¿Conoces a un mexicano o mexicana de 40 años, con un nivel máximo de estudios de secundaria completa y un ingreso familiar mensual aproximado de $10,800 pesos?
Te presentamos a él o la votante de en medio.
Estos compatriotas están colocados justo a la mitad que divide en dos al universo de votantes potenciales en el país, personas mayores de 18 años.
Con un padrón electoral de casi 94 millones de ciudadanos, esto significa que existen 47 millones de personas que tienden a tener aún un ingreso menor a esos $10,800 pesos mensuales y una escolaridad aún menor que la secundaria completa.
La mitad de los votantes de en medio de la “mitad de arriba” cambia ligeramente.
Si repetimos el ejercicio y encontramos a los votantes de en medio en esta otra mitad (la de arriba), este votante tendrá 39 años, una educación de preparatoria incompleta o menos y un ingreso familiar mensual aproximado de $19,530.
Es muy probable que la enorme mayoría de lectores de este artículo pertenezcan a esa “mitad de arriba”, que tiende a tener unos ingresos familiares mensuales ligeramente mayores y una escolaridad un poco más elevada.
Hemos determinado al votante de en medio utilizando la medida estadística conocida como Mediana (ojo no es el promedio). Técnicamente hablando, la Mediana es un estadístico de posición central que parte la distribución en dos, es decir, deja la misma cantidad de valores a un lado que a otro. El análisis ha sido construido con los datos del Censo de Población y Vivienda 2020 y la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 2018 del INEGI.
El ingreso y su gasto
Las familias en las que encontramos a el votante de en medio tienen ingresos mensuales aproximados de $10,800 pesos y los rubros en los que concentran su gasto son la alimentación (35%, -más de una tercera parte de su total), la transportación y la comunicación (20%), vivienda (12%) y educación y entretenimiento (9,5%). La forma en la que ejercen su gasto estas familias puede sugerir al lector dónde estarán las prioridades y preocupaciones de estos electores.
La escolaridad
Con una escolaridad máxima de secundaria completa estos electores enfrentan los retos de su vida cotidiana “armados” con una educación básica -como su propio nombre lo dice- lo cual no es determinante para ayudarles a salir adelante. Todos sus avances y logros dependerán más de sus esfuerzos y superación personal que de las armas cognitivas, de competencias y de conocimientos que tienen al alcance personas con grados de estudio más elevados. Las herramientas limitadas para procesar ofertas políticas abstractas y complejas sugiere la importancia de lograr traducir cualquier propuesta y mensaje de una forma sencilla y tangible.
La edad
La edad mediana para mayores de 18 años se localiza en 40 años. Este dato es interesante porque esta edad de corte coincide con el cambio generacional de Millenials y la Generación X. Por un lado, tenemos que la generación Z y Millennial constituyen el 50% de la población mayor de 18 años de México, y la otra mitad se forma de las generaciones X, Baby Boomers y Silenciosa. El corte de edad es ilustrativo de dos mundos generacionales que suelen tener diferentes valores y prioridades.
En medio del mayor proceso electoral de nuestra historia es esencial que intentemos trascender el ruido, el circo, la comedia de errores, las guerras de lodo y detenernos a pensar cómo es la realidad de nuestro país y cuáles son las verdaderas condiciones de vida de nuestra gente.
Las realidades fácticas de nuestro país “no tienen otros datos”.