Como cada año, la revista The Economist, el International Institute for Democracy and Electoral Assistance (International IDEA) y el Instituto Varieties of Democracy (V-Dem) hicieron públicos sus índices de democracia global, los cuales evalúan el funcionamiento de las instituciones gubernamentales y la calidad de la democracia en el mundo. La medición de la calidad de la democracia se realiza a partir de indicadores sobre aspectos económicos, políticos y sociales.
El Índice de Democracia de The Economist señala que el retroceso democrático en América Latina que se ha venido dando desde 2008 continúa, aunque durante 2022 fue menor al de 2021. Sin embargo, destaca que Haití, El Salvador y México son los que continúan teniendo una mayor caída en el índice, al mantenerse en el umbral entre regímenes híbridos y autoritarismos. Los únicos países a los que se les considera como democracias plenas en la región son Chile, Costa Rica y Uruguay, siendo la última la más estable en este sentido.
En el caso de México, considerado por segundo año consecutivo como régimen híbrido, en 2022 volvió a tener una caída, esta vez fue de tres lugares respecto a su posición del año previo, ahora ocupa el lugar 89 de 167 países considerados. Las categorías peor evaluadas para el país son las del funcionamiento del gobierno y la cultura política. El reporte hace especial énfasis a que el presidente usa su posición para atacar a opositores, medios de comunicación y autoridades electorales; respecto a las últimas, menciona la reforma electoral recientemente aprobada, pues el reporte señala que se pone en riesgo la integridad electoral. También se advierte como un tema que preocupa el crecimiento de la participación de las Fuerzas Armadas en cuestiones de seguridad interna y en aspectos económicos.
El V-Dem destaca que el 72 % de la población mundial vive en autocracias electorales o cerradas, situación que argumenta se ha intensificado debido a las restricciones de la pandemia por COVID-19 que tuvieron un impacto negativo en la calidad democrática de muchos países. Aunque encontró que la gran mayoría de los latinoamericanos (83 %) vive en democracias electorales como Argentina, Colombia y México, resaltó que países como México, Brasil, El Salvador y Nicaragua tienen una tendencia a la autocratización en 2022. Respecto a México, se advierte un mayor nivel de polarización y desinformación por parte del gobierno, aunque se sigue considerando como una democracia electoral.
IDEA Internacional por su parte consideró que a pesar de los retrocesos, la región es la segunda más democrática después de Europa. Países como Haití, Nicaragua y Venezuela se encuentran en la categoría de autocracias, mientras que países como Bolivia, Brasil, El Salvador y Guatemala mostraron fuertes caídas en la calidad de sus democracias. Por el contrario, destaca que República Dominicana y Ecuador tuvieron mejoras especialmente en temas relativos a derechos fundamentales y contrapesos al gobierno.
El reporte destaca que las principales amenazas a las democracias regionales son la polarización, la desinformación, las restricciones de derechos y los ataques contra activistas ambientales, de derechos humanos e instituciones democráticas. Sobre México se destacan los ataques a periodistas desde el gobierno y la crisis de violencia contra el propio gremio.
Cada uno de estos tres análisis tiene su propia metodología de análisis, los tres arriban a conclusiones distintas, por lo que destacaremos 4 aspectos en los que los tres coinciden:
Los tres reportes dan cuenta de que el trabajo para cuidar la democracia ha sido insuficiente: basta con un liderazgo que tenga actitudes regresivas o riesgosas para la democracia para causar un daño a la misma. Es por ello que es importante no tirar en saco roto el contenido de los mismos y ocuparnos de los aspectos que se señalan en ellos.
Sabemos que estar sentados durante muchas horas afecta la salud, pero ¿y estar parados?
En la vida moderna, muchos de nosotros nos pasamos la mayoría de las horas en las que estamos despiertos, sentados. Una revisión de las investigaciones existentes reiteran el impacto dañino de periodos prolongados de estar sentado sin pausa.
Muchos sitios de trabajo han adoptado escritorios ajustables, que te permiten sentarte o pararte al presionar un botón o una palanca, con el fin de evitar los efectos nocivos de estar sentados por tiempos prolongados.
