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Piratas de la ignominia
Pluma, lápiz y cicuta
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Especialista en negocios internacionales. Cronista salvaje. Autora de Pasajera en Trance (Mantarraya, 2018). Handle with... Continuar Leyendo
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Piratas de la ignominia

Está probado y documentado que Amber fue víctima de violencia doméstica, pero no se le perdona no ser una víctima perfecta. Así que no importa cuál sea hoy el resultado de la Corte, Amber es culpable porque #NotAllMen.
31 de mayo, 2022
Por: América Pacheco

En 2011, Ricky Gervais y Stephen Merchant crearon Life’s Too Short, falso documental protagonizado por Warwick Davis (Star Wars: The Return the Jedi, Wilow, Harry Potter, etc) que nos cuenta las vicisitudes de un actor enano en el implacable mundo del show business. En la hilarante serie, Davis interpreta una versión ficticia de sí mismo, y tanto Gervais como Merchant aparecen en papeles secundarios de ellos, faltaba más. Uno de los elementos característicos del programa, que al igual de pasados ejercicios de Gervais como Extras, el elemento atractivo de cada capítulo es un cameo de celebridades de la talla de Liam Neeson, Sting, Steve Carrell, Val Kilmer, Helena Bonham Carter y Johnny Depp. Siendo fiel al espíritu del cameo, Life´s too short mostró a los artistas invitados a parodiarse a sí mismos con humor exquisito.

En el capítulo 2 aparece Johnny Depp mostrándose a sí mismo como un sujeto agresivo, vengativo y destructor de mobiliario. En una secuencia memorable, amenaza a Gervais con destruirlo por hacer mofa de él en su discurso de la entrega de los Globos de Oro (inolvidable pitorreo del fracaso estrepitoso de la cinta The tourist). Se ve a un Depp muy cómodo en su leyenda de enfant terrible luciendo intoxicado, torturando a un enano y haciendo gala de su histrionismo para elegir papeles y representarlos. Claro, todos reímos hasta las lágrimas por su capacidad de auto referenciarse con sentido del humor. Pueden ver fragmentos de este capítulo aquí y aquí. Un año después, en la entrega de Globos de Oro 69th, Ricky lo hizo de nuevo: antes de presentarlo a subir al estrado, volvió a ridiculizarlo (amistosamente, claro está) al describirlo como la más grande estrella cinematográfica del planeta que ha visto pasar sus mejores años de recaudación y éxito taquillero, para acabar lastimosamente filmando películas aburridas y que nadie ve, a tal extremo que se ha visto forzado en aparecer en su nuevo show protagonizado por el vergonzoso enano de Life´s too short. Aquí le pueden echar un vistazo.

A causa del ignominioso espectáculo en el que se ha convertido el juicio por difamación que emprendió contra su exmujer, Amber Heard, no dejo de pensar que es imposible mirar el falso documental de Gervais sin una mueca de tristeza en el rostro.

Después de haber trabajado para un abogado hace eones, aprendí cómo escapar de un intento de desalojo, pero también que los divorcios se encuentran en igual escala de ferocidad que una pelea de gallos. Los divorcios (y el puñado de posibles juicios que se desprenden de él) de gente como usted, amado lector, o el socio mayoritario de Soriana pueden equipararse en ejercicio absoluto de maldad, ya sea por la repartición de bienes materiales o la custodia de los hijos. Se miente, se soborna, se pagan testigos, abogados y se secuestra el estado de derecho en nombre del derrumbe del ego lastimado. Ahora estamos viendo por primera vez y en prime time una versión asquerosamente desmesurada y millonaria.

