Estados Unidos sancionó a Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y cuarto integrante de Los Chapitos, por presuntamente ser responsable del tráfico ilícito de fentanilo y otras drogas a territorio norteamericano.
El Departamento del Tesoro de EU informó que también se sancionó a tres miembros del Cártel de Sinaloa – Raymundo Pérez Uribe, Saúl Páez López y Mario Esteban Ogazon Sedano-, y a las empresas Sumilab, SA de CV (Sumilab) y Urbanización, Inmobiliaria y Construcción de Obras, SA de CV, con sede en México.
“Los sancionados hoy son parte de una red del Cártel de Sinaloa supervisada por Los Chapitos y responsable de una parte significativa del tráfico ilícito de fentanilo y otras drogas mortales hacia los Estados Unidos”, indicó.
En un comunicado, detalló que las sanciones implican que todas las propiedades e intereses en la propiedad de dichas personas que se encuentran en EU o en posesión o control de personas estadounidenses deben bloquearse e informarse a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
Además, bloquearán cualquier entidad que sea propiedad, directa o indirectamente, individualmente o en conjunto, en un 50% o más de una o más personas bloqueadas.
Joaquín Guzmán López fue acusado por primera vez de cargos federales de narcotráfico en 2018 por la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas (NDDS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Justicia.
El Departamento del Tesoro recordó que Guzmán López trabaja en estrecha colaboración con sus hermanos y es responsable de supervisar muchos aspectos del imperio del narcotráfico Los Chapitos.
Detalló que éste está involucrado en la gestión de súper laboratorios, que a menudo han sido suministrados por una red dirigida por los hermanos Ludim y Luis Alfonso Zamudio Lerma, radicados en Sinaloa, y en el tráfico de drogas ilícitas hacia los Estados Unidos.
En lo que respecta a los tres integrantes del Cártel de Sinaloa, son Raymundo Pérez Uribe, quien, señala EU, lidera una red de proveedores utilizada por el Cártel de Sinaloa para obtener precursores químicos para la fabricación de drogas ilícitas; Saúl Páez López , involucrado en la coordinación de cargamentos de drogas ilícitas para sus primos hermanos, Ovidio y Joaquín Guzmán López.
Así como Mario Esteban Ogazon Sedano, quien compra precursores químicos ilícitos de Ludim Zamudio Lerma y opera laboratorios de drogas ilegales en nombre del Cártel de Sinaloa.
Los daños hasta el momento son incalculables.
Las imágenes satelitales muestran la escala de la destrucción en la ciudad portuaria de Derna, en Libia, después de que aguas torrenciales arrasaran puentes, calles y comunidades enteras, dejando miles de fallecidos y desaparecidos en el camino.
Las fuertes lluvias que trajo consigo la tormenta Daniel durante el fin de semana ocasionaron el colapso de dos represas sobre el río Wadi Derna, que recorre la ciudad y que, por lo general, tiene un caudal muy reducido. Los torrentes de agua y escombros dejaron una estela de devastación.
Una serie de puentes cruzaban el Wadi, conectando un área del puerto con la parte occidental de la ciudad.
Las aguas – descritas por un oficial como “un tsunami”- arrasaron los puentes al igual que bloques de edificios residenciales enteros (incluyendo complejos de varios pisos), edificios gubernamentales y una mezquita de gran tamaño.
En el barrio de Al-Eilwa, se reportaron inundaciones en el 96% de las casas.
Muchas de las propiedades construidas en las cercanías al río desaparecieron, solamente dejando visibles los cimientos de las construcciones.
Una carretera costera cercana al puerto cayó al mar.
La población de Derna contaba con una población de 200.000 personas antes de la tormenta.
El alcalde de la ciudad dijo que dado el número de barrios que resultaron completamente destruidos, pudieron haber muerto entre 18.000 y 20.000 personas.
Miles más están heridas o desaparecidas, mientras muchas quedaron sin dónde vivir.
Un análisis de Naciones Unidas muestra que más de 2.200 estructuras fueron expuestas a las aguas y que al menos seis puentes y el área del puerto habían sufrido graves daños.
Barrios afectados severamente como Al-Bilad y Al-Maghar a ambos lados del río, también albergaban los centros de salud que la gente de la ciudad usaba, según los analistas de desastres de Reach.
Los hogares que fueron construidos sobre el lecho seco del río en el lado de la represa que daba hacia el mar fueron los que recibieron la mayor fuerza del impacto del agua.
Hamad Shalawi, miembro del comité de desastres local, dijo que la ciudad había sido destruida en segundos y que familias enteras habían muerto.
“La geografía de la ciudad cambió completamente con la mitad de la ciudad barrida hacia el mar”, le dijo al servicio árabe de la BBC.
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