El pasado 30 de junio se celebró en el Campo Marte el cuarto aniversario de la Guardia Nacional (GN), un evento en el que se destacó la consolidación de una institución de corte preventivo, disciplinada y profesional, un proyecto prioritario del Gobierno de México. Creada constitucionalmente como un cuerpo de seguridad de naturaleza civil, en la realidad nunca lo fue. Su creación y desarrollo fue un engaño que ha sido acompañado por acuerdos y decretos presidenciales que modifican las leyes secundarias sin importar lo que señala la Constitución de nuestro país. Desde una perspectiva jurídica/legal, la Guardia Nacional se ha consolidado pero en una institución de corte inconstitucional, ilegal e ilegítima.
Causa en Común, en conjunto a Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MMCI), ha realizado un recuento de las ilegalidades en las que ha incurrido el gobierno federal desde el 2019. Este esfuerzo se materializa en un documento que clasifica las violaciones a la ley en 3 rubros: a los derechos fundamentales, al orden democrático y a la economía. En atención a este registro de ilegalidades y con motivo del cumpleaños de uno de los proyectos del gobierno que más ha lacerado el sistema legal de nuestro país, es menester realizar un breve recuento de las violaciones a la ley cometidas por este gobierno en aras de lograr la consolidación de una élite militar empresarial.
A principios de este 2023 la GN comenzó el año tropezando con las normas Constitucionales y en específico con las previstas en la Ley de Amparo. Por medio de un decreto se ordenaba a la institución la construcción de un cuartel en el vivero de Nezahualcóyotl, en la alcaldía Xochimilco. Ante la exigencia de los pobladores y en apoyo del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro-Juárez (Centro ProDH), un Juez Federal ordenó detener las obras, sin embargo, dicha orden judicial fue tomada como una sugerencia o un mal consejo.
Más tarde en el año la Universidad de Toronto reveló, gracias a la información obtenida durante el hackeo de los sistemas de SEDENA, que tanto el Director como la Coordinadora del Área Internacional del Centro ProDH fueron espiados a través de la intervención de sus teléfonos. En vista de las acusaciones de espionaje por parte de diversos actores la SEDENA determinó reservar por 5 años la información del programa “Pegasus”, atropellando no solo nuestro derecho constitucional al acceso a la información y la transparencia, pero también pasando por alto lo resuelto por el INAI donde específicamente se ordena a SEDENA a publicar los contratos con la empresa Comercializadora Antsua S.A de C.V.
Las ilegalidades y violaciones a la ley han logrado la formación de una nueva élite empresarial militar. Tan solo este año se aprobaron reformas contrarias a los principios constitucionales que otorgan a las Fuerzas Armadas el permiso para la operación de una aerolínea comercial, para la construcción y operación de un hotel, el derecho a recibir un porcentaje por la emisión de visas, la obligación de proteger el espacio aéreo y la entrega de la administración de la obra del Tren Maya. La SEDENA se ha convertido en una empresa lucrativa del Estado y MMCI reveló recientemente los beneficios de ser el Secretario Titular al publicar un documento que evidencia las cantidades de dinero erogadas por el General Sandoval y sus allegados en sus viajes al extranjero.
No todo son malas noticias en el recuento de ilegalidades, el documento también da seguimiento a las acciones legales que hace valer la ciudadanía para combatir la estrategia política autoritaria del gobierno. El gran ejemplo de este año lo dio la SCJN al invalidar la transferencia de la GN a la SEDENA, una acción que violaba flagrantemente nuestra Constitución y aseguraba la militarización de la seguridad pública. La decisión de la corte ordena que la GN debe dejar de ser militar para antes del 1 de enero del 2024, sin duda una buena noticia pero para un gobierno que está acostumbrado a desobedecer órdenes judiciales y violar la ley como método de gobernar es complicado imaginar que se le dé cumplimiento.
Es labor del poder judicial seguir manteniendo el Estado de derecho cuando el poder legislativo y ejecutivo pretenden eliminarlo, y seguirá siendo labor de Causa en Común y de MMCI analizar y denunciar a través de este trabajo las acciones del gobierno federal que contravienen el marco legal de nuestro país.
El documento fechado en diciembre de 1942 se refiere específicamente a tres campos de concentración y contradice la versión que ha mantenido la Santa Sede.
