A menos de una semana del regreso a clases el 28 de agosto, maestros trabajan a marchas forzadas para conocer los programas para el nuevo ciclo escolar, luego de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) publicara versiones distintas de aquellas con las que los docentes realizaron su planeación en consejos técnicos, y también luego de que les entregaran con poca anticipación los nuevos libros de texto.
Aunque la secretaria Leticia Ramírez dijo que los cambios en los programas publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF) fueron mínimos, en comparación con los documentos preliminares con los que se trabajó en los consejos técnicos del ciclo pasado, en las cinco fases que comprenden desde preescolar hasta educación secundaria hay 613 modificaciones, lo que afecta el trabajo administrativo de los profesores, quienes deberán adecuar sus actividades ya programadas.
“Hay muchísimos cambios al pasar a la Nueva Escuela Mexicana, que es un modelo muy distinto a como veníamos trabajando, además de que los programas sintéticos que salieron publicados en el DOF a nosotros como docentes nos mueven todo”, explica Jaime Mendoza, quien da clases de matemáticas en una secundaria de la Ciudad de México.
Mendoza reclama que los docentes han tenido que construir los programas de trabajo del siguiente año sin haber recibido capacitación —más allá de los materiales que fueron conociendo en versiones preliminares y los libros sin recetas de la SEP, que se discutieron en los consejos técnicos—, ni tuvieron un espacio formal de actualización guiada por especialistas.
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En la fase 6, que comprende los tres grados de secundaria, los profesores solo conocen los nuevos libros de texto en versiones digitales, y fueron informados de que recibirán los materiales físicos hasta octubre, un mes después de que inicien las clases, señala Mendoza.
“Nos han dado poco tiempo de revisar los materiales, pero aun así, en los que acaban de compartirnos encontramos errores, y pensamos que no debería ser posible, con todos los cambios que han hecho. Nosotros llevamos trabajando un año en consejos técnicos para entrar con la Nueva Escuela Mexicana, y estas modificaciones de último momento nos generan carga administrativa, porque al final de cuentas es trabajo extra, hacer revisiones fuera de horario laboral a lo que ya estaba hecho”, comenta.
El profesor indica que, mientras llegan físicamente los materiales de la SEP, el trabajo en el aula será de evaluación de los estudiantes, que permita generar diagnósticos sobre desde dónde partir con las lecciones. Esto usualmente les toma un mes, tiempo en que deberán “adecuar la planeación e ir haciendo ajustes, para poder elegir lo que nos va a funcionar y hacer una vinculación de estos aprendizajes con lo programado para el siguiente mes”.
Luego de que Mendoza se presentara en una de las conferencias de la SEP para cuestionar a la secretaria Ramírez sobre los cambios en los programas publicados en el DOF, la dependencia envió a los profesores del país los documentos que señalan las modificaciones, que inicialmente fueron calificadas de mínimas.
En la fase 2, de educación preescolar, el documento muestra 218 modificaciones, entre contenido que se eliminó, que cambió su redacción o que fue añadido. Maestras y maestros de este nivel educativo trabajarán estos cambios con los mismos libros de texto que usaron el ciclo pasado.
En las fases 3, 4 y 5, que comprenden los seis grados de primaria, los programas tuvieron 300 cambios, principalmente en el campo formativo de lenguajes. Para la fase 6, del nivel secundaria, fueron modificados 95 contenidos.
Según el documento Comparación entre el avance del contenido del programa sintético y anexo del acuerdo 08/08/23, estos cambios responden a “mejora de la redacción; incorporar de manera más clara el lenguaje incluyente; precisar su intención educativa y relevancia para el aprendizaje”.
Asimismo, “reducir la complejidad y evitar repeticiones; incorporar algunas nociones, y mantener coherencia interna entre ambos elementos curriculares; modificar imprecisiones que pudieran traducirse en errores conceptuales, y atender observaciones y propuestas de instituciones externas”.