Johnny Depp denunció a Heard por cincuenta millones de dólares por difamación en el artículo de opinión de diciembre de 2018 publicado por The Washington Post titulado: “I spoke up against sexual violence — and faced our culture’s wrath. That has to change”. A pesar que en lo largo y ancho del texto jamás aparece mencionado, y la única alusión directamente vinculada a él es este único párrafo de tres líneas: Then two years ago, I became a public figure representing domestic abuse, and I felt the full force of our culture’s wrath for women who speak out. Durante semanas, el canal Law & Crime Channel de Youtube nos ha regalado en vivo la transmisión de un juicio innoble, porque le ha mostrado al planeta todo lo que está mal dentro de él. A estas alturas, solamente una piedra cuadripléjica y ciega no conoce detalles básicos del pleito, así que no los aburriré con cronologías, pero sí considero importante tener en cuenta cuatro puntos clave que arden y resqueman como la tiña. Ambos están bajo juramento, por lo que son conscientes que mentir los coloca directo y sin escalas en el planeta perjurio, y si bien la pena de 5 años máximo puede lavarse con una fianza, el estigma de mentiroso nunca. Dicho lo anterior, únicamente voy a tomar en cuenta testimonios que ambos han declarado/aceptado como ciertos (excepto un mensaje espantoso de Depp que reconoce como emitido de su teléfono y que no le queda de otra, porque son pruebas avaladas por forenses), pero que a veces la gente toma tu teléfono sin que lo sepas para pedir un Uber a Chimalhuacán.

1. Pérdidas de contratos millonarios

Según Depp, el Op-Ed publicado por The Washington Post es responsable de pérdidas millonarias porque Disney canceló su contrato para una sexta entrega de Piratas of the Caribbean, y Warner Bros decidió sustituirlo por Mads Mikkelsen en la Fantastic Beasts: The Secrets of Dumbledore. Y aunque su fama de “golpeador de esposas”, como lo llamó The Sun, afectó torrencialmente su prestigio, honestamente, su carrera ya venía en franquísimo desastre desde hace casi una década.

De acuerdo con el ranking personal del actor proporcionado por IMDb, desde 2006 no ha tenido un éxito en taquilla de los niveles de Pirates of the Caribbean 2: Dead Man Cheast (1,066 millones de dólares) con su inolvidable personaje de Jack Sparrow. En 2011 casi repite el hit al recaudar 1,046 millones de dólares con Pirates of the Caribbean 4: On Stanger Tides. La última película de la Saga Pirates of the Caribbean 5: La Venganza de Salazar, estrenada en 2017 no es únicamente la peor película de la saga, también le acarreó los peores rankings en su desempeño actoral. Mi crítica favorita es autoría de Alex Hurding: “Jack Sparrow is basically Jar Jar Binks by this point”. Otro esfuerzo fallido por recuperar el prestigio perdido resultó en un bodrio inmamable autoría de Tim Burton “Alice Through the Looking Glass”, cuya crítica calificó con un 2.7 (2 de 5) en Letterboxd y 6.1 (6 de 10) en IMDb. No hemos visto scores de calidad en producciones de menor presupuesto que un blockbuster desde “Edward Scissorhands” (7.9 de 10) cinta filmada en 1990 o “Finding Neverland” (8.7 de 10). Además, su exagente Tracey Jacobs confirmó que llegaba tarde al set en “prácticamente todas las películas” y se ganó la reputación de llegar tarde a los sets de rodaje, algo que consiguió que cada vez más producciones de la industria cinematográfica “se resistieran a contratarlo”. Y remató: “Johnny tenía problemas fundamentales de ira que fueron aumentando al paso del tiempo”.

Cada una de sus cintas desde 2013 recaudaron menos que la anterior, y obtuvieron críticas atroces y casualmente, demandar a su exmujer lo volvió a colocar en la palestra de la opinión pública, el fervor popular y sobre todo, el mejor performance/documental de su historia: Vengo aquí a contar mi verdad para recuperar mi nombre, y lo hago por mis hijos (hasta a mí, que no tengo alma, se me puso la piel chinita). Johnny ha demostrado que no únicamente representa a uno de los mejores actores de su generación, también enseñó al mundo que posee el mejor equipo de publicistas y abogados que el mejor dinero puede comprar.