Pero ¿es mejor estar parado?, ¿existen riesgos al estar demasiado tiempo de pie?
Aquí lo que dicen las investigaciones sobre los riesgos de permanecer demasiado tiempo de pie o sentado, y si realmente vale la pena invertir en -o deshacerse de- un escritorio ajustable.
Estudios reciente sugieren limitar los periodos de pie a 40 minutos sin descanso. Esto reduciría las posibilidades de desarrollar los dolores musculares y de articulaciones asociados a estar de pie. Aplica a las personas que hayan tenido síntomas anteriormente y a las que no.
No todos los que permanecen de pie por periodos extendidos van a experimentar síntomas musculoesqueléticos, y habrá personas que son más resistentes a los efectos de permanecer de pie que otras.
Sin embargo, así te tomes un periodo de pausa de estar de pie, si has desarrollado problemas relacionados a estar parado, es probable que los vuelvas a experimentar cuando te vuelvas a parar.
El reducir o interrumpir el tiempo sentado parándote o moviéndote puede mejorar tu circulación sanguínea, metabolismo, salud cardíaca, salud mental y expectativa de vida.
Estudios modelo muestran que solo cambiar una hora de estar sentado al día por una hora parado lleva a mejoras en circunferencia de la cintura, niveles de grasa y colesterol.
Los beneficios son incluso más grandes cuando el sentarse se reemplaza con caminar o actividad moderada o vigorosa.
El interrumpir los periodos de tiempo prolongados en los que se permanece sentado con sesiones de 2 minutos cada 20 minutos, o 5 minutos cada 30, puede mejorar los niveles de glucosa, grasa y colesterol.
Otros estudios muestran que dividir los periodos de tiempo con tres minutos de caminar ligero o ejercicios simples de resistencia como las sentadillas cada 30 minutos también son efectivos.
Los escritorios ajustables pueden reducir de manera efectiva el tiempo en el que los empleados de mesa permanecen sentados en el día.
Los usuarios de escritorios ajustables tienden a alternar entre posiciones de pie y sentados, en vez de permanecer de pie por periodos extendidos.
Sin embargo, no todos forman un nuevo hábito de trabajar mientras se está de pie, y muchos de los empleados vuelven a su manera anterior de permanecer sentados.
Los escritorios ajustables por sí solos no son suficiente para reducir el tiempo que los trabajadores permanecen sentados.
Los empleados y organizaciones deben tener en cuenta esto a la hora de formular políticas laborales, ambientales y culturales, para asegurar que iniciativas de “siéntense menos y muévanse más” se implementan y se mantienen.
Si eres de los que ya tiene un escritorio ajustable, dependerá de varios factores si te lo deberías quedar o no.
Piensa en tus factores de uso. ¿Usas el escritorio mayoritariamente en una posición de pie, o más bien lo usas cuando estás sentado?
Si tienes una condición existente o síntomas músculo esqueléticos, busca consejos de un profesional de la salud o pregúntale a tu empleador sobre organizar una asesoría con un ergonomista. La guía de un experto puede ayudarte a tomar una decisión informada sobre tu escritorio.
Finalmente, considera el costo y los requerimientos de espacio para tu escritorio ajustable. Si no estás usándolo mucho parado, ¿a lo mejor te está quitando espacio y no te está devolviendo la inversión?
Al final, la decisión de si te quedas o te deshaces de tu escritorio ajustable dependerá de un balance de todas estas consideraciones.
Gobiernos como el de Australia o agencias de la salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que los adultos limiten la cantidad de horas que pasan sentados. Interrumpir y reemplazar el tiempo sentado con actividad física de cualquier intensidad, incluso leve, tiene beneficios para la salud.
La OMS además, sugiere que los adultos “busquen hacer más allá de los niveles recomendados de actividad moderada a vigorosa”, para reducir los efectos dañinos del estar sentado.
En otras palabras, el solo pararse no es suficiente para reducir los daños de estar sentado por periodos prolongados. Tenemos que sentarnos menos y movernos más.
* Josephine Chau es catedrática de Salud Pública en la Universidad de Macquarie, Australia. Esta nota se publicó en The Conversation y fue reproducida aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original en inglés.
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