No basta con ser viral en redes sociales para mantenerte vigente en internet por un largo período, hay que saberlo trabajar. Wendy Guevara lo ha hecho desde 2017, cuando junto a su amiga Paola Suárez fue abandonada en un cerro de su natal León, Guanajuato, y juntas grabaron un video: “¡estamos perdidas! ¡perdidas!”, decían a carcajadas. El video se viralizó y, todavía hoy, se considera uno de los momentos épicos del internet mexicano (¡y cómo nooo!).
Desde entonces Wendy ha hecho una carrera no solo como personalidad del internet, también en la televisión y la música (tiene canciones como “Hasta que salga el sol”).
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Hoy, una mujer trans que nació y creció en una de las ciudades más conservadoras del país, en un país ya de por sí conservador, es tendencia gracias al programa La casa de los famosos. O mejor dicho: La casa de los famosos es tendencia gracias a Wendy Guevara.
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Resulta irónico, casi poético, que una persona de la diversidad, que por violencia escolar decidió no terminar la educación básica y que ya mayor se dedicó al trabajo sexual, sea hoy la persona más famosa de León, Guanajuato. Una ciudad panista hasta el tuétano, donde en 2009 quemaron libros oficiales de biología por enseñar educación sexual y donde hay gente orgullosa de ser descendiente del sinarquismo mexicano.
Pues de ahí mero son Wendy y su familia: su mamá Fabiola Venegas, su papá Francisco Guevara y su hermana Jessi. Primero la conocían como Vianney (“como las colchaaas”) y luego se nombró Wendy, como una amiga trans que ya murió la bautizó cuando todavía era una niña.
Y claro, la influencer, actriz y cantante no se libró en su vida del machismo, la homofobia y la transfobia. En la escuela “me bulleaban por jota, por mi preferencia sexual, me tenía que pelear”, dijo en alguno de los episodios de La casa de los famosos (programa recién bautizado por sus fans como La casa de Wendy).
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En otra ocasión ha relatado cómo fue que sus papás se enteraron de su identidad de género.
Tenía como 15 o 16 años y cada fin de semana se quedaba en casa de su amiga Paola. Ahí, juntas, comenzaban a maquillarse, a ponerse pelucas o extensiones, a usar vestidos y tacones. Un día, sin avisar, llegaron por ella y mientras su mamá tocaba la puerta, Wendy se arrancó la peluca fuertemente asida a su cabello natural.
Fue un momento shockeante, según contó a sus compañeros en el reality show de Televisa. Su mamá salió llorando y ella, Wendy, con todo y miedo y nerviosismo, se quedó con su amiga, “me volví a poner el postizo y me fui a la fiesta”.
Ese desenfado, casi insolencia, es parte del encanto que ha atrapado a sus fans y lo que la mantiene tan vigente.
En La casa de los famosos escuchamos, por fiiin, la versión extendida del video que la lanzó a la fama: Las Perdidas.
Wendy relató que Paola y ella iban de paseo con unos amigos a un cerro en León (la zona es después de la Mesa de Ibarrilla, en la presa de la Media Luna, uno de los pulmones de la ciudad).
Los amigos se fueron a buscar cerveza y las dejaron. Así nomás. En ese momento decidieron grabarse a carcajadas y gritando “¡estamos perdidas! ¡perdidas!”. Eso las lanzó a la fama.
Paola Suárez es su amiga desde niña. Juntas comenzaron a explorar su expresión de género (con maquillaje “bien culero, parecía payaso”, dice Wendy; con pelucas que “me amarraba el pelo bien padre”; y tacones).
Después de que se volvieron virales, comenzaron sus canales de YouTube y siguieron alimentando el internet con memes y audios (la historia de los nopales, el guisado de chicharrón y las quesadillas: ¡chulada!). En esas andanzas se les unió Kimberly Irene.
El carisma de la influencer ha hecho que se le llame La casa de Wendy: las tendencias de búsqueda, la conversación en redes, los videos que se comparten tienen que ver, de una u otra forma, con Wendy Guevara.
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La influencer se ha hecho taaan popular que ya hasta tiene su propio segmento dentro del programa llamado Resulta y Resalta (y hasta patrocinadores ya tiene, la condenada), donde saca los chismes dentro de la casa.
Hay muchos otros momentos divertidos con Wendy.
Por ejemplo, momento fav cuando dejó calladito a Poncho de Nigris que, sin que naaadie le preguntara, empezó a decir que a él le gustan las mujeres sin tanto maquillaje (refiriéndose a Wendy) y ella, muy perruchis, respondió: “Yo no estoy para gustarte a ti, Poncho. Yo no vine para gustarte a ti, baboso”.