2. Violencia doméstica y abuso de sustancias

Existen pruebas documentales de carácter comprobable de que hubo violencia verbal, física y psicológica de uno y otro lado desde 2012, año que empezaron a salir ya sin el compromiso mutuo de las relaciones que ambos mantenían con sus respectivas parejas al momento de conocerse, aunque fue hasta 2014 cuando decidieron formalizar su relación a medios, para finalmente casarse dos veces en 2015 (dos veces pendejos, pues). Johnny fue el primero en subir al estrado a contarnos una vida salpimentada de abuso, tristeza y desamor desde su natal Kentucky. Reconoció su lucha contra las substancias y su carácter errático (as Gervais said); como buen histrión detalló la vida de un niño marcado por una madre abusiva, y con ello se ganó el corazón de las audiencias.

De acuerdo con noticias de la época, desde 1989 existen noticias que reportan un patrón de conducta violenta cuando se encuentra bajo el influjo del alcohol y drogas. Su detención en Canadá (ese mismo año) por atacar a oficiales policiacos no prosperó porque se retiraron los cargos, pero fue arrestado nuevamente por cargos de conducta criminal al destruir una habitación de hotel durante una supuesta pelea con su pareja Kate Moss; si bien no la golpeó a ella, destruyó todo a su alrededor. El incidente no pasó a mayores porque pagó aproximadamente $10,000 USD en daños.

Sus tendencias violentas no menguaron, ya que de acuerdo con los humillantes mensajes que mandaba a Amber, amigos, hermana, asistente personal, y personal a su servicio, era evidente que posee un carácter volátil y violento. Amber Heard, por su parte, tiene en su historial un incidente en 2009 con su pareja de entonces en el aeropuerto de Seattle. Fue arrestada por el cargo de agresión de violencia doméstica, pero la oficina del fiscal declinó presentar cargos toda vez que la supuesta agredida (la pareja de Amber) tampoco presentó cargo alguno. Heard testificó en el estrado que nunca agredió “a nadie con quien haya estado vinculada románticamente, nunca” y calificó las historias sobre el arresto como una “campaña de desprestigio”. Que una denuncia sea desestimada o retirada no significa necesariamente que existió agresión, sino que las partes pudieron llegar a un acuerdo, o negociaron retirar cargos. Que un agresor no sea condenado, no significa todas las veces que sea inocente.

El doble rasero acá es brutal. Los fans de Depp lo defienden a rajatabla con el argumento de que nunca una pareja vivió violencia a su lado, e incluso los rumores más fuertes que señalaron a Kate Moss fueron desmentidos en su totalidad al momento que la célebre súper modelo declaró a favor de Johnny ante la corte. Y si bien ninguna expareja fue a testificar a favor Amber, tampoco se encontraron otros reportes o denuncias por maltrato de cualquiera de ellas.

Los defensores a ultranza de Depp nos recuerdan a cada instante en millones de menciones en campañas orgánicas y pagadas en social media que los audios de Amber Heard la convierten en agresora consumada por insultarlo con furia, por reconocer violencia contra su exmarido, así como haberlo llamado drogadicto irredento, gordo y viejo. Todo lo anterior es cierto, claramente (incluido lo último, que es una verdad del tamaño de una casa). Amber lo ha reconocido y no hay nada que objetar. Pero el contexto importa en el esquema de las relaciones violentas. Su historial de llamadas y mensajes exhiben una relación enfermiza y codependiente. Todo aquel que haya vivido el infierno de compartir vida con un adicto sabe que lidiar con él es un infierno sin tregua.

Durante el juicio, el equipo legal Heard leyó algunos de los mensajes que la pareja intercambió durante su relación. Todos y cada uno de ellos son muestra fidedigna que -al margen de los golpes- ambos estuvieron participando activamente en dinámicas de control, abuso, violencia verbal y psicológica. En uno de ellos, el actor reconocía que había ido “demasiado lejos” y prometía trabajar con su psicólogo para modificar su comportamiento, que entonces estaba condicionado por el consumo de drogas y alcohol: “Lo siento por ser menos (de lo que debería). Por haberte decepcionado, por mi comportamiento. Soy un jodido salvaje. ¡Tengo que acabar con eso!”, este mensaje fue enviado en 2014, el año anterior a casarse.

