Niñas y niños juegan, cantan y bailan; participan con entusiasmo con las artistas que les narran historias, entonan canciones de sus películas infantiles favoritas e imitan a personajes de cuentos infantiles que el público reconoce de inmediato.
A ratos gritan y otras solo escuchan atentamente, pero siempre con emoción y alegría: lo que todo infante hace en sus primeros años de vida, lo único “diferente” es que quienes relatan las historias son las cuentacuentos drag de Drag Story Hour.
Hace unas semanas, el Centro Cultural Xavier Villaurrrutia, un pequeño espacio que desde hace 17 años da la bienvenida a todas, todos y todes, se llenó por completo.
Decenas de personas se asoman por las paredes transparentes que rodean el pequeño, pero cálido recinto que no debe superar algunos cuantos metros cuadrados. Daba la impresión de que la ciudad entera quería enterarse de lo que sucedía ahí dentro.
Los ataques de grupos conservadores que días antes intentaron boicotear el evento en redes sociales, tan solo lograron su efecto contrario. Familias enteras se acercaron al arte drag con mucha expectativa y curiosidad.
“A muchas infancias, si ven a una pareja homosexual o a una persona trans en la calle, les adultes les dicen ‘no les veas’, ‘son una mala influencia’, ‘son gente rara’, ‘son gente que está mal’, ‘son gente a la que no te debes acercar’: educan con ese miedo, con ese prejuicio”, dice Joss Jimar, cuentacuentos drag y organizadore de los eventos de Drag Story Hour desde 2019. “Lo que estamos generando es un cambio en esa narrativa, para que la primera aproximación que tengan las infancias a una persona de la diversidad sea algo positivo”.
En el momento en el que Joss, sus compañeras y compañeres cuentacuentos drag suben al escenario, crean espacios seguros para todas las personas presentes. Contagian su alegría y llenan el recinto con palabras de respeto, amor e inclusión.
“Las infancias LGBT+ tienen derecho a tener un espacio donde ser libres, dónde expresar su identidad, y hay infancias que no son LGBT+, pero que también pueden conocer la diversidad que yace alrededor y aprender que es bella y hay que respetarla”, dice Joss.
Drag Story Hour es un movimiento internacional que inició en San Francisco, California, pero que tiene representación en muchísimos países, México, por supuesto, está incluido.
Te invitamos a leer: “Es un logro para todes”: Fausto Martínez tiene la primer acta de nacimiento de identidad no binarie en el país
Joss Jimar pertenece a este movimiento desde 2019 y nos cuenta que México fue el primer país donde se realizó un evento de Drag Story Hour: inició en Monterrey, pero ya tiene sedes en Playa del Carmen, Mérida, Guadalajara, Guanajuato, Hidalgo, Oaxaca, Mexicali y Veracruz.
Este proyecto, explica Joss, cumple varios propósitos: al mismo tiempo que ayuda a la difusión de la lectura y, al estar pensado para un público familiar, ayuda a tener un acercamiento sano, divertido y respetuoso con la comunidad LGBTTTIQA+, el arte drag.
“Es, además, una herramienta para aquellas familias que buscan una educación más incluyente para sus hijes”, dice.
Otras historias bonitas: “Si yo fuera un pez”: la alegre canción viral de TikTok que lleva alegría a las “personas raras”
En México, algunas de las integrantes del colectivo Drag Story Hour son Little Miss Salma, Liza Zan Zuzzi, Hiddenita Mistake, Joss, Alcatraz, entre otras.
“Mucha gente ataca los proyectos simplemente porque son realizados desde personas de la comunidad y que, por esa misma razón y los prejuicios aprendidos y transmitidos de generación en generación, no creen que pueda ser algo bueno o de calidad”.
Joss lo describe de una forma bella y sencilla: el drag es un arte para todes.
“Es un arte donde tu cuerpo, tu piel es tu lienzo, donde tú puedes transformarte por un rato en el personaje que tú quieras: en una princesa, en una bruja, en un extraterrestre, en un monstruo, en un hada, en una villana, en un hombre fuerte. ¡En lo que tú quieras! El drag es para todes”.
Y si permitimos que las infancias hagan crecer su ya desbordada imaginación, ¿por qué no permitirles acercarse a todos esos personajes de fantasía?
Exactamente eso fue lo que se vivió hace unas semanas en el Centro Cultural Javier Villaurrutia.
Quienes asistimos al festival tuvimos la oportunidad de ver las interpretaciones de Alicia en el País de las Maravillas, la princesa Giselle de Encantada, Luisa de Encanto y a la malvada maestra Tronchatoro de Matilda.
Así como vimos a todos esos personajes, también conocimos la historia de Roy y Silo, dos pingüinos barbijo del zoológico de Central Park en Nueva York. Una historia del cuento Con Tango son tres, de Justin Richardson y Peter Parnell.
El llamado que personalidades conservadoras hicieron a “cancelar” el show drag de cuentacuentos salió al revés.
