“México es una fuente de problemas para los Estados Unidos”.
¿Quién dijo esto? ¿Donald Trump, Mike Pence, Bill O’Reilly? ¿El Partido Republicano? La respuesta es: todos ellos y muchos más. La mitad de los norteamericanos —y dos de cada tres republicanos— piensa que nuestro país es un mal vecino.
La empresa de consultoría Vianovo midió el mes pasado las actitudes de los estadounidenses sobre México. En términos generales, la reputación de México en Estados Unidos es similar a la de países como Cuba y Colombia, con una opinión desfavorable de entre 40 – 45 % de los encuestados. Esto no debe sorprendernos necesariamente, considerando los tipos de noticias y referentes culturales que reciben de México la mayoría de los “gringos” —desde Breaking Bad, hasta El Chapo Guzman.
Pero sí debe preocuparnos, sobre todo cuando se compara con un 75 % de imagen favorable de nuestro tercer socio comercial, Canada.
“¿Cómo describirías la economía de estos países?”, preguntaron a los más de mil adultos que participaron en esta encuesta a través de YouGov. Solamente un 16 % consideró que México es un país “moderno” mientras que más de 32 % consideró que Brasil lo es. En realidad, la gran mayoría de nuestros vecinos piensa que somos una economía subdesarrollada. ¿Tendrán razón?
Hace cuatro años (la última vez que se realizó esta encuesta) México representaba una economía “moderna” para 20 % de los estadounidenses. En otras palabras, el gobierno “reformador” de Enrique Peña Nieto y su #MexicanMoment han tenido el resultado opuesto al deseado.
Y vamos de mal en peor. Este año, el ciclo electoral en Estados Unidos ha puesto a México en el ojo de la tormenta. Gracias a Trump, México se ha convertido en el enemigo público número uno, por sus efectos tanto en la inmigración, como en la economía. De acuerdo a los republicanos, nuestro país es responsable del desempleo, el crimen, el tráfico de drogas y el deterioro industrial del vecino al Norte. Y eso que las campañas presidenciales todavía no han comenzado de manera formal.
En este contexto, ¿qué se puede hacer para mejorar la percepción sobre México?
Lo primero sería separar los hechos de la ficción. México debe ofrecer una perspectiva despolitizada y objetiva sobre lo que representamos como socio comercial, proveedor de capital humano y financiero, y aliado geopolítico.
Empecemos con los grandes números: México es el tercer mayor socio comercial de los Estados Unidos y el principal destino de exportación para 28 de los 32 estados de Estados Unidos. Este comercio apoya directamente a seis millones de empleos en Estados Unidos, y de manera indirecta, 14 millones de norteamericanos dependen del TLC para vivir.
Gracias a México y Canada, Estados Unidos cuenta con un mercado regional de 480 millones de personas que le permite competir mejor contra países como China. Más de mil millones de dólares cruzan el Río Grande cada día, representando una de las fronteras más activas del mundo. Y el 40 por ciento del valor de las importaciones estadounidenses procedentes de México se genera en los Estados Unidos.
Lo segundo sería saber comunicarlo. Una de las razones por las cuales la imagen de México se ha deteriorado es la flagrante corrupción de nuestro gobierno. Esto nos lleva a tener que buscar otros interlocutores para llevar el mensaje.
Un buen ejemplo de esto es la iniciativa llamada #WhyMexico, lanzada por el Atlantic Council hace unas semanas, y que busca influir a través de las redes sociales al público de Estados Unidos.
“Una enorme influencia cultural en ambas direcciones inextricablemente ha vinculado las historias de nuestros dos países”, escribió para el World Post hace unos días Jason Marczak, director de la Iniciativa de Crecimiento de América Latina en dicho think tank.
“Con tanto en juego, no podemos continuar dando nuestra fuerte amistad por sentada. Y a la luz de un discurso público dañino, hay que ser más vocales en la defensa de esta conexión vital, que, hasta ahora, no muestra signos de vacilación”, dice Marczak. De acuerdo, ¿pero que tanto se puede, en los próximos cuatro meses, revertir el deterioro de la imagen de México de los últimos cuatro años?
La respuesta la conoceremos, sin duda, el 9 de noviembre próximo.