La Fiscalía General de la República (FGR) ya cuenta con 5 investigaciones abiertas en contra de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, y quien enfrenta un juicio en Estados Unidos por nexos con el narcotráfico.
Tres de ellas fueron dadas a conocer en junio pasado y avanzaron a órdenes de aprehensión, mientras que las otros dos fueron dadas a conocer este 29 de enero, aunque la Fiscalía no detalló en qué consisten las nuevas investigaciones en contra del exfuncionario.
“También existen otras dos investigaciones en México que se encuentran en curso, y una solicitud de aprehensión más que ya ha sido informada en su momento, que se halla en trámite”, explicó la Fiscalía.
A través de un comunicado, la Fiscalía informó que dichas órdenes no inciden en los procedimientos mexicanos abiertos.
La Fiscalía informó que continúan las gestiones ante la Secretaría de Relaciones Exteriores y ante las autoridades americanas para obtener la extradición de García Luna.
La primera investigación es por los delitos de uso indebido de atribuciones y facultades, así como de asociación delictuosa por actos de corrupción presuntamente cometidos en diversos penales federales.
La segunda orden fue por el delito de enriquecimiento ilícito, mientras que la tercera es por la presunta introducción ilegal de armamento en el operativo Rápido y Furioso, que permitió la entrada de 2 mil armas de fuego de EU a México con el fin de rastrear a sus usuarios, pero a las que se les perdió el rastro.
El 18 de enero arrancó el juicio de Genaro García Luna. Los primeros días se utilizaron para la conformación del jurado, posteriormente comenzaron las primeras audiencias, en las que el primer testigo por parte de la Fiscalía fue Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, lugarteniente de los Beltrán Leyva y quien aseguró que vio al exsecretario de Seguridad en varias reuniones para pagar sobornos del Cártel de Sinaloa.
En el tercer día de audiencias, el narcotraficante Tirso Martínez, conocido como ‘el Futbolista’, dio su testimonio y aseguró que el exfuncionario mexicano tenía una conspiración con Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán para llevar cocaína a territorio estadounidense.
Este 30 de enero se reanudará el juicio.
Mamadou Safayou Barry, un guineano de 25 años, emprendió un viaje en bicicleta de más de 4.000 kilómetros para estudiar en la universidad de sus sueños.
La Universidad de sus sueños estaba a más de 4 mil kilómetros de su hogar y aún así Mamadou Safayou Barry decidió montarse en su bicicleta y atravesar 6 países para llegar hasta ella.
En mayo, partió de Guinea hacia el prestigioso centro Al-Azhar, situado en Egipto con la esperanza de ser aceptado.
En el camino de esta aventura, el joven de 25 años y padre de un niño, soportó un calor abrasador durante 4 meses y hasta fue detenido en uno de los países repletos de militantes islamistas o golpes de estado.
Pero valió la pena.
Cuando finalmente llegó a El Cairo recibió una beca por parte de la institución.
Estoy “muy, muy” feliz, le dijo a la BBC.
Agregó que pese a no poder pagar el curso de Estudios Islámicos en Al-Azhar, ni los vuelos a Egipto, la reputación de la universidad lo impulsó a arriesgarse en un viaje a través de Mali, Burkina Faso, Togo, Benin, Níger y Chad.
Al-Azhar es uno de los centros de aprendizaje islámico sunita más influyentes del mundo.
También es uno de los más antiguos. Fue fundado en el año 670 d.C.
Barry salió de su casa “en busca de conocimientos islámicos”, pero en Malí, Burkina Faso o Níger, los ataques de militantes islamistas contra civiles son frecuentes y los recientes golpes de estado han provocado inestabilidad política.
“Viajar por estos países es muy difícil porque no tienen seguridad en este momento”, dijo.
“Tienen muchos problemas y la gente está muy asustada. En Mali y Burkina Faso la gente me miraba como si fuera una amenaza. Veía a los militares por todas partes portando armas grandes y coches“, dijo Barry.
Dijo que fue arrestado y detenido tres veces sin una buena razón: dos en Burkina Faso y una en Togo.
Sin embargo, la suerte de Barry cambió cuando llegó a Chad.
Un periodista lo entrevistó y publicó su historia en internet, lo que llevó a algunos buenos samaritanos a financiarle un vuelo a Egipto.
Esto le evitó andar en bicicleta por Sudán, dónde algunas áreas son actualmente zonas de guerra.
El 5 de septiembre llegó finalmente a El Cairo.
Su determinación le valió una reunión con la decana de estudios islámicos, Nahla Elseidy.
Después de hablar con él, Elseidy le ofreció una plaza en el curso de Estudios Islámicos de Al-Azhar, con una beca completa.
La decana dijo en las redes sociales que la universidad estaba dispuesta a ofrecer sus conocimientos a estudiantes de todo el mundo
Y que esta filosofía “no sólo cubre a los estudiantes internacionales en Egipto sino que también se extiende más allá. Al-Azhar recibe estudiantes de todos los países, los cuida y les ofrece ayudas”.
Barry dijo que estaba “muy, muy feliz” de haber recibido la beca.
“No puedo expresar lo feliz que estoy. Le di gracias a Dios“, dijo.
Barry añadió que los problemas que se encontró durante su expedición quedaron olvidadas hace mucho tiempo y borrados por la alegría de poder convertirse en un becario de Al-Azhar.
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