Un agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) declaró este jueves en el juicio contra Genaro García Luna asegurando que la institución tenía pistas sobre los nexos de mandos policiales con el narcotráfico.
El agente Miguel Madrigal señaló que en 2010, tras la detención de Sergio Villarreal Barragán por miembros de la Marina, el Grande solicitó reunirse con un elemento de la agencia antidrogas estadounidense donde presuntamente confesó que “Genaro García Luna tuvo negocios con el cártel desde que él (el Grande) era policía estatal”.
Villarreal Barragán fue el primer testigo convocado para participar en el juicio. El pasado 23 de enero dijo en el juicio que vio al exsecretario de Seguridad en varias reuniones para pagar sobornos del Cártel de Sinaloa.
“El Grande detalló información de una asociación de Genaro García Luna”, dijo Madrigal quien aseguró que en algún momento tuvo información sobre reuniones entre funcionarios del gobierno mexicano con miembros de cárteles en el restaurante Champses Eylsses, frente a la Embajada de los Estados Unidos en México, en la Ciudad de México.
El restaurante ya había sido mencionado en el juicio contra Joaquín “el Chapo” Guzmán como un sitio donde narcotraficantes presuntamente repartían sobornos a altos mandos policiacos.
Miguel Madrigal contradijo a la defensa de García Luna señalando que muchas de las detenciones de líderes delictivos en México eran realizadas por otras Instituciones, principalmente la Marina, y no la Secretaría de Seguridad Pública que dirigía el exfuncionario.
También dio crédito a las decisiones de jueces para la extradición a Estados Unidos de varios líderes de cárteles.
Madrigal añadió a su testimonio el relato de un video en el que identificó la camioneta Jeep Cherokee blanca del entonces comandante de la Policía Federal Édgar Bayardo, en la casa de Jesús Reynaldo “el Rey” Zambada.
Ante la sospecha de una reunión entre el mando policial y el líder delictivo, Madrigal dijo haber tomado pantallazos del video y haberlos entregado a su supervisor para que lo reportara con el excomisionado de la Policía Federal, Víctor Garay.
El exjefe policial fue señalado por Harold Mauricio Poveda, el Conejo, (exoperador del Cártel de Sinaloa) de allanar y robar su casa durante un operativo en 2008.
La entonces Procuraduría General de la República (PGR) lo acusó de robo, delincuencia organizada y abuso de autoridad, cargos por los cuales fue absuelto en 2012.
Los daños hasta el momento son incalculables.
Las imágenes satelitales muestran la escala de la destrucción en la ciudad portuaria de Derna, en Libia, después de que aguas torrenciales arrasaran puentes, calles y comunidades enteras, dejando miles de fallecidos y desaparecidos en el camino.
Las fuertes lluvias que trajo consigo la tormenta Daniel durante el fin de semana ocasionaron el colapso de dos represas sobre el río Wadi Derna, que recorre la ciudad y que, por lo general, tiene un caudal muy reducido. Los torrentes de agua y escombros dejaron una estela de devastación.
Una serie de puentes cruzaban el Wadi, conectando un área del puerto con la parte occidental de la ciudad.
Las aguas – descritas por un oficial como “un tsunami”- arrasaron los puentes al igual que bloques de edificios residenciales enteros (incluyendo complejos de varios pisos), edificios gubernamentales y una mezquita de gran tamaño.
En el barrio de Al-Eilwa, se reportaron inundaciones en el 96% de las casas.
Muchas de las propiedades construidas en las cercanías al río desaparecieron, solamente dejando visibles los cimientos de las construcciones.
Una carretera costera cercana al puerto cayó al mar.
La población de Derna contaba con una población de 200.000 personas antes de la tormenta.
El alcalde de la ciudad dijo que dado el número de barrios que resultaron completamente destruidos, pudieron haber muerto entre 18.000 y 20.000 personas.
Miles más están heridas o desaparecidas, mientras muchas quedaron sin dónde vivir.
Un análisis de Naciones Unidas muestra que más de 2.200 estructuras fueron expuestas a las aguas y que al menos seis puentes y el área del puerto habían sufrido graves daños.
Barrios afectados severamente como Al-Bilad y Al-Maghar a ambos lados del río, también albergaban los centros de salud que la gente de la ciudad usaba, según los analistas de desastres de Reach.
Los hogares que fueron construidos sobre el lecho seco del río en el lado de la represa que daba hacia el mar fueron los que recibieron la mayor fuerza del impacto del agua.
Hamad Shalawi, miembro del comité de desastres local, dijo que la ciudad había sido destruida en segundos y que familias enteras habían muerto.
“La geografía de la ciudad cambió completamente con la mitad de la ciudad barrida hacia el mar”, le dijo al servicio árabe de la BBC.
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