Las manifestaciones de la senadora Lily Téllez y la diputada América Rangel, manifestándose en contra y compartiendo mensajes de intolerancia y odio en sus redes sociales, acusando de “sexualizar a los niños” sólo provocó que familias enteras fueran a pasar una tarde divertida.
Tal vez, si ambas se hubieran dado la oportunidad de asistir, hubieran dejado a un lado sus prejuicios. No fue así, pero sí ayudaron a que otras personas se acercaran a conocer que, efectivamente, el arte drag es para todes.
El documento fechado en diciembre de 1942 se refiere específicamente a tres campos de concentración y contradice la versión que ha mantenido la Santa Sede.
Una carta recientemente descubierta sugiere que el papa Pío XII, durante la Segunda Guerra Mundial, recibió información detallada por parte de un jesuita alemán de confianza, según la cual hasta 6.000 judíos y polacos eran asesinados en cámaras de gas cada día en la Polonia ocupada por los alemanes.
Eso es significativo porque entra en conflicto con la posición oficial que ha mantenido la Santa Sede de que en ese momento la información con la que contaba la Iglesia sobre las atrocidades que estaban cometiendo los nazis era vaga y no estaba verificada.
La carta fue descubierta por el archivista del Vaticano Giovanni Coco y fue publicada el domingo en en el periódico italiano Corriere della Sera con la aprobación de funcionarios de la Santa Sede y con el título “Pío XII lo sabía”.
Fechada el 14 de diciembre de 1942, la epístola fue escrita por el padre Lother Koenig, un jesuita que formaba parte de la resistencia antinazi en Alemania, y estaba dirigida al secretario personal del Papa en el Vaticano, el padre Robert Leiber.
La carta hace referencia a tres campos nazis —Belzec, Auschwitz y Dachau— y sugiere que hay otras cartas entre Koenig y Leiber que o bien han desaparecido o aún no se han encontrado.
Para Coco, “la novedad e importancia de este documento deriva de que ahora tenemos la certeza de que la Iglesia católica en Alemania envió a Pío XII noticias exactas y detalladas sobre los crímenes que se estaban perpetrando contra los judíos”. Y por tanto el Vaticano “tenía información de que los campos de trabajo eran realmente fábricas de muerte”.
El historiador David Kertzer, autor de varios libros sobre el papa Pío XII y su papel en la guerra, le dijo a la BBC que lo novedoso de la carta es que “habla específicamente de los crematorios, de miles de judíos que eran arrojados a los hornos cada día”.
Y por otro lado, que fue presentada por un archivista del Vaticano.
“Me parece que muestra un esfuerzo en el Vaticano o al menos en partes del Vaticano por comenzar a aceptar esta historia”, agregó.
La carta se encontraba entre los documentos que hasta hace poco se guardaban de forma desordenada en la Secretaría de Estado del Vaticano, según Coco.
Para Suzanne Brown-Fleming, directora de Programas Académicos Internacionales en el Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos en Washington, que estos archivos se den a conocer muestra que el Vaticano se estaba tomando en serio la declaración del papa Francisco de que “la Iglesia no tiene miedo de la historia”.
Francisco ordenó que los archivos de guerra se abrieran en 2019.
“Hay tanto un deseo como un apoyo a que se evalúen cuidadosamente los documentos desde una perspectiva científica, ya sea favorable o desfavorable (para el Vaticano) lo que los documentos revelan”, añadió Brown-Fleming.
“Con la apertura de los archivos vaticanos de este periodo hace tres años, hemos desenterrado una variedad de documentos que muestran lo bien informado que estaba el Papa sobre los intentos nazis de exterminar a los judíos de Europa desde el momento en que se pusieron en marcha”, le dijo Kertzer a la BBC.
“Esta es sólo una pieza más”, concluye.
Kertzer añade que, más que lo que han revelado esos documentos, “lo que ha dañado la reputación del Vaticano es su negativa a enfrentar esta historia con ojos claros”.
El documento que se acaba de conocer probablemente alimentará el debate sobre el legado de Pío XII y su controversial campaña de beatificación, que actualmente se encuentra estancada.
Sus partidarios siempre han insistido en que el pontífice trabajó de maneras concretas detrás de escena para ayudar a los judíos y que no habló para evitar que empeorara la situación de los católicos en la Europa ocupada por los nazis.
Sus detractores afirman que por lo menos le faltó valor para dar a conocer la información que tenía a pesar de las peticiones directas de las potencias aliadas que luchaban contra Alemania.
Uno de los libros de Kertzer, además, reveló una larga y secreta negociación entre Hitler y Pío XII para alcanzar un acuerdo de no agresión.
Al final, la evidencia indica que el papel de Pío XII en la Segunda Guerra Mundial es ambiguo. Aunque consideraba que el nazismo era un movimiento político pagano que maltrataba a los católicos, no fue un Papa particularmente incómodo para el Tercer Reich.
Y tampoco denunció con claridad el exterminio judío, aunque quizás tenía conocimiento de la barbarie que estaba ocurriendo.
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.