@casadelosfamosos_clips #wendyguevara #lacasadelosfamososmexico #lcdlfmexico #lcdlfmx2023 ♬ sonido original – Apoyando a Wendy
Otra de nuestras frases favoritas de Wendy en La casa de los famosos es, oootra vez, haciéndole frente a Poncho de Nigris (jijiji).
El conductor de televisión dijo que Wendy no le atrae físicamente “porque tiene una cara más grande que la mía”. La influencer le respondió en caliente: “y otras cosas también”.
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¡Recuerda usarlos con sabiduría!
“El hombre es como el oso: entre más feo más hermoso”:
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Inolvidable momento de Wendy recreando: “Yo soy la dueeeñaaa”.
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“Pinche cámara chismosa”
Wendy es un meme, te amo nenis
— • 𝐊𝐞𝐲 • 🫧 (@me_keyt) July 11, 2023
Una investigación en Reino Unido reveló niveles alarmantes de acoso y agresión sexual en el ámbito quirúrgico, en medio de una cultura de silencio que ha permitido que se perpetúe este patrón de conducta.
Cirujanas en Reino Unido dicen que están siendo acosadas y agredidas sexualmente, y en algunos casos violadas por sus colegas, según reveló un análisis sobre el personal del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés).
La BBC conversó con mujeres que fueron agredidas sexualmente en el quirófano durante una cirugía.
Los autores del estudio señalan que hay un patrón de comportamiento en el que mujeres que están haciendo prácticas son abusadas por cirujanos de más experiencia, y esto está ocurriendo actualmente en hospitales del NHS.
El Colegio Real de Cirujanos dijo que los hallazgos de la investigación son “realmente impactantes”.
El acoso sexual, la agresión sexual y la violación son considerados un secreto a voces dentro del ámbito quirúrgico británico.
Existe una historia no contada de mujeres a las que toquetean bajo sus batas, cirujanos que secan el sudor de su frente en el pecho de mujeres y hombres con una erección que se frotan contra el personal femenino.
A algunas cirujanas les han ofrecido oportunidades laborales a cambio de sexo.
El análisis -de la Universidad de Exeter, la Universidad de Surrey y el Grupo de Trabajo sobre Conducta Sexual Inapropiada en el marco de la Cirugía- fue compartido en exclusiva con la BBC.
Cerca de dos tercios de las cirujanas que proporcionaron información a los investigadores dijeron que fueron blanco de acoso sexual, y un tercio reveló que fueron agredidas sexualmente por colegas en los últimos cinco años.
Las mujeres dicen que temen reportar estos incidentes por el impacto negativo que esto pueda tener en su carrera y no confían en que el NHS tome medidas.
Hay nerviosismo al hablar abiertamente sobre esto. Judith nos pidió que no incluyéramos su apellido. Ahora, ella es una cirujana talentosa y experimentada.
Judith fue agredida sexualmente al comienzo de su carrera cuando era la persona con menos poder en el quirófano y el cirujano más experimentado estaba transpirando.
“Él simplemente se dio vuelta y hundió su cabeza en mis senos, y yo me di cuenta de que se estaba secando la frente sobre mí”, explica.
“Te quedas helada, ¿sabes?, ‘¿qué hace su cara en mi escote?’”.
Cuando lo volvió a hacer, Judith le ofreció una toalla. “No, esto es mucho más divertido”, le respondió con una “expresión burlona”, dice Judith, que recuerda haberse sentido “sucia y humillada”.
Peor aún para ella fue el silencio total de sus compañeros.
“Incluso él no era la persona de más rango en el quirófano, pero sabía que ese comportamiento estaba bien y eso es simplemente terrible”.
Esto le sucedió a Judith en medio del quirófano, pero el acoso y abuso sexual ocurre también más allá del hospital.
Anne –no podemos revelar su nombre real por razones legales- quiso hablar con la BBC porque cree que solo se producirá un cambio cuando la gente empiece a hablar.
Ella elige no llamar violación a lo que le pasó, pero está claro que las relaciones sexuales que tuvieron lugar no fueron consentidas.
El incidente ocurrió durante un evento social vinculado a una conferencia médica (un encuentro de médicos de la misma especialidad).
En un patrón que ya es familiar, ella era una pasante y él un cirujano experimentado.
“Yo confiaba en él, lo admiraba”, dice.
Él aprovechó esa confianza y le dijo que ella no conocía a la otra gente que estaba allí y que podía confiar en él.
“Así que caminó conmigo hacia el lugar donde me estaba quedando. Yo pensé que quería conversar y luego, de repente, se giró hacia mí y tuvo sexo conmigo”.