Pero todo comienza a tornarse esquizofrénico porque dos meses después de la boda escribió: “No quiero volver a ver a esa puta asquerosa de Amber”, le escribió Depp a un amigo en abril de 2015.. Creo que el mensaje que viste de cuerpo completo el carácter violento y vengativo de Depp es este:

¿Por qué perdió Depp el juicio de Londres donde acusó a The Sun por difamarlo al describirlo en una de sus portadas con la frase “golpeador de esposas”? Porque de 14 pruebas de violencia, no pudo demostrar su inocencia en 12. Supongo que llamarla tragadora de semen, trepadora, stripper de 50 centavos y amenazar con humillarla a los ojos del mundo sin mostrar piedad alguna en el proceso habla que estamos tratando con una persona con problemas serios.

3. Abuso de poder

La diferencia de edad tan marcada entre relaciones amorosas, muchas veces es una red flag inobjetable. La balanza de poder es evidentemente parcial en parejas que, como ellos, detentan un lugar distinto en el mundo. Cuando se conocieron ella tenía 26 años y él 49. Testigos confirman la versión de Amber al describirlo como un celópata controlador que dominaba cada acción y decisión que tomara personal o profesional. Y aunque no fuera así, en el juicio vimos un correo electrónico dirigido a su exrepresentante “Está en el contrato de Amber que no habrá desnudos y sus jodidos agentes son débiles e insípidos”. “¿Podrías llamar a estos hijos de puta y tú y Jake ponerse a trabajar en esto inmediatamente?”. Siguió con otro correo: “Hay que cancelarla (a la producción de London Fields) o los demandaré por todos lados que no sabrán ni por dónde llegó. Esta gente no es nadie en este negocio y hay que hacerles entender que los arruinaremos al instante”. Suponiendo sin conceder que Amber sea efectivamente la bruja desalmada que Depp ha descrito en sus testimoniales y que fue víctima de sus celos, violencia y brutalidad, desde 2012, ¿por qué se casó con ella tres años después? Ella es culpable, claramente, de quedarse a su lado porque pasó de ser el árbol #3 en la obra de teatro municipal, a desfilar al lado de una de las máximas estrellas de la industria que le abriría las puertas a mejores oportunidades fílmicas (cosa que sucedió). ¿Pero él? Un hombre millonario que aventaja 23 años de edad y 150 mil millas de experiencias sexuales, amorosas y psicotrópicas, tiene el morro de permitir que el árbol #3 le sorraje un cenicero a la cabeza durante años, pudiendo tener a su lado a cualquier otra mujer en el mundo, no es otra cosa que un pendejo consumado. Pero ¿víctima? Ni en cien mil años. Por qué decidimos creerle a él cuando justifica haber mentido por escrito que él se había lastimado el dedo, y no haber sido agredido por su esposa como afirmó después ya en el juicio de Londres, y no a ella cuando afirma haberlo protegido al no levantar cargos contra él cuando acudieron los policías a su hogar por reporte de violencia doméstica. Es muy fácil entender que a Johnny se le excuse cualquier exceso porque nos vendió al contado su personaje de Jack Sparrow. Nuestro pirata nunca nos ha mentido. Jackie siempre se ha mostrado como un gañán borracho, ingenioso, traicionero, mentiroso y embaucador, pero de buen corazón. Así aprendimos a quererlo y él lo sabe. Es inteligente quedarse a vivir en su personaje para siempre jamás.