Laura Frade, especialista en pensamiento complejo y pedagogía crítica, afirma que las modificaciones, así como la falta de capacitación a maestros y de claridad sobre las horas que los estudiantes tomarán por cada campo formativo —antes materias— complicarán el ciclo escolar para docentes y estudiantes, dado que el cambio de modelo educativo no ha tenido directrices claras, lo que la convertido la situación en una “crisis paradigmática”.
“Lo que tenemos aquí es una crisis paradigmática, el cambio es muy radical para los maestros, porque no solo cambian las capacidades a desarrollar en los niños, no solamente se agruparon asignaturas en campos formativos, sino que esto se plasma en libros de texto que tienen una estructura de matriz de tres entradas, en el aula, la escuela y la comunidad, sin claridad en cómo se va a evaluar a las niñas y niños”, agrega.
Según Frade, “ha habido una de cambios, que ha sido como un teléfono descompuesto gigante: sacan el marco curricular en unos términos que luego van modificando en varias ocasiones sobre la marcha, comienzan la producción de libros sin programas publicados; la SEP ha presentado esto como una planeación, pero no lo es, ha sido un proceso lleno de contradicciones, y cuando los maestros preguntan a las autoridades no saben qué contestar”.
“Los maestros han tenido que entrar a esto sin tener claro el modelo, y los han dejado solos, lo único que hubo fueron conferencias que no resuelven las dudas, con metas educativas confusas y cambiantes, sin horas lectivas, y sin saber qué va a evaluarse, ya que ahora se calificará el proceso sin identificar el resultado”, agrega.
Con ello, considera que el país entrará en un pilotaje de índole nacional “en el que no tenemos idea de los resultados, estos no son importantes en la lógica que ellos tienen, puesto que ahora todo es proceso, de esta manera no se especifica qué se espera alcanzar al final; desde mi punto de vista, habrá una crisis en el aprendizaje”.
Gerardo es director de una primaria pública en la CDMX y como segundo empleo da clases en una escuela privada. En su primer día del taller intensivo al que convocó la SEP previo al inicio de clases, señala a sus compañeros que con los programas publicados en el DOF y los libros de texto gratuito que ya tienen en sus manos inicia “un cambio total en nuestra forma de trabajar”.
“Los protagonistas vamos a ser los maestros, necesitamos estar de acuerdo con los padres de familia, hay que explicarles la propuesta y lo que significa la autonomía curricular, sobre todo porque entre la politización están confundidos y en algunos casos tienen miedo de lo que va a pasar con sus hijos”, dice.
Para el profesor Gerardo, el reto que tienen los maestros es el de lograr que estos cambios no generen consecuencias que afecten el desempeño académico de los estudiantes, así como conseguir que niñas y niños avancen a la par, “porque es un hecho que tenemos que entrarle al nuevo modelo, nos guste o no, pero esperamos que esto se haga de la mejor forma posible”.
En el caso de la primaria privada en la que también trabaja, explica que la dirección y los docentes llegaron al acuerdo de que trabajarán los contenidos de los nuevos programas publicados por la SEP apoyándose de los planes escolares pasados. Los niños que asistan a esta escuela tendrán como material de trabajo principal los libros que compran a una editorial, y utilizarán los libros de texto gratuitos para realizar algunos proyectos.
“Vamos a trabajar con los libros de texto porque así lo marca la ley, y como todas las escuelas estamos obligados a seguir las reglas, pero también nos estamos jugando el aprendizaje de toda una generación, por eso tenemos que hacer valer esa autonomía curricular y aprovechar todos los recursos que estén a nuestro alcance. Afortunadamente, tenemos de nuestro lado el dominio de nuestra labor”, dijo.
Sabemos que estar sentados durante muchas horas afecta la salud, pero ¿y estar parados?
En la vida moderna, muchos de nosotros nos pasamos la mayoría de las horas en las que estamos despiertos, sentados. Una revisión de las investigaciones existentes reiteran el impacto dañino de periodos prolongados de estar sentado sin pausa.
Muchos sitios de trabajo han adoptado escritorios ajustables, que te permiten sentarte o pararte al presionar un botón o una palanca, con el fin de evitar los efectos nocivos de estar sentados por tiempos prolongados.
Pero ¿es mejor estar parado?, ¿existen riesgos al estar demasiado tiempo de pie?
