido. Ahora, ella es una cirujana talentosa y experimentada.
Judith fue agredida sexualmente al comienzo de su carrera cuando era la persona con menos poder en el quirófano y el cirujano más experimentado estaba transpirando.
“Él simplemente se dio vuelta y hundió su cabeza en mis senos, y yo me di cuenta de que se estaba secando la frente sobre mí”, explica.
“Te quedas helada, ¿sabes?, ‘¿qué hace su cara en mi escote?’”.
Cuando lo volvió a hacer, Judith le ofreció una toalla. “No, esto es mucho más divertido”, le respondió con una “expresión burlona”, dice Judith, que recuerda haberse sentido “sucia y humillada”.
Peor aún para ella fue el silencio total de sus compañeros.
“Incluso él no era la persona de más rango en el quirófano, pero sabía que ese comportamiento estaba bien y eso es simplemente terrible”.
Esto le sucedió a Judith en medio del quirófano, pero el acoso y abuso sexual ocurre también más allá del hospital.
Anne –no podemos revelar su nombre real por razones legales- quiso hablar con la BBC porque cree que solo se producirá un cambio cuando la gente empiece a hablar.
Ella elige no llamar violación a lo que le pasó, pero está claro que las relaciones sexuales que tuvieron lugar no fueron consentidas.
El incidente ocurrió durante un evento social vinculado a una conferencia médica (un encuentro de médicos de la misma especialidad).
En un patrón que ya es familiar, ella era una pasante y él un cirujano experimentado.
“Yo confiaba en él, lo admiraba”, dice.
Él aprovechó esa confianza y le dijo que ella no conocía a la otra gente que estaba allí y que podía confiar en él.
“Así que caminó conmigo hacia el lugar donde me estaba quedando. Yo pensé que quería conversar y luego, de repente, se giró hacia mí y tuvo sexo conmigo”.
Anne dice que en ese momento su cuerpo se congeló y “no podía frenarlo”.
“Eso no era lo que yo quería, nunca fue lo que quise, fue totalmente inesperado”.
Cuando Anne lo vio al día siguiente, dice que “apenas podía mantener la compostura”.
“Sentí que no podía armar un escándalo, sentí que había una cultura muy fuerte de simplemente aguantar lo que te hicieran”.
El incidente tuvo un impacto duradero en Anne.
Primero la dejó emocionalmente paralizada, y años más tarde “el recuerdo volvía a inundar mi mente como un horror, una pesadilla”, incluso cuando se estaba preparando para operar a un paciente.
Es ampliamente aceptado que hay una cultura de silencio en torno a este tipo de comportamientos.
La formación quirúrgica se basa en el aprendizaje de colegas de mayor nivel en el quirófano, y las mujeres nos han dicho que es riesgoso hablar sobre aquellos que tienen poder e influencia sobre el futuro de sus carreras.
La investigación, publicada por la Revista Británica de Cirugía, es el primer intento para tener una idea de la escala del problema.
Los cirujanos registrados –hombres y mujeres- fueron invitados a participar y responder de forma anónima, y 1.434 respondieron. La mitad fueron mujeres:
Si bien el informe muestra que los hombres también son víctimas de algunos de estos comportamientos (un 24% fue acosado sexualmente), concluye que cirujanos y cirujanas “viven realidades diferentes”.
“Es probable que nuestros hallazgos tengan un impacto en la confianza del público en la profesión”, señaló el doctor Christopher Begeny, de la Universidad de Exeter.
Entre tanto, un segundo reporte –llamado “Rompiendo el silencio: abordaje de la conducta sexual inapropiada en la atención médica”- hace recomendaciones sobre lo que tiene que cambiar.
Ambos informes indican que la proporción relativamente más baja de mujeres cirujanas (cerca del 28%), combinada con el hecho de que el ámbito de la cirugía es profundamente jerárquico, les da a algunos hombres un poder significativo, y esto se combina mal con el ambiente de gran presión que se vive en el quirófano.
“Esto hace que la gente puede comportarse con impunidad y no se controla mucho lo que pasa”, dice la profesora Carrie Newlands, cirujana de la Universidad de Surrey.
Newlands decidió abordar este comportamiento después de escuchar las experiencias de sus colegas con menos experiencia.
“El escenario más común es que una aprendiz de menos experiencia sea abusada por un perpetrador hombre de más experiencia, que por lo general es su supervisor”, le dijo a la BBC.
“Y esto da como resultado una cultura de silencio en donde las personas tienen miedo por su futuro y su carrera si deciden hablar”.
Otro tema que surgió del análisis fue la falta de confianza en organismos como el NHS Trust, el Consejo Médico General (que gestiona el registro de médicos en Reino Unido autorizados a ejercer) y los Colegios Reales (que representan a las especialidades en medicina) para tratar el problema.
“Necesitamos un cambio profundo en los procesos de investigación para que sean externos, independientes y confiables para que la atención sanitaria se convierta en un lugar seguro para trabajar”, señala Newlands.
Tim Mitchell, presidente del Colegio Real de Cirujanos de Inglaterra, le dijo a la BBC que los hallazgos de la investigación son “profundamente impactantes y serán una fuente de mucha vergüenza para la profesión de cirujano”.
En conversación con el programa Today de BBC Radio 4, reconoció que “queda claro que se trata de un problema común” que no ha sido abordado.
“Necesitamos implementar una cultura de tolerancia cero para garantizar que existen mecanismos que permitan a las personas afectadas sentirse seguras de que pueden acercarse, denunciar estos incidentes, y que serán tomadas en serio”, dijo.
La doctora Binta Sultan, de NHS Inglaterra, dijo que el informe es “increíblemente difícil de leer” y presenta “evidencia clara” de la necesidad de tomar más medidas para hacer que los hospitales sean “seguros para todos”.
“Ya estamos tomando medidas importantes para hacer esto, incluso a través de compromisos para brindar más apoyo y mecanismos claros de denuncia para aquellos que han sufrido acoso o han sido víctimas de comportamientos inapropiados”.
El Consejo Médico General actualizó el mes pasado sus estándares profesionales para los médicos.
Su direcctor ejecutivo, Charlie Massey, dice que “actuar de forma sexual con los pacientes o colegas es inaceptable” y que la “conducta inapropiada grave es incompatible” con seguir ejerciendo la medicina en el país.
¿Pero es el ámbito quirúrgico un lugar de trabajo seguro para las mujeres hoy día?
“No siempre. Y es terrible tener que admitirlo”, dice Judith.
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