4. La víctima perfecta y el movimiento #MeToo

Se considera que Amber ha lastimado el movimiento #MeToo con sus denuncias falsas e infundadas. Pero el fenómeno es más complejo que este pensamiento tan reduccionista.  El circo Depp-Heard ha logrado que “Believe women no matter what” dé pretexto a los principales detractores del movimiento como excusa para ejercer un machismo abierto que refuerza un pacto patriarcal más poderoso que el campo de fuerza de Susan Storm. No importa cuál sea el resultado de la Corte, Amber es culpable, así lo ha decidido el pueblo bueno, porque claro, #NotAllMen. Todo movimiento cultural tiene fisuras, y sí creo totalmente que también existen víctimas masculinas de abuso; pero a ver, compatriotas. Está probado histórica y culturalmente que, denunciar a una figura de la talla de Johnny no trae a tu vida otra consecuencia que la destrucción de tu carrera, y probablemente de tu vida. Todos recordamos lo que padeció Mia Farrow al denunciar al entonces muy poderoso y querido Woody Allen. La industria le dio la espalda y la sepultó para siempre. Está probado y documentado que Amber fue víctima de violencia doméstica, pero no se le perdona no ser una víctima perfecta. Como a Mia jamás se le perdonó ser “histérica, vengativa y falaz”. Amber representa la venganza del machismo lesionado por la ola de justicia bien o mal aplicada del #metoo. No se le perdona su personalidad de cartón; mucha de su impopularidad y poca conexión con el público que la define como villana proviene de su gesto de constante mamonería. Pero que una persona parezca desagradable no la convierte en un monstruo. Ella merece tanto el beneficio de la duda que goza él, incluso más que él. Al igual que Johnny, ha mentido, ha exagerado y manipulado. ¿Por qué a ella no se le perdona drogarse, beber, gritar, follar como si no hubiera un mañana, ser bisexual y escandalosamente hermosa? Amber se drogaba, claramente, pero Johnny se gastaba 300 mil dólares al mes en pastillas controladas y cocaína. Si ustedes consideran que semejante estilo de vida no afecta la conducta y salud mental de una persona, les invito a leer más sitios especializados en adicciones y salud mental. Cómo perdió Johnny Depp parte de un dedo es irrelevante a estas alturas. El episodio de la botella, las delirantes pintas en la pared con su propia sangre y las versiones contradictorias de ambos pertenecen al mismo condicionante de la violencia conyugal: casi todas las agresiones suceden sin testigos, y casi en todos los casos se tiene que usar el recurso de creer al más vulnerable. No existe punto de comparación. Por otro lado, se casaron sin acuerdo prenupcial, y al solicitar ella el divorcio, no necesitaba fingir lesiones por años para conseguir una tremenda tajada del patrimonio de su marido. No peleó la mitad de la fortuna, se divorciaron “en paz”, pero como toda pareja codependiente que se respete, ambos volvieron a rodar por el barranco de la irracional adicción mutua para seguir viviendo su drama perpetuo haciéndose todo el daño posible. Para mal de la humanidad y, sobre todo, para beneficio de una industria que acaba de contemplar una nueva máquina de hacer dinero: el reality show de divorcios de celebridades.

Pero la misoginia interiorizada no permite ver que detrás de todo existe una persona con la vida desecha, que es mujer y que existen grandes probabilidades de jamás recuperarse de este golpe brutal, porque las víctimas de violencia no son tratadas de la misma forma si su género es distinto. Steve McQueen era un infiel, machista y adicto; Albert Einstein, un perfecto hijo de puta malagradecido y traidor, pero no debe separarse la obra del autor, y sí: creo que es lo adecuado en todos los casos, siempre y cuando aplique a todos los géneros.

