Durante los primeros cuatro años del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, los homicidios dolosos en México bajaron un 12.17% respecto a 2018, pero el número de personas desaparecidas y no localizadas aumentó un 27.69%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).
En 2018 se registraron 36 mil 685 homicidios dolosos, cifra que bajó a 32 mil 223 para el 2022, de acuerdo con datos del Inegi. En contraste, la CNB señala que en el mismo periodo las desapariciones y no localizaciones pasaron de 7 mil 271 a 9 mil 284.
Según las cifras de ambos organismos, 2022 resulta emblemático en ambos sentidos, pues si bien de manera preliminar se habla de la ‘cifra más baja’ registrada en la actual administración respecto a los homicidios, se llegó a una cifra ‘récord’ de personas desaparecidas y no localizadas, la más alta en la historia moderna del país.
En ambos casos es necesario aclarar que existe una cifra negra que no es tomada en cuenta en los cálculos debido a que antes no se contaba con un registro sólido sobre estos fenómenos, además, diversas instituciones ponen ‘resistencia’ para registrar o compartir información, denuncian ambos organismos.
La CNB advierte que cualquier información que no se visualice en el Registro Nacional de Desapariciones es porque no ha sido aportada por la autoridad federal o local.
“El porcentaje de registro de información en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNL) por parte de las autoridades es muy bajo. Si bien se tiene un 99.98% de captura de la variable sobre el ‘nombre de la persona desaparecida’, un 100% en el “sexo”, un 92.67% en la “edad” y un 92.59% en el “lugar de desaparición”; el porcentaje de captura de la variable del “delito” equivale al 16.11% del total de los registros de personas desaparecidas”, señala la CNB.
Puedes leer: De las rifas a la Barbie buscadora: así se financian las madres buscadoras de personas desaparecidas en México
Pese a lo anterior, la cifra del Inegi es considerada la más precisa, pues está basada en certificados y actas de defunción; mientras que los datos de la CNB, que alimentan el RNPDNL, proceden de Fiscalías y Procuradurías del país, la propia Comisión Nacional así como las Comisiones de Búsqueda locales y otras autoridades.
Al hablar del fenómeno de los homicidios dolosos podemos decir que en 2018, el presidente Enrique Peña Nieto entregó a López Obrador un país con 36 mil 685 homicidios dolosos, cifra que bajó a 36 mil 661 en 2019, para 2020 subió a 36 mil 773; y en 2021 volvió a bajar a 35 mil 700.
En contraste, el presidente priista entregó un país con 7 mil 271 personas desaparecidas o no localizadas, cifra que subió a 9 mil 250 en 2019, bajó a 8 mil 632 en 2020; y en 2021 quedó en 9 mil 260 en 2021.
Hasta este 25 de julio, se tenía registro de 6 mil 620 personas desaparecidas y no localizadas durante este año. Es decir, casi siete mil personas en los primeros siete meses del 2023.
Las autoridades mexicanas han contabilizado en el Registro Nacional un total de 110 mil 928 personas desaparecidas y no localizadas en México, de las cuales 75.60% son hombres, 23.80% son mujeres y 0.61% son personas con sexo indeterminado.
No obstante, al hacer una distinción por sexo y rango de edad resalta que mujeres de entre 15 y 19 años son las principales víctimas de este fenómeno, mismas que suman un total de 6 mil 400 personas en todo el periodo analizado.
A esta cifra le siguen mujeres desaparecidas de entre 20 y 24 años de edad (3 mil 231 personas), mujeres de entre 25 y 29 años de edad (dos mil 867) y niñas de entre 10 y 14 años (2 mil 745), mismas que por su género suelen sufrir contextos de violencia diferenciados a los de los hombres.
En 2022 también se tuvo la cifra récord de mujeres desaparecidas y no localizadas en la historia moderna del país, al llegar a un registro de 2 mil 474 mujeres, tendencia que no ha dejado de crecer precisamente desde 2018, último de la administración de Peña Nieto.
La variable sobre el delito por el cual se está investigando la desaparición, si bien casi nunca logra ser clarificada por las autoridades, se investiga de conformidad con la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas (LGD).
Esta Ley establece que la desaparición en México puede ser causa de diversos delitos tales como feminicidio, desaparición forzada de personas, desaparición cometida por particulares, secuestro, trata de personas, reclutamineto, sustracción, entre otros ilicitos.
En el caso de los hombres, las estadísticas demuestran que jóvenes de entre 25 y 29 años son las principales víctimas (12 mil 13 personas), seguidos por hombres de 20 a 24 años (11 mil 148), adultos de 30 a 34 años (11 mil 127) y de 35 a 39 años (nueve mil 298).
Aunado a lo anterior, se tiene registro que estados como Jalisco (14 mil 887), Tamaulipas (13 mil 1) y el Estado de México (11 mil 721) son las entidades con más personas desaparecidas y no localizadas en México, que igualan incluso a la ‘cifra negra’ de personas en esta condición “sin año de referencia”, que suman a su vez 13 mil 43 personas en los 61 años de estudio.
Por su parte, respecto a los homicidios dolosos en México, que llegaron a 32 mil 223 durante el 2022, se tiene registro de que 27 mil 839 víctimas fueron hombres, 3 mil 800 fueron mujeres y en 584 casos no se especificó el género de la persona.
El 67.6% de los homicidios se cometió con arma de fuego, el 9.7% con arma punzocortante y el 7.4% por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, señala el Inegi, aunque la estadística definitiva de este año se dará a conocer a finales de estes año.
El fuerte terremoto, ocurrido este viernes, dejó escombros en las calles y la población está huyendo alarmada, por temor a posibles réplicas.
La noche del viernes, a las 11:11, se registró un terremoto en Marruecos con consecuencias devastadoras.
Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió el centro del país y por ahora se cuentan alrededor de 2.500 personas fallecidas en una decena de provincias, y el número de heridos ha ascendido a más de 2.420.
El epicentro se situó 71 kilómetros al sur de Marrakech, una ciudad muy turística y uno de los centros económicos de Marruecos, a una profundidad de 18,5 kilómetros, según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4,9.
Se trata de uno de los mayores terremotos de la historia de Marruecos, al menos desde 1.900, según registra el USGS. El anterior con dimensiones similares fue el 24 de febrero de 2004, de magnitud 6,4.
El más mortífero se registró el 29 de febrero de 1960 en la ciduad de Agadir y aunque su magnitud fue de 5,8, dejó más de 12.000 víctimas.
El epicentro del terremoto estuvo en las montañas del Atlas, una zona escasamente poblada. Pueblos enteros de la zona quedaron arrasados y familias enteras atrapadas bajo los escombros.
Podrían pasar muchos días antes de que sepamos exactamente la magnitud de esta gran catástrofe.
Se han reportado grandes dificultades para llegar a esas aldeas remotas de las montañas del Atlas, señala Mohamed Taha, periodista del servicio árabe de la BBC.
“Podrían pasar días antes de que los rescatistas puedan acceder a esas comunidades, compuestas principalmente de edificaciones antiguas”.
A lo largo del fin de semana el ejército marroquí ha despejado una de las carreteras principales que conducen a las zonas más afectadas, lo que permite que llegue ayuda vital a la población.
Los hospitales de Marrakech han visto una afluencia de heridos y las autoridades han pedido a los residentes que donen sangre.
El rey de Marruecos Mohamed VI suspendió sus vacaciones en Francia y regresó a Rabat para presidir una reunión de emergencia del Gobierno y las fuerzas de seguridad.
El monarca fue informado de las medidas extraordinarias que se tomaron para hacer frente la emergencia, como “el reforzamiento de los medios y los equipos para acelerar las operaciones de salvamento y de evacuación de heridos”, el “aprovisionamiento en agua potable” y la distribución de “kits alimentarios, tiendas y mantas” a los siniestrados”.
Se decretaron 3 días de luto nacional.
Muchas de las víctimas se encontraban en las provincias y municipios de Al Haouz, Marrakech, Ouarzazate, Azilal, Chichaoua y Taroudant, en el centro y sur del país, dijeron previamente las autoridades.
Pero el terremoto no solo se ha sentido en Marruecos.
Tanto en el país vecino, Argelia, en la frontera este, como en las Islas Canarias, al frente de la costa de Marruecos, sintieron el temblor. También en algunas partes de Andalucía, concretamente en la zona occidental de la región del sur de España.
“Sentimos un violento temblor y me di cuenta de que era un terremoto. Vi los edificios moverse”, contó Abdelhak El Amranim, de 33 años y que vive en Marrakech, a la agencia AFP.
“Luego salí y había mucha gente allí. La gente estaba en estado de shock y pánico. Los niños lloraban y los padres estaban angustiados”.
Michael Bizet , un ciudadano francés con varias propiedades en el casco antiguo de Marrakech, le dijo a la agencia de noticias: “Pensé que mi cama se iba a volar. Salí a la calle medio desnudo e inmediatamente fui a ver mis riads (casas tradicionales marroquíes)”.
“Fue un caos total, una verdadera catástrofe, una locura”.
La periodista marroquí Aida Alami, quien creció en Marrakech y ha estado en contacto con sus padres, que se encuentran en esa ciudad, dice que el terremoto fue totalmente inesperado.
“No es un país donde la gente sabe qué hacer en caso de terremotos y simplemente salieron. Estaban realmente preocupados por las réplicas y no sabían qué hacer y nadie les decía qué hacer”, dijo a la BBC.
“Algunas de las imágenes impactantes que vimos esta mañana (son de) las antiguas murallas que rodean la ciudad vieja por las que han caminado todos los que han estado en Marrakech”.
“Y estamos viendo escombros y mucha destrucción en el interior. Estos son edificios muy antiguos, probablemente no estén construidos con la solidez suficiente”.
También hay informes de familias atrapadas bajo los escombros de sus casas y daños en partes de la Medina de Marrakech, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Los hospitales de la ciudad están atendiendo a los heridos y las autoridades han pedido a los residentes que donen sangre.
Los videos que llegan desde las zonas afectadas por el sismo muestran edificios colapsados y calles cubiertas de escombros.
Tras el terremoto los lugareños decidieron quedarse fuera de sus casas en la noche del sábado por si había réplicas.
El gobierno de la vecina Argelia, que rompió lazos con Marruecos hace dos años, informó que abriría su espacio aéreo para vuelos humanitarios a Marruecos,
España, por su parte, se ha ofrecido a enviar rescatistas, según dijo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en delcaraciones a periodistas durante la cumbre del G20 en India.
“España ha ofrecido a Marruecos, si lo considera necesario, tanto sus capacidades de rescate, que en estos momentos son las más importantes, como su capacidad de reconstrucción una vez pasado este momento. Lo importante ahora mismo es salvar el mayor número de vidas posibles”, apuntó.
El presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su solidaridad con las víctimas del terremoto y afirmó que Estados Unidos estaba “dispuesto a proporcionar toda la ayuda necesaria”.
Por su parte, el primer ministro Rishi Sunak dijo que “el Reino Unido está dispuesto a apoyar a nuestros amigos marroquíes”, según escribió en la red social X.
“Mis pensamientos están con todos los afectados por el terrible terremoto que azotó anoche Marruecos”, añadió.
Y en China, el presidente Xi Jinping envió un “mensaje de condolencia” a Marruecos, según dicen los medios estatales.
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.