La primera concentración multitudinaria de la oposición de cara a las elecciones presidenciales de 2024 tuvo como protagonista a la senadora Xóchitl Gálvez y, como mensaje principal, la promesa de abrir las puertas de Palacio Nacional.
Gálvez fue ungida como virtual candidata presidencial de la coalición PAN, PRI y PRD, partidos que decidieron depositar en ella sus esperanzas de regresar al poder.
Con la presencia de los dirigentes de esos partidos -el panista Marko Cortés, el priista Alejandro Moreno y el perredista Jesús Zambrano-, Gálvez prometió en su primer discurso de la larga campaña que le espera, abrir las puertas de Palacio Nacional.
“Esa puerta lleva cinco años cerrada; la cerraron con mentiras, la cerraron con insultos, la cerraron con odio, la cerraron para todos los que no piensan como ellos. Los ciudadanos vamos a volver a abrir esa puerta, la abriremos con la verdad, la abriremos con la esperanza, porque la esperanza ya cambió de manos, la esperanza ahora es nuestra”, arengó ante miles de personas congregadas alrededor de la columna del Ángel de la Independencia.
La notoria ausencia de la priista Beatriz Paredes (quien hace unos días declinó en sus aspiraciones, para evitar la jornada electoral que debió celebrarse este domingo), contrataba con la presencia de los otros dos políticos que le disputaron seriamente la postulación: el panista Santiago Creel y el priista Enrique de la Madrid.
Además, al evento fueron convocadas activistas ciudadanas, como Cecilia Flores, líder de las Madres Buscadoras de Sonora que, al igual que a Xóchitl, se le cerraron las puertas de Palacio cuando pidió ser escuchada.
A 9 meses de la jornada electoral de 2024, Gálvez le tomó un primer pulso a la calle, donde los organizadores aseguraron haber congregado a 40 mil personas, mientras que el Gobierno de la Ciudad de México calculó apenas 4 mil.
Entre la multitud, destacaban los contingentes llevados por los partidos que conforman el Frente Amplio (PAN, PRI y PRD) y simpatizantes de las asociaciones que hace meses se movilizaron en contra de la reforma electoral, que se autodenominan como “marea rosa”, el color del INE, del que se ya se apropiaron organizaciones satélites de los partidos, como UNIDOS -de Claudia X González- o el Frente Cívico Nacional, dirigido por el ex perredista Guadalupe Acosta Naranjo.
Entre los contingentes rosas, estaba presente la diputada panista Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón y fallida candidata presidencial en los comicios de 2018.
En su primer evento como candidata presidencial, Gálvez se hizo acompañar de personas que han encabezado diferentes luchas sociales en el país. Al inicio de su discurso, presentó a Cecilia Flores, líder de la agrupación Madres Buscadoras de Sonora, quien tampoco ha sido recibida por el presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
“Es la primera vez que alguien tan importante, como usted, nos invita a tener voz, la voz que un día callaron de nuestros desaparecidos, pero que nos dejaron vivas para alzar la voz por ellos”, dijo Flores frete a la virtual candidata.
La senadora también invitó a Elsa Ortigoza, quien se dedica al reciclaje de basura; y Nicolás Olguín, presidente de la organización Bienes Comunales de Dios Padre, quien fue despojado de sus tierras en la comunidad de Ixmiquilpan, en Hidalgo, estado natal de la hoy responsable del Frente Amplio.
La senadora panista también aprovechó la oportunidad para arremeter contra los políticos del partido oficial, Morena, a quienes se refirió como una pandilla que no hicieron historia, sino que dividieron al país a través de la promoción del odio.
“Quienes dijeron que juntos harían historia acabaron en pandilla, están juntos, pero no hicieron historia, porque la historia no se hace dividiendo, no se hace inculcando el odio entre los mexicanos, sino sumando”, expresó.
Gálvez prometió a sus seguidores un gobierno distinto al de López Obrador, basado en la unidad y la verdad. Se comprometió a no dividir a la población con discursos polarizantes sino, por el contrario, promover la unidad entre los mexicanos; no recurrir a la ofensa ni a la descalificación; y por último, no engañar ni manipular a la gente. “Les diré siempre la verdad, por dolorosa que sea”, prometió.
Ofreció la inclusión de voces críticas y dijo que llegará el momento de hablar menos, escuchar y hacer más; además de incluir a los mexicanos, trabajar por los pueblos indígenas los afromexicanos y las mujeres.
Frente al micrófono, aseguró que su regla de oro será: “ni huevones, ni rateros, ni pendejos”, con lo que arrancó ovaciones de sus seguidores, que una y otra vez le gritaron “¡presidenta, presidenta!”.
La senadora les pidió a sus simpatizantes ganar las elecciones de 2024, si se quiere corregir el rumbo de México desde la raíz. Les solicitó arrasar con los cargos de elección popular que estarán en disputa el próximo año, desde la Presidencia de la República y el Congreso de la Unión, hasta las gubernaturas y alcaldías en los estados.
“Si queremos cambiar de raíz lo que está pasando en México, si queremos corregir el rumbo, tenemos que ganar las elecciones de 2024, la presidencial y la del Congreso de la Unión, las gubernaturas, los congresos estatales y las alcaldías en juego”, invitó.
La exjefa de la Delegación Miguel Hidalgo, de 2015 a 2018, afirmó que la victoria es posible, pues en apenas dos meses, desde que se conformó el Frente, ya están cerca de alcanzar a Morena en las encuestas.
Mientras los simpatizantes de los partidos políticos agitaban sus banderas con las siglas del PAN, PRI y PRD, la exconsejera electoral María Teresa González Luna, integrante del Comité Organizador de la que sería la elección de la candidata presidencial opositora, le entregó a Gálvez la constancia que la acredita como la representante del Frente Amplio por México, con lo que concluyó oficialmente el proceso interno al que se registraron originalmente 33 aspirantes. Las elecciones primarias fueron canceladas.
En el escenario, estuvieron los dirigentes de los partidos que aglutinan la alianza política. Del PAN, Marko Cortés; del PRI, Alejandro Moreno; y del PRD, Jesús Zambrano. También la acompañaron las secretarias generales: la priista Carolina Viggiano, la panista Cecilia Patrón y la perredista Adriana Díaz.
El evento fue aprovechado por los políticos que aspiran a la candidatura a la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de México para promover su imagen.
A unos cuantos pasos del escenario principal, un grupo de personas agitaban banderas azules del PAN. Desde el megáfono coreaban “el jefe Ta-boa-da”, en referencia al alcalde de Benito Juárez que ahora busca ser candidato al gobierno de la CDMX, a pesar de sus vínculos con el llamado cártel inmobiliario.
Al lado, otras personas lanzaban consignas a favor del priista Adrián Rubalcava, alcalde de Cuajimalpa. Más adelante, se observaron las lonas amarillas, color distintivo del PRD, con la imagen de un lobo y con el nombre de Víctor Hugo Lobo. Y detrás del escenario, a las espaldas de Gálvez, se desplegó una pancarta en favor de Luis Espinosa Cházaro, diputado federal del PRD. Todos aspirantes a la misma candidatura.