5. Campañas virales de desinformación

Recién comenzó el juicio descubrí una cuenta en Twitter que, a efectos de supervivencia personal llamaremos @soplapollas675. El camarada soplapollas se dedicó religiosamente a publicar cada día de juicio extensos hilos en los que fomentó el encono a Amber tergiversando los dichos de testigos. Hizo evidente su comprensión del inglés una y otra vez al traducir mal y con evidente parcialidad, prácticamente todas las declaraciones de los testigos o pruebas documentales que desfavorecían a Depp. Publicó una cantidad grosera de tuits sin proporcionar fuentes, links a un portal de noticias confiable, o documentos presentados a la corte. ¿El resultado? Pasó de 500 seguidores a más de 100 mil en menos de un mes. Echar un vistazo a sus hilos es causal de vómito automático. A veces, soplapollas tuvo el mal tino de publicar pruebas originales de la corte, y comenzaron a replicarle usuarios para hacerle ver que estaba traduciendo mal y sacando de contexto el cuerpo del texto. Por supuesto que jamás contestó o rectificó ninguno de ellos. Los seguidores de Depp, haciendo gala del mismo calibre de violencia que tanto les indignaba leer en estos tuits y videos editados y tergiversados, se comportan con una lealtad ciega que nos recuerdan a una verdadera secta que se esmera en negar toda fisura de su héroe y por ello omiten cualquier hecho vergonzoso que pueda dañar el prestigio de su amado capitán.

Instagram, Youtube y TikTok no se quedaron atrás. Meterse a esas cloacas y seguir los vergonzosos HT de apoyo al actor es un insulto al buen gusto por la cantidad de parodias, burlas a las declaraciones de ella, de los abogados y mintiendo arteramente con títulos clickbaiteros que revictimizaban a Amber una y otra vez, mientras que a Johnny se le dedican videos mostrando su ternura y candor al jugar con sus plumas o al comer dulces. De acuerdo con Vice, “El Daily Wire gastó decenas de miles de dólares promoviendo noticias engañosas sobre Johnny Depp y Amber. El medio conservador, fundado por Ben Shapiro, actualmente es el segundo editor de noticias más popular en Facebook. Ha gastado entre $35,000 y $47,000 en Facebook y anuncios de Instagram que promocionan artículos sobre el juicio, obteniendo cuatro millones de impresiones. La mayoría de estos anuncios promocionan artículos y videos unilaterales con un claro sesgo en contra de Heard”. El derechista Ben Shapiro se ha distinguido por emprender campañas de desinformación y a promocionar páginas de alto perfil conservador y es uno de los personajes más repulsivos de la actualidad.

Al momento de escribir este texto son las 4:00 de la mañana en México, y aún desconozco el resultado del veredicto final, que se presume deberá publicarse hoy. No creo que a estas alturas importe quién gane, porque el único perdedor en esta contienda es la humanidad y empatía del mundo hacia personas que viven una espeluznante matanza medieval, pero a la que no se nos da la gana creer porque representan el arquetipo de lo superfluo.  No importa qué tan degradante haya sido el trato que Amber Heard recibió por parte de Johnny Depp, y no importa a cuántos enanos atormente y humille el buen Johnny, porque nuestro Jack Sparrow siempre tendrá el lugar honorífico de capitán en el barco invencible de la misoginia.

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Imagen BBC
“Tuve que escoger entre salvar a mis padres o a mi hijo”: las historias que deja el devastador terremoto de Marruecos
4 minutos de lectura

Cuando el terremoto destruyó su casa, Tayeb ait Ighenbaz tuvo que elegir a quién salvar. La decisión de rescatar a su hijo de los escombros y dejar morir a sus padres aún lo atormenta.

12 de septiembre, 2023
Por: BBC News Mundo
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Tayeb ait Ighenbaz se vio obligado a elegir entre salvar a su hijo de 11 años o a sus padres cuando estos quedaron atrapados bajo los escombros tras el devastador terremoto en Marruecos del pasado viernes.

El pastor de cabras de una pequeña comunidad en las montañas del Atlas dice que está atormentado por la decisión que tuvo que tomar.

Tayeb estaba con su esposa, sus dos hijos y sus padres el viernes por la noche en su pequeña casa de piedra cuando esta fue sacudida por el mayor terremoto que ha sufrido el país en 60 años.