Una carta recientemente descubierta sugiere que el papa Pío XII, durante la Segunda Guerra Mundial, recibió información detallada por parte de un jesuita alemán de confianza, según la cual hasta 6.000 judíos y polacos eran asesinados en cámaras de gas cada día en la Polonia ocupada por los alemanes.
Eso es significativo porque entra en conflicto con la posición oficial que ha mantenido la Santa Sede de que en ese momento la información con la que contaba la Iglesia sobre las atrocidades que estaban cometiendo los nazis era vaga y no estaba verificada.
La carta fue descubierta por el archivista del Vaticano Giovanni Coco y fue publicada el domingo en en el periódico italiano Corriere della Sera con la aprobación de funcionarios de la Santa Sede y con el título “Pío XII lo sabía”.
Fechada el 14 de diciembre de 1942, la epístola fue escrita por el padre Lother Koenig, un jesuita que formaba parte de la resistencia antinazi en Alemania, y estaba dirigida al secretario personal del Papa en el Vaticano, el padre Robert Leiber.
La carta hace referencia a tres campos nazis —Belzec, Auschwitz y Dachau— y sugiere que hay otras cartas entre Koenig y Leiber que o bien han desaparecido o aún no se han encontrado.
Para Coco, “la novedad e importancia de este documento deriva de que ahora tenemos la certeza de que la Iglesia católica en Alemania envió a Pío XII noticias exactas y detalladas sobre los crímenes que se estaban perpetrando contra los judíos”. Y por tanto el Vaticano “tenía información de que los campos de trabajo eran realmente fábricas de muerte”.
El historiador David Kertzer, autor de varios libros sobre el papa Pío XII y su papel en la guerra, le dijo a la BBC que lo novedoso de la carta es que “habla específicamente de los crematorios, de miles de judíos que eran arrojados a los hornos cada día”.
Y por otro lado, que fue presentada por un archivista del Vaticano.
“Me parece que muestra un esfuerzo en el Vaticano o al menos en partes del Vaticano por comenzar a aceptar esta historia”, agregó.
La carta se encontraba entre los documentos que hasta hace poco se guardaban de forma desordenada en la Secretaría de Estado del Vaticano, según Coco.
Para Suzanne Brown-Fleming, directora de Programas Académicos Internacionales en el Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos en Washington, que estos archivos se den a conocer muestra que el Vaticano se estaba tomando en serio la declaración del papa Francisco de que “la Iglesia no tiene miedo de la historia”.
Francisco ordenó que los archivos de guerra se abrieran en 2019.
“Hay tanto un deseo como un apoyo a que se evalúen cuidadosamente los documentos desde una perspectiva científica, ya sea favorable o desfavorable (para el Vaticano) lo que los documentos revelan”, añadió Brown-Fleming.
“Con la apertura de los archivos vaticanos de este periodo hace tres años, hemos desenterrado una variedad de documentos que muestran lo bien informado que estaba el Papa sobre los intentos nazis de exterminar a los judíos de Europa desde el momento en que se pusieron en marcha”, le dijo Kertzer a la BBC.
“Esta es sólo una pieza más”, concluye.
Kertzer añade que, más que lo que han revelado esos documentos, “lo que ha dañado la reputación del Vaticano es su negativa a enfrentar esta historia con ojos claros”.
El documento que se acaba de conocer probablemente alimentará el debate sobre el legado de Pío XII y su controversial campaña de beatificación, que actualmente se encuentra estancada.
Sus partidarios siempre han insistido en que el pontífice trabajó de maneras concretas detrás de escena para ayudar a los judíos y que no habló para evitar que empeorara la situación de los católicos en la Europa ocupada por los nazis.
Sus detractores afirman que por lo menos le faltó valor para dar a conocer la información que tenía a pesar de las peticiones directas de las potencias aliadas que luchaban contra Alemania.
Uno de los libros de Kertzer, además, reveló una larga y secreta negociación entre Hitler y Pío XII para alcanzar un acuerdo de no agresión.
Al final, la evidencia indica que el papel de Pío XII en la Segunda Guerra Mundial es ambiguo. Aunque consideraba que el nazismo era un movimiento político pagano que maltrataba a los católicos, no fue un Papa particularmente incómodo para el Tercer Reich.
Y tampoco denunció con claridad el exterminio judío, aunque quizás tenía conocimiento de la barbarie que estaba ocurriendo.
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