Recientemente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público publicó en el Diario Oficial de la Federación un paquete de estímulos fiscales para las personas físicas y morales que desarrollen actividades económicas en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), organismo público descentralizado creado en junio de 2019.
Al igual que otros proyectos de esta administración, el CIIT tiene como antecedente una destrucción, producto de la voluntad política presidencial para desaparecer cualquier vestigio de infraestructura e instituciones identificadas con gobiernos anteriores. En este caso se trató de la cancelación de la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (LFZEE) que había sido aprobada por el Congreso en 2016.
La LFZEE fue una iniciativa de política industrial para impulsar polos de desarrollo económico en regiones del país que se encuentran ancestralmente en condiciones de rezago económico con relación al norte y el centro del territorio nacional que concentran el grueso de las actividades manufactureras y de la inversión extranjera directa (IED).
A ese proyecto se le hicieron varias críticas, entre otras, ser demasiado ambicioso, con siete Zonas (ZE) en riesgo de dispersión, la falta de financiamiento suficiente y comprometido para la creación de infraestructura y la omisión de consultas con las comunidades circundantes.
El argumento oficial para justificar su cancelación, en abril de 2019, fue que no se había cumplido con los beneficios prometidos. La realidad es que no se le dio oportunidad de hacerlo: las inversiones deberían realizarse durante los cinco años siguientes a la suscripción de los convenios y entre abril y noviembre de 2018 ya se habían publicado los primeros cinco. Sin embargo, se procedió a cancelarlo, solo cinco meses después de la formalización de los convenios.
El proyecto se pudo haber ajustado seleccionando aquellas ZE que auguraban un futuro promisorio en vez de proceder a la cancelación total. Por ejemplo, mantener la ZE de Puerto Chiapas que contaba con el mayor número de cartas de intención registradas por un total de un billón de dólares y el compromiso de generar 9,200 empleos. En octubre de 2018 una inversión ya cumplía con todos los requisitos de instalación por 324 mdd generando 3,000 empleos. Nada despreciable para comenzar.
Pero volviendo al objetivo de este breve texto y haciendo a un lado estas decisiones que tuvieron motivaciones políticas más que económicas, el CIIT es un proyecto promisorio, a mi juicio el único con una proyección sustentable a largo plazo entre las mega obras emprendidas en este sexenio. Condicionado, claro está, a que se desarrolle con eficiencia profesional y, algo muy importante, que se trate de un proyecto de nueva generación entre las experiencias internacionales de ZE.
Se trata de un proyecto sin duda más acotado que las ZE, pero igualmente ambicioso. Su objetivo es doble: conectar los dos océanos por medio de un ferrocarril entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz y Salina Cruz, Oaxaca y crear polos de desarrollo industrial a todo lo largo del corredor. Por cierto, son objetivos planteados desde tiempos tan lejanos como el Porfiriato, algunos emprendidos parcialmente pero nunca resueltos.
Desde que se llevó a la práctica por primera vez el concepto de Zona Económica en Irlanda en la década de 1950, pasando por las experiencias de India, China, Tailandia, Paquistán, Brasil, Panamá, por citar solo algunas en economías en desarrollo, los objetivos y el concepto mismo de una ZE ha evolucionado y sus metas han escalado. Diversos errores y omisiones han dejado lecciones. Hoy en día existen miles de ZE en más de 130 países.
Los incentivos básicos para la atracción de inversiones nacionales y extranjeras han sido esencialmente los mismos, a grandes rasgos: fiscales, sofisticación administrativa y facilidades para la creación de infraestructura.
Existen varias propuestas tipológicas, entre otras, la del Banco Mundial, que se refiere a cuatro tipos de ZE:
1-Zonas de libre comercio (FTZ por sus siglas en inglés)
2- Zonas de procesamiento para la exportación (EPZ por sus siglas en inglés)
3- Puertos libres
4-Zonas empresariales
Quizá el caso más estudiado por sus espectaculares resultados sea el de China. En 1979, como parte fundamental de la política de desarrollo sustentada en una economía de mercado con conducción estatal (reformas de Den Xiaoping) se crearon cuatro ZEE: Shenzhen, Zhulai, Shantouy y Xiamen, todas en la costa sureste de China.
En este caso, el factor estratégico de largo plazo a destacar fue su diferenciación explícita de las EPZ al tener como objetivo facilitar la transferencia de tecnología. El aprendizaje administrativo y tecnológico estimulado por las aglomeraciones empresariales debería irradiarse al conjunto de la economía china (de ahí que les denominaran Zonas Económicas Especiales (ZEE).
Teniendo esto en consideración, para México resulta indispensable que el CIIT no se limite (aunque debe abarcarlos) a los objetivos originales de las ZE. Estos, de por sí son comunes a la política macroeconómica que ha prevalecido en México y que ha sido muy exitosa, pero insuficiente. Me refiero a la atracción de IED, a la generación de divisas y de ingresos fiscales y al crecimiento de las exportaciones manufactureras, pero que carece de una política industrial focalizada regionalmente que se proponga mayores logros.
El que el CIIT conecte los dos océanos por la franja más estrecha del territorio nacional, tiene un objetivo exportador que por principio requiere de la modernización de los dos sistemas portuarios involucrados para vincular esa región con el mercado internacional. Pero al fomento de clusters y cadenas globales de producción deben instrumentarse desde el inicio políticas públicas estratégicas para la implementación de transferencias de tecnología, de incorporación de mayor valor nacional a las exportaciones, de capacitación laboral y de empleo de alta calidad.