Aquí lo que dicen las investigaciones sobre los riesgos de permanecer demasiado tiempo de pie o sentado, y si realmente vale la pena invertir en -o deshacerse de- un escritorio ajustable.
Estudios reciente sugieren limitar los periodos de pie a 40 minutos sin descanso. Esto reduciría las posibilidades de desarrollar los dolores musculares y de articulaciones asociados a estar de pie. Aplica a las personas que hayan tenido síntomas anteriormente y a las que no.
No todos los que permanecen de pie por periodos extendidos van a experimentar síntomas musculoesqueléticos, y habrá personas que son más resistentes a los efectos de permanecer de pie que otras.
Sin embargo, así te tomes un periodo de pausa de estar de pie, si has desarrollado problemas relacionados a estar parado, es probable que los vuelvas a experimentar cuando te vuelvas a parar.
El reducir o interrumpir el tiempo sentado parándote o moviéndote puede mejorar tu circulación sanguínea, metabolismo, salud cardíaca, salud mental y expectativa de vida.
Estudios modelo muestran que solo cambiar una hora de estar sentado al día por una hora parado lleva a mejoras en circunferencia de la cintura, niveles de grasa y colesterol.
Los beneficios son incluso más grandes cuando el sentarse se reemplaza con caminar o actividad moderada o vigorosa.
El interrumpir los periodos de tiempo prolongados en los que se permanece sentado con sesiones de 2 minutos cada 20 minutos, o 5 minutos cada 30, puede mejorar los niveles de glucosa, grasa y colesterol.
Otros estudios muestran que dividir los periodos de tiempo con tres minutos de caminar ligero o ejercicios simples de resistencia como las sentadillas cada 30 minutos también son efectivos.
Los escritorios ajustables pueden reducir de manera efectiva el tiempo en el que los empleados de mesa permanecen sentados en el día.
Los usuarios de escritorios ajustables tienden a alternar entre posiciones de pie y sentados, en vez de permanecer de pie por periodos extendidos.
Sin embargo, no todos forman un nuevo hábito de trabajar mientras se está de pie, y muchos de los empleados vuelven a su manera anterior de permanecer sentados.
Los escritorios ajustables por sí solos no son suficiente para reducir el tiempo que los trabajadores permanecen sentados.
Los empleados y organizaciones deben tener en cuenta esto a la hora de formular políticas laborales, ambientales y culturales, para asegurar que iniciativas de “siéntense menos y muévanse más” se implementan y se mantienen.
Si eres de los que ya tiene un escritorio ajustable, dependerá de varios factores si te lo deberías quedar o no.
Piensa en tus factores de uso. ¿Usas el escritorio mayoritariamente en una posición de pie, o más bien lo usas cuando estás sentado?
Si tienes una condición existente o síntomas músculo esqueléticos, busca consejos de un profesional de la salud o pregúntale a tu empleador sobre organizar una asesoría con un ergonomista. La guía de un experto puede ayudarte a tomar una decisión informada sobre tu escritorio.
Finalmente, considera el costo y los requerimientos de espacio para tu escritorio ajustable. Si no estás usándolo mucho parado, ¿a lo mejor te está quitando espacio y no te está devolviendo la inversión?
Al final, la decisión de si te quedas o te deshaces de tu escritorio ajustable dependerá de un balance de todas estas consideraciones.
Gobiernos como el de Australia o agencias de la salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que los adultos limiten la cantidad de horas que pasan sentados. Interrumpir y reemplazar el tiempo sentado con actividad física de cualquier intensidad, incluso leve, tiene beneficios para la salud.
La OMS además, sugiere que los adultos “busquen hacer más allá de los niveles recomendados de actividad moderada a vigorosa”, para reducir los efectos dañinos del estar sentado.
En otras palabras, el solo pararse no es suficiente para reducir los daños de estar sentado por periodos prolongados. Tenemos que sentarnos menos y movernos más.
* Josephine Chau es catedrática de Salud Pública en la Universidad de Macquarie, Australia. Esta nota se publicó en The Conversation y fue reproducida aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original en inglés.
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