Anne dice que en ese momento su cuerpo se congeló y “no podía frenarlo”.
“Eso no era lo que yo quería, nunca fue lo que quise, fue totalmente inesperado”.
Cuando Anne lo vio al día siguiente, dice que “apenas podía mantener la compostura”.
“Sentí que no podía armar un escándalo, sentí que había una cultura muy fuerte de simplemente aguantar lo que te hicieran”.
El incidente tuvo un impacto duradero en Anne.
Primero la dejó emocionalmente paralizada, y años más tarde “el recuerdo volvía a inundar mi mente como un horror, una pesadilla”, incluso cuando se estaba preparando para operar a un paciente.
Es ampliamente aceptado que hay una cultura de silencio en torno a este tipo de comportamientos.
La formación quirúrgica se basa en el aprendizaje de colegas de mayor nivel en el quirófano, y las mujeres nos han dicho que es riesgoso hablar sobre aquellos que tienen poder e influencia sobre el futuro de sus carreras.
La investigación, publicada por la Revista Británica de Cirugía, es el primer intento para tener una idea de la escala del problema.
Los cirujanos registrados –hombres y mujeres- fueron invitados a participar y responder de forma anónima, y 1.434 respondieron. La mitad fueron mujeres:
Si bien el informe muestra que los hombres también son víctimas de algunos de estos comportamientos (un 24% fue acosado sexualmente), concluye que cirujanos y cirujanas “viven realidades diferentes”.
“Es probable que nuestros hallazgos tengan un impacto en la confianza del público en la profesión”, señaló el doctor Christopher Begeny, de la Universidad de Exeter.
Entre tanto, un segundo reporte –llamado “Rompiendo el silencio: abordaje de la conducta sexual inapropiada en la atención médica”- hace recomendaciones sobre lo que tiene que cambiar.
Ambos informes indican que la proporción relativamente más baja de mujeres cirujanas (cerca del 28%), combinada con el hecho de que el ámbito de la cirugía es profundamente jerárquico, les da a algunos hombres un poder significativo, y esto se combina mal con el ambiente de gran presión que se vive en el quirófano.
“Esto hace que la gente puede comportarse con impunidad y no se controla mucho lo que pasa”, dice la profesora Carrie Newlands, cirujana de la Universidad de Surrey.
Newlands decidió abordar este comportamiento después de escuchar las experiencias de sus colegas con menos experiencia.
“El escenario más común es que una aprendiz de menos experiencia sea abusada por un perpetrador hombre de más experiencia, que por lo general es su supervisor”, le dijo a la BBC.
“Y esto da como resultado una cultura de silencio en donde las personas tienen miedo por su futuro y su carrera si deciden hablar”.
Otro tema que surgió del análisis fue la falta de confianza en organismos como el NHS Trust, el Consejo Médico General (que gestiona el registro de médicos en Reino Unido autorizados a ejercer) y los Colegios Reales (que representan a las especialidades en medicina) para tratar el problema.
“Necesitamos un cambio profundo en los procesos de investigación para que sean externos, independientes y confiables para que la atención sanitaria se convierta en un lugar seguro para trabajar”, señala Newlands.
Tim Mitchell, presidente del Colegio Real de Cirujanos de Inglaterra, le dijo a la BBC que los hallazgos de la investigación son “profundamente impactantes y serán una fuente de mucha vergüenza para la profesión de cirujano”.
En conversación con el programa Today de BBC Radio 4, reconoció que “queda claro que se trata de un problema común” que no ha sido abordado.
“Necesitamos implementar una cultura de tolerancia cero para garantizar que existen mecanismos que permitan a las personas afectadas sentirse seguras de que pueden acercarse, denunciar estos incidentes, y que serán tomadas en serio”, dijo.
La doctora Binta Sultan, de NHS Inglaterra, dijo que el informe es “increíblemente difícil de leer” y presenta “evidencia clara” de la necesidad de tomar más medidas para hacer que los hospitales sean “seguros para todos”.
“Ya estamos tomando medidas importantes para hacer esto, incluso a través de compromisos para brindar más apoyo y mecanismos claros de denuncia para aquellos que han sufrido acoso o han sido víctimas de comportamientos inapropiados”.
El Consejo Médico General actualizó el mes pasado sus estándares profesionales para los médicos.
Su direcctor ejecutivo, Charlie Massey, dice que “actuar de forma sexual con los pacientes o colegas es inaceptable” y que la “conducta inapropiada grave es incompatible” con seguir ejerciendo la medicina en el país.
¿Pero es el ámbito quirúrgico un lugar de trabajo seguro para las mujeres hoy día?
“No siempre. Y es terrible tener que admitirlo”, dice Judith.
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