La Fiscalía General de Quintana Roo inició una carpeta de investigación contra un grupo que agredió a dos jóvenes durante una fiesta en Cancún. El estado de salud de uno de ellos, identificado como Bryan de 20 años se reporta como grave.
En un comunicado, la dependencia informó que los hechos ocurrieron el 9 de septiembre del presente año, en calles de la Supermanzana 201 del municipio de Benito Juárez, cuando las víctimas que se encontraban en estado de indefensión, llegaron a una fiesta.
En las imágenes se observa que más de diez jóvenes golpean a otros dos a patadas, piedras y con palos. Posteriormente gritan que deben escapar.
Por los hechos, la Fiscalía inició con la investigación del caso para detener y sancionar a los responsables.
Hasta el momento, la autoridad no ha dado a conocer mayores detalles sobre el incidente.
En Puebla capital un joven fue golpeado por un grupo de otros ocho jóvenes durante la noche del viernes 8 de septiembre.
La agresión ocurrió cerca de la zona de antros y bares de Angelópolis en la Reserva Territorial Atlixcáyotl.
En un video difundido en redes sociales, se puede apreciar a los agresores dar golpes y patadas al joven que se encuentra tirado en el piso.
Elisa Galindo Cortés, quien se identificó como tía de la víctima, informó que el joven tuvo que ser hospitalizado ya que presentaba fractura en el rostro, por lo cual estaba en riesgo la movilidad de su ojo.
El Tec de Monterrey campus Puebla informó que los alumnos de dicha institución que golpearon al joven Ernesto Calderón fueron expulsados.
“Tan pronto identificamos la participación de estudiantes (…) iniciamos los procesos disciplinarios de acuerdo con nuestro Reglamento General de Estudiantes, dando como resultado la baja definitiva”, señaló el Tec de Monterrey en un comunicado.
Mamadou Safayou Barry, un guineano de 25 años, emprendió un viaje en bicicleta de más de 4.000 kilómetros para estudiar en la universidad de sus sueños.
La Universidad de sus sueños estaba a más de 4 mil kilómetros de su hogar y aún así Mamadou Safayou Barry decidió montarse en su bicicleta y atravesar 6 países para llegar hasta ella.
En mayo, partió de Guinea hacia el prestigioso centro Al-Azhar, situado en Egipto con la esperanza de ser aceptado.
En el camino de esta aventura, el joven de 25 años y padre de un niño, soportó un calor abrasador durante 4 meses y hasta fue detenido en uno de los países repletos de militantes islamistas o golpes de estado.
Pero valió la pena.
Cuando finalmente llegó a El Cairo recibió una beca por parte de la institución.
Estoy “muy, muy” feliz, le dijo a la BBC.
Agregó que pese a no poder pagar el curso de Estudios Islámicos en Al-Azhar, ni los vuelos a Egipto, la reputación de la universidad lo impulsó a arriesgarse en un viaje a través de Mali, Burkina Faso, Togo, Benin, Níger y Chad.
Al-Azhar es uno de los centros de aprendizaje islámico sunita más influyentes del mundo.
También es uno de los más antiguos. Fue fundado en el año 670 d.C.
Barry salió de su casa “en busca de conocimientos islámicos”, pero en Malí, Burkina Faso o Níger, los ataques de militantes islamistas contra civiles son frecuentes y los recientes golpes de estado han provocado inestabilidad política.
“Viajar por estos países es muy difícil porque no tienen seguridad en este momento”, dijo.
“Tienen muchos problemas y la gente está muy asustada. En Mali y Burkina Faso la gente me miraba como si fuera una amenaza. Veía a los militares por todas partes portando armas grandes y coches“, dijo Barry.
Dijo que fue arrestado y detenido tres veces sin una buena razón: dos en Burkina Faso y una en Togo.
Sin embargo, la suerte de Barry cambió cuando llegó a Chad.
Un periodista lo entrevistó y publicó su historia en internet, lo que llevó a algunos buenos samaritanos a financiarle un vuelo a Egipto.
Esto le evitó andar en bicicleta por Sudán, dónde algunas áreas son actualmente zonas de guerra.
El 5 de septiembre llegó finalmente a El Cairo.
Su determinación le valió una reunión con la decana de estudios islámicos, Nahla Elseidy.
Después de hablar con él, Elseidy le ofreció una plaza en el curso de Estudios Islámicos de Al-Azhar, con una beca completa.
La decana dijo en las redes sociales que la universidad estaba dispuesta a ofrecer sus conocimientos a estudiantes de todo el mundo
Y que esta filosofía “no sólo cubre a los estudiantes internacionales en Egipto sino que también se extiende más allá. Al-Azhar recibe estudiantes de todos los países, los cuida y les ofrece ayudas”.
Barry dijo que estaba “muy, muy feliz” de haber recibido la beca.
“No puedo expresar lo feliz que estoy. Le di gracias a Dios“, dijo.
Barry añadió que los problemas que se encontró durante su expedición quedaron olvidadas hace mucho tiempo y borrados por la alegría de poder convertirse en un becario de Al-Azhar.
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