El sindicato estadounidense de guionistas (Writers Guild of America, WGA) y los estudios de Holywood alcanzaron este domingo un acuerdo inicial que podría poner fin a una huelga de meses en el sector.
“Alcanzamos un acuerdo tentativo, lo cual quiere decir un acuerdo de principio en todos los puntos del trato, sujeto a una redacción contractual final”, indica una carta que el gremio envió a sus miembros y que la AFP pudo consultar.
“Podemos decir, con gran orgullo, que este acuerdo es excepcional, con significativos logros y protecciones para guionistas en todos los sectores”, señala la misiva, que no da detalles del arreglo.
“Para ser claros, nadie regresará a trabajar hasta que sea específicamente autorizado por el sindicato. Estamos aún en huelga hasta entonces. Pero, desde hoy, suspendemos las protestas“, indica.
Un escueto comunicado conjunto del WGA y la AMPTPT, el grupo que representa a los estudios y a las empresas de “streaming”, confirmó el acuerdo.
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Miles de guionistas de Hollywood cine y televisión dejaron de trabajar a comienzos de mayo en demanda de mejor paga, mayores premios por crear shows exitosos y protección contra la inteligencia artificial (IA).
Llevan meses formando movilizaciones frente a estudios como Netflix y Disney, y a mediados de julio se les unieron los actores en huelga dejando prácticamente vacíos los normalmente concurridos platós de Hollywood.
El sindicato de actores SAG-AFTRA felicitó al WGA por el principio de acuerdo y elogió la “increíble fuerza, resistencia y solidaridad de las protestas”.
“Mientras esperamos revisar el acuerdo provisional de la WGA y la AMPTP, seguimos comprometidos a lograr las condiciones necesarias para nuestros miembros”, informó el gremio.
Las negociaciones entre los estudios y los guionistas de Hollywood llevaban semanas estancadas, hasta que en los últimos días parecía haberse inyectado un nuevo sentido de urgencia al proceso, con la asistencia personal a las conversaciones de los responsables de Netflix, Disney, Universal y Warner Bros Discovery.
Entre sus reivindicaciones, los guionistas afirman que sus salarios no se han mantenido a la par de la inflación y que el auge de la transmisión en internet ha reducido los pagos “residuales” que ganan cuando una serie en la que trabajan se convierte en un gran éxito.
Los guionistas también han exigido que se limite el uso de la IA, ya que temen que pueda utilizarse para sustituirlos parcialmente en la elaboración de guiones de películas o series, lo que reduciría aún más sus ingresos.
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El Financial Times dio cuenta de un informe del instituto Milken que, a inicios de setiembre, estimaba el costo de la huelga para Hollywood en unos 5 mil millones de dólares.
Con 146 días, la huelga de WGA es mucho más larga que la de los guionistas que paralizaron sus actividades por 100 jornadas entre 2007 y 2008, y que costó 2.100 millones de dólares a la economía de California.
Aunque la huelga de guionistas de Hollywood termine, no será necesariamente el caso de la paralización de actores, que continuará.
No hay reportes de conversaciones entre los estudios y SAG-AFTRA, que reúne a 160 mil de ellos.
“Seguimos en huelga en nuestro contrato de TV/Teatro y seguimos instando a los directores ejecutivos de los estudios y ‘streamers’ y a la AMPTP a que vuelvan a la mesa y lleguen al acuerdo justo que nuestros miembros merecen y exigen”, confirmó SAG-AFTRA.
Fue concebida como parte de un programa del gobierno para construir nuevas prisiones entre 1968 y 1978.
Ovidio Guzmán, uno de los hijos del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue extraditado el 18 de septiembre a Estados Unidos y desde entonces está arrestado en una cárcel de Chicago.
Apodado el “Triángulo de Hierro”, el Centro Correccional Metropolitano es un rascacielos de 28 pisos ubicado en el centro de la ciudad estadounidense, un imponente edificio triangular de hormigón diseñado por el arquitecto Harry Weese e inaugurado en 1975.
El edificio tiene pequeñas rendijas verticales de 13 de ancho por 2,30 metros de alto que funcionan como ventanas irregulares hacia el exterior y que conforman una especie de monolito perforado.
Las ventanas, así diseñadas para evitar fugas, no tienen rejas, como es habitual en las cárceles.
En su momento costó US$10,2 millones, según el periódico local Chicago Tribune, cifra que hoy equivaldría a casi US$60 millones.
Esta cárcel fue concebida como parte de un programa del gobierno para construir nuevas prisiones entre 1968 y 1978, y suponía un modelo de centro de detención diferente para aquellos que están aguardando su juicio o que han recibido una condena breve.
Cuando se inauguró, William Nelson, su primer director, dijo: “Este edificio es completamente seguro, pero fue construido de manera eficiente y teniendo en cuenta la dignidad humana“.
El entonces juez James B. Parsons del Tribunal de Distrito de Estados Unidos lo describió como “lujoso”.
“No hay rejas”, dijo. “Las puertas se abren y cierran libremente. Los pisos están alfombrados. La comida es muy buena y las instalaciones recreativas son excelentes”, afirmó, según recogió el Chicago Tribune en un artículo publicado en 1995.
Al menos en aquel momento, los presos podían ir al patio -ubicado en la azotea- solo dos veces a la semana porque permitían estar 20 personas al mismo tiempo como máximo.
El patio está totalmente cubierto por un alambrado, para evitar que lleguen helicópteros a llevarse a alguno de los presos.
Allí se puede jugar al baloncesto, vóleibol o hacer ejercicio.
También podían visitar la biblioteca, la videoteca y la capilla tres veces por semana.
Algunas medidas de seguridad se han añadido después de su inauguración, ya que hubo episodios de fuga.
Por ejemplo, en diciembre de 2012 dos presos se escaparon desde el piso 17 haciendo un boquete en la pared y arrojando una cuerda tejida a partir de sábanas e hilo dental y sujetada de las literas de la celda.
De acuerdo al registro público de la Oficina Federal de Prisiones, que administra este centro, Ovidio Guzmán López, de 33 años, es uno de los 486 hombres y mujeres allí recluidos.
Originalmente había sido construido para albergar a 400 presos.
Desde el arresto de “El Chapo” Guzmán en 2016 y su posterior extradición a Estados Unidos, cuatro de sus hijos, conocidos como Los Chapitos, supuestamente asumieron roles protagónicos en el cartel.
Los agentes de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA) dicen que el cártel de Sinaloa es la fuente de gran parte del fentanilo ilícito que se introduce de contrabando en Estados Unidos.
Según la jefa de la DEA, Anne Milgram, “Los Chapitos fueron pioneros en la fabricación y el tráfico de la droga más mortífera que nuestro país haya enfrentado jamás”.
Después de que su padre fuera condenado en EE.UU. a cadena perpetua en 2019, Ovidio Guzmán, alias el Ratón, era considerado uno de los líderes del cartel de Sinaloa y fue acusado por Washington de conspiración para distribuir drogas para ser importadas a EE.UU.
En su primera comparecencia ante un juez en Chicago el 5 de septiembre, Guzmán se declaró no culpable de los cargos que enfrenta por narcotráfico.
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