Acompaño a Tayeb a su antigua casa que ahora está en ruinas.

Todavía se puede ver parcialmente el interior de la construcción. Él señala los escombros mientras me dice: “Allí es donde estaban”.

“Todo pasó muy rápido. Cuando sucedió el terremoto, todos corrimos hacia la puerta. Mi padre estaba durmiendo y yo le grité a mi madre que saliera, pero ella se quedó a esperarlo”, dice.

Del otro lado, él solo podía ver a su esposa y a su hija.

Cuando regresó a la casa derrumbada, Tayeb encontró a su hijo y a sus padres atrapados entre los escombros. La mano de su hijo se asomaba entre los cascotes.

Sabía que tenía que actuar rápidamente, y se dirigió hacia donde estaba su hijo Adam, y comenzó a cavar deseperadamente para sacarlo.

Cuando fue a buscar a sus padres, atrapados bajo una gran losa de piedra, dice que ya era demasiado tarde.

“Tuve que escoger entre mis padres y mi hijo”, dice con lágrimas en los ojos.

“No pude ayudar a mis padres porque una pared cayó sobre sus cuerpos. Es muy triste. Vi como morían mis padres”.

Tayeb señala las manchas sobre su pantalón, y me dice que es la sangre de sus padres. Toda su ropa está dentro de su casa. No ha podido cambiarse desde que se produjo el sismo.

La familia vive ahora junto a sus parientes en carpas improvisadas cerca de su antigua casa. Tayeb cuenta que todo su dinero está en la casa, y que la mayoría de sus cabras han muerto.

“Es como haber nacido otra vez en una nueva vida. Sin padres, sin casa, sin comida, sin ropa. Tengo 50 años y tengo que empezar de nuevo”, dice.

Él no puede ahora pensar en cómo continuar, pero se acuerda de las lecciones que le enseñaron sus padres.

“Siempre me decían ‘sé paciente, trabaja duro, nunca te rindas’”.

Mientras conversamos, su hijo Adam se acerca vestido con una camiseta del club de fútbol Juventus con el nombre de Ronaldo en la espalda, y abraza a su padre.

“Mi papá me salvó de la muerte”, dice sonriendo.

“Éramos cinco en mi familia. Ahora somos dos”

Unos metros más lejos, camino a la ciudad de Amizmiz, otro hijo abraza a su padre.

Abdulmajid ait Jaefer dice que estaba en su casa con su esposa y sus tres hijos cuando comenzó el terremoto y “el piso se cayó”.

Su hijo Mohamed, de 12 años, salió del edificio, pero el resto de la familia quedó atrapada.

Abdulmajid cuenta que sus piernas quedaron atrapadas bajo los escombros, pero que un vecino lo ayudó a salir.

Luego pasó dos horas tratando de rescatar a su esposa y a una de sus hijas.

Las dos estaban muertas cuando logró sacarlas de entre los escombros.

Al día siguiente, el cuerpo sin vida de otra de sus hijas fue rescatado.

Abdulmajid, de 47 años, duerme ahora bajo un toldo frente a lo que quedó de su casa.

Puede ver la cocina, con la nevera aún de pie y ropa colgada puesta a secar.

Dice que no puede abandonar la zona porque necesita “hacer guardia” para proteger sus posesiones, y el recuerdo de su vida allí.

“Esa es mi cocina y mi nevera. Todos estábamos allí. Ahora solo puedo mirar hacia allí”, dice.

Antes del viernes, Abdulmajid dice que nunca jamás pensó en un terremoto. “Incluso ahora, no lo puedo creer”.

Mientras conversamos, un auto para cerca de nosotros y un grupo de gente baja para ofrecer sus condolencias. Otros que caminan por la calle se detienen para darle un abrazo al padre y esposo.

“Éramos cinco en mi familia. Ahora somos dos”, me dice con tristeza.

“Por el momento, solo puedo pensar en una cosa: mi hijo”.

Reporteo adicional: Wahid El Moutanna.

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BBC

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