Para entender mejor
El rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), José Antonio de los Reyes Heredia, declaró que se han llevado a cabo una serie de acuerdos y reuniones para solucionar el paro de actividades por el que atraviesa la institución. En una entrevista, el rector señaló que el Colegio Académico, la instancia de representación de la UAM, se ha reunido en tres jornadas intensas para abordar los temas que constituyen respuestas y abordajes a lo que se planteaba en común en los pliegos petitorios de las cinco unidades en paro.
Entre los acuerdos a los que se llegó durante estas reuniones, el rector destacó la aprobación de un cambio en el Reglamento de Ingreso, Promoción y Permanencia del Personal Académico, el cual incorpora la perspectiva de género en los procedimientos de ingreso del personal académico. También señaló que no puede ser parte de la universidad quien tenga algún antecedente por alguna agresión sexual o violencia de género. Además, se presentó el avance en el protocolo de atención a la prevención y erradicación de la violencia por razones de género.
De los Reyes Heredia destacó que se integró una comisión que revisará el reglamento del alumnado, en donde se incluye uno de los temas torales que tiene que ver con las sanciones cuando se comete alguna falta por agresión sexual, luego de que el pasado 10 de marzo una alumna denunció violación y encubrimiento en la UAM en la Unidad Cuajimalpa.
El rector consideró que este acuerdo es importante porque le da voz al alumnado para que participe en la comisión. Además, se exhortó a las colectivas que no se habían seccionado a dialogar e intensificar esos procesos.
Por otra parte, el rector destacó que se decidió modificar el calendario escolar que tenían con un inicio a partir del 8 de mayo, no como una medida en contra del paro, sino como una fase en la cual toda la comunidad universitaria tendrá mejores condiciones. Primero porque regresará a clase y segundo porque permitirá involucrar a toda la comunidad universitaria en estos procesos de discusión, reconociendo la legitimidad del movimiento, pero también queriendo abordar de manera permanente las problemáticas para darle seguimiento y solución.
Desde que inició el movimiento estudiantil se han llevado a cabo diversas reuniones entre las colectivas y las autoridades de las diferentes unidades en paro para avanzar en los acuerdos.
De los Reyes Heredia explicó que la UAM ha implementado una serie de medidas para prevenir y sancionar la violencia de género en la institución, pero destacó que para impedir el acceso a la institución a personas con antecedente de violencia sexual sí es necesario que existan procesos contra los denunciados.
“En este caso sí tienen que ser denuncias o faltas. También en el caso del alumnado, porque hay faltas que se sanciona con expulsión o amonestaciones e involucra toda la serie de faltas. Evidentemente, las denuncias sí tienen que estar probadas porque también las personas a los aspirantes, las y los aspirantes también tienen derechos”, explicó el rector.
Respecto a la composición del Colegio Académico, el rector señaló que todavía no se ha alcanzado la paridad de género en la representación, pero que se está trabajando para lograrla.
“En esta representación todavía no tenemos los temas de paridad involucrados, porque esta representación se eligió hace dos años. Entonces fue antes de las políticas transversales. Creo que en esta nueva representación deberemos velar por esos temas”, dijo.
El rector también habló sobre la importancia de la inclusión en la universidad, señalando que se han implementado medidas para visibilizar y atender las problemáticas que viven los estudiantes con orientaciones sexuales diversas.
“También hemos trabajado para que, como tutores, a veces de ellos y de ellas se visibilizan más las problemáticas que viven para que no vivan con angustia. De hecho, creo que eso es algo que como profesores estamos haciendo”, enfatizó.
En cuanto al paro que mantiene la comunidad universitaria, el rector señaló que la UAM está abierta al diálogo con los estudiantes y profesores.
“Estamos dispuestos a dialogar, a escuchar todas las voces, pero también a establecer acciones concretas que vayan encaminadas a mejorar la institución”, dijo.
El rector reconoció que las demandas de los estudiantes y profesores son legítimas y que la universidad está trabajando para atenderlas. “Creo que hay que tener una apertura total, una actitud muy crítica y autocrítica. Hay que escuchar a todo mundo y hay que trabajar de forma conjunta”, concluyó.
Mamadou Safayou Barry, un guineano de 25 años, emprendió un viaje en bicicleta de más de 4.000 kilómetros para estudiar en la universidad de sus sueños.
La Universidad de sus sueños estaba a más de 4 mil kilómetros de su hogar y aún así Mamadou Safayou Barry decidió montarse en su bicicleta y atravesar 6 países para llegar hasta ella.
En mayo, partió de Guinea hacia el prestigioso centro Al-Azhar, situado en Egipto con la esperanza de ser aceptado.
En el camino de esta aventura, el joven de 25 años y padre de un niño, soportó un calor abrasador durante 4 meses y hasta fue detenido en uno de los países repletos de militantes islamistas o golpes de estado.
Pero valió la pena.
Cuando finalmente llegó a El Cairo recibió una beca por parte de la institución.
Estoy “muy, muy” feliz, le dijo a la BBC.
Agregó que pese a no poder pagar el curso de Estudios Islámicos en Al-Azhar, ni los vuelos a Egipto, la reputación de la universidad lo impulsó a arriesgarse en un viaje a través de Mali, Burkina Faso, Togo, Benin, Níger y Chad.
Al-Azhar es uno de los centros de aprendizaje islámico sunita más influyentes del mundo.
También es uno de los más antiguos. Fue fundado en el año 670 d.C.
Barry salió de su casa “en busca de conocimientos islámicos”, pero en Malí, Burkina Faso o Níger, los ataques de militantes islamistas contra civiles son frecuentes y los recientes golpes de estado han provocado inestabilidad política.
“Viajar por estos países es muy difícil porque no tienen seguridad en este momento”, dijo.
“Tienen muchos problemas y la gente está muy asustada. En Mali y Burkina Faso la gente me miraba como si fuera una amenaza. Veía a los militares por todas partes portando armas grandes y coches“, dijo Barry.
Dijo que fue arrestado y detenido tres veces sin una buena razón: dos en Burkina Faso y una en Togo.
Sin embargo, la suerte de Barry cambió cuando llegó a Chad.
Un periodista lo entrevistó y publicó su historia en internet, lo que llevó a algunos buenos samaritanos a financiarle un vuelo a Egipto.
Esto le evitó andar en bicicleta por Sudán, dónde algunas áreas son actualmente zonas de guerra.
El 5 de septiembre llegó finalmente a El Cairo.
Su determinación le valió una reunión con la decana de estudios islámicos, Nahla Elseidy.
Después de hablar con él, Elseidy le ofreció una plaza en el curso de Estudios Islámicos de Al-Azhar, con una beca completa.
La decana dijo en las redes sociales que la universidad estaba dispuesta a ofrecer sus conocimientos a estudiantes de todo el mundo
Y que esta filosofía “no sólo cubre a los estudiantes internacionales en Egipto sino que también se extiende más allá. Al-Azhar recibe estudiantes de todos los países, los cuida y les ofrece ayudas”.
Barry dijo que estaba “muy, muy feliz” de haber recibido la beca.
“No puedo expresar lo feliz que estoy. Le di gracias a Dios“, dijo.
Barry añadió que los problemas que se encontró durante su expedición quedaron olvidadas hace mucho tiempo y borrados por la alegría de poder convertirse en un becario de Al-Azhar.
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