Se trata pues de una iniciativa importante, a la que debe dársele el seguimiento que merece por su proyección para un desarrollo regional más equilibrado y como un vehículo de escalamiento industrial en empresas mexicanas. No es un proyecto con resultados a corto plazo y solo tendrá éxito si trasciende sexenios y administraciones de diferentes colores partidarios.
* Jorge Basave Kunhardt es doctor en Economía y miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1995. Actualmente se desempeña como profesor/tutor en los Posgrados de Economía y de Administración de la UNAM y como investigador titular en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. Asimismo, es miembro del grupo de Expertos México, ¿cómo vamos?.
Sabemos que estar sentados durante muchas horas afecta la salud, pero ¿y estar parados?
En la vida moderna, muchos de nosotros nos pasamos la mayoría de las horas en las que estamos despiertos, sentados. Una revisión de las investigaciones existentes reiteran el impacto dañino de periodos prolongados de estar sentado sin pausa.
Muchos sitios de trabajo han adoptado escritorios ajustables, que te permiten sentarte o pararte al presionar un botón o una palanca, con el fin de evitar los efectos nocivos de estar sentados por tiempos prolongados.
Pero ¿es mejor estar parado?, ¿existen riesgos al estar demasiado tiempo de pie?
Aquí lo que dicen las investigaciones sobre los riesgos de permanecer demasiado tiempo de pie o sentado, y si realmente vale la pena invertir en -o deshacerse de- un escritorio ajustable.
Estudios reciente sugieren limitar los periodos de pie a 40 minutos sin descanso. Esto reduciría las posibilidades de desarrollar los dolores musculares y de articulaciones asociados a estar de pie. Aplica a las personas que hayan tenido síntomas anteriormente y a las que no.
No todos los que permanecen de pie por periodos extendidos van a experimentar síntomas musculoesqueléticos, y habrá personas que son más resistentes a los efectos de permanecer de pie que otras.
Sin embargo, así te tomes un periodo de pausa de estar de pie, si has desarrollado problemas relacionados a estar parado, es probable que los vuelvas a experimentar cuando te vuelvas a parar.
El reducir o interrumpir el tiempo sentado parándote o moviéndote puede mejorar tu circulación sanguínea, metabolismo, salud cardíaca, salud mental y expectativa de vida.
Estudios modelo muestran que solo cambiar una hora de estar sentado al día por una hora parado lleva a mejoras en circunferencia de la cintura, niveles de grasa y colesterol.
Los beneficios son incluso más grandes cuando el sentarse se reemplaza con caminar o actividad moderada o vigorosa.
El interrumpir los periodos de tiempo prolongados en los que se permanece sentado con sesiones de 2 minutos cada 20 minutos, o 5 minutos cada 30, puede mejorar los niveles de glucosa, grasa y colesterol.
Otros estudios muestran que dividir los periodos de tiempo con tres minutos de caminar ligero o ejercicios simples de resistencia como las sentadillas cada 30 minutos también son efectivos.
Los escritorios ajustables pueden reducir de manera efectiva el tiempo en el que los empleados de mesa permanecen sentados en el día.
Los usuarios de escritorios ajustables tienden a alternar entre posiciones de pie y sentados, en vez de permanecer de pie por periodos extendidos.
Sin embargo, no todos forman un nuevo hábito de trabajar mientras se está de pie, y muchos de los empleados vuelven a su manera anterior de permanecer sentados.
Los escritorios ajustables por sí solos no son suficiente para reducir el tiempo que los trabajadores permanecen sentados.
Los empleados y organizaciones deben tener en cuenta esto a la hora de formular políticas laborales, ambientales y culturales, para asegurar que iniciativas de “siéntense menos y muévanse más” se implementan y se mantienen.
Si eres de los que ya tiene un escritorio ajustable, dependerá de varios factores si te lo deberías quedar o no.
Piensa en tus factores de uso. ¿Usas el escritorio mayoritariamente en una posición de pie, o más bien lo usas cuando estás sentado?
Si tienes una condición existente o síntomas músculo esqueléticos, busca consejos de un profesional de la salud o pregúntale a tu empleador sobre organizar una asesoría con un ergonomista. La guía de un experto puede ayudarte a tomar una decisión informada sobre tu escritorio.
Finalmente, considera el costo y los requerimientos de espacio para tu escritorio ajustable. Si no estás usándolo mucho parado, ¿a lo mejor te está quitando espacio y no te está devolviendo la inversión?
Al final, la decisión de si te quedas o te deshaces de tu escritorio ajustable dependerá de un balance de todas estas consideraciones.
Gobiernos como el de Australia o agencias de la salud como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan que los adultos limiten la cantidad de horas que pasan sentados. Interrumpir y reemplazar el tiempo sentado con actividad física de cualquier intensidad, incluso leve, tiene beneficios para la salud.
La OMS además, sugiere que los adultos “busquen hacer más allá de los niveles recomendados de actividad moderada a vigorosa”, para reducir los efectos dañinos del estar sentado.
En otras palabras, el solo pararse no es suficiente para reducir los daños de estar sentado por periodos prolongados. Tenemos que sentarnos menos y movernos más.
* Josephine Chau es catedrática de Salud Pública en la Universidad de Macquarie, Australia. Esta nota se publicó en The Conversation y fue reproducida aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original en inglés.
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