La saga de Indiana Jones nos ha mostrado una y otra vez la búsqueda de los nazis por objetos sobrenaturales que les darían poderes inimaginables, y en Indiana Jones y El Dial del Destino no es diferente.
En la quinta y última película de la franquicia, vemos al buen Indy -interpretado por Harrison Ford- en una carrera contra el tiempo para localizar el Mecanismo de Anticiter, un dispositivo para viajar en el tiempo y con el cual sería posible cambiar el pasado y futuro.
Y aunque parezca sacado completamente de la ciencia ficción, los nazis sí tenían creencias sobrenaturales y hasta organizaron búsquedas por objetos poderosos que les ayudaría con su búsqueda por dominar el mundo.
A continuación te presentamos algunas de las búsquedas sobrenaturales de los nazis -que afortunadamente no les ayudaron a ganar la guerra-.
Heinrich Himmler, jefe supremo de la Schutztaffel (mejor conocida como SS), adquirió el Castillo de Wewelsburg, ubicado en Renania del Norte-Westfalia, con la intención de convertirlo en el centro de su organización, la cual tenía un increíble poder durante la dictadura de Adolf Hitler.
Como cuenta BBC, en este castillo renacentista, Himmler -un fanático del misticismo y ocultismo- quería desarrollar una nueva religión basada en la cultura caballeresca alemana y la pureza sobre la “raza aria”, para que se convirtiera en el lugar donde se realizaran festivales, rituales y ceremonia donde los oficiales de las SS se casaran y bautizaran a sus hijos.
Himmler veía este sitio como “el centro del mundo” y hasta tenía una Mesa Redonda (como la del rey Arturo) en donde los 12 oficiales más importantes de las SS se sentarían para servir como sus seguidores (obviamente él se veía como el Rey). Esta habitación estaba decorada con una incrustación en el suelo del símbolo del “Sol Negro”, el cual estaba ligado a la cultura ocultista de los nazis.
Al adquirir el castillo, Himmler quería que se convirtiera en una escuela para el fortalecimiento de la “raza aria” y comenzó una obra para expandirlo usando esclavos y hasta su propio campo de concentración.
Como se lo podrán imaginar, este sitio estaba repleto de simbolismo nazi y se hacían reuniones para hablar no tanto sobre el estado de la guerra, sino sobre la ideología.
Además, tenía un cuarto especial donde se guardaban los anillos de la calavera (uno de los símbolos de las SS) de los oficiales muertos en combate para simbolizar su eterna permanencia a este culto (aproximadamente 11 500 anillos fueron guardados ahí).
Cuando la guerra estaba perdida para Alemania, Himmler ordenó que se destruyera el castillo, pero no alcanzaron los explosivos y únicamente terminaron demolidas algunas partes y ahora es un museo. De lo que no se sabe nada es sobre dónde terminaron todos los anillos de calavera.
Himmler, como tal vez podrían imaginarlo, también estaba obsesionado con objetos míticos altamente poderosos y uno de ellos era el Mjölnir, el martillo de Thor.
El jefe de las SS creía que las personas de “raza aria” eran descendientes de los nórdicos -como Thor- y que su martillo podría ser un objeto que cambiaría el curso de la guerra.
En una carta dirigida a Ahbeberbe, la sociedad pseudocientífica de las SS encargada de hacer las investigaciones más locas de los nazis, Himmler pidió que encontraran evidencia sobre la existencia de este martillo.
Como cuenta History, Himmler declaró en una carta que este martillo era “un arma avanzada de nuestros ancestros” y dio la orden de buscar en todos los lugares donde se desarrolló “la cultura aria germánica del norte” evidencia del martillo de Thor.
Obviamente nunca encontraron nada.
Otto Rahn, un filólogo alemán obsesionado con la leyenda del Santo Grial -especialmente la variante germánica conocida como la “leyenda de Parsifal”-, viajó a las cuevas del Pirineo Ariege al sur de Francia luego de que, según él, habría encontrado pruebas para respaldar sus teorías.
Las palabras de Rahn enamoraron al mismísimo Himmler (¡sorpresa!), quien se puso en contacto con el filólogo para organizar la búsqueda por el Santo Grial, misma a la que el jefe de las SS acudió.
Según History, Rahn, quien después fue invitado por Himmler para convertirse parte de las SS, señaló que el Grial se encontraba en una fortaleza de Montsegur, ubicada en Francia frontera con España
La suposición de que este objeto se encontraba ahí es porque en la ópera basada en Parsifal de Richard Wagner -el compositor favorito de Hitler-, se decía que el Grial estaba en “el castillo Montsalvat”, ubicado en esa región.
Sin embargo, la búsqueda fracasó, Rahn renunció a las SS en 1939 y murió ese mismo año, presuntamente por suicidio.
Una investigación en Reino Unido reveló niveles alarmantes de acoso y agresión sexual en el ámbito quirúrgico, en medio de una cultura de silencio que ha permitido que se perpetúe este patrón de conducta.
Cirujanas en Reino Unido dicen que están siendo acosadas y agredidas sexualmente, y en algunos casos violadas por sus colegas, según reveló un análisis sobre el personal del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés).
La BBC conversó con mujeres que fueron agredidas sexualmente en el quirófano durante una cirugía.
Los autores del estudio señalan que hay un patrón de comportamiento en el que mujeres que están haciendo prácticas son abusadas por cirujanos de más experiencia, y esto está ocurriendo actualmente en hospitales del NHS.
El Colegio Real de Cirujanos dijo que los hallazgos de la investigación son “realmente impactantes”.
El acoso sexual, la agresión sexual y la violación son considerados un secreto a voces dentro del ámbito quirúrgico británico.
Existe una historia no contada de mujeres a las que toquetean bajo sus batas, cirujanos que secan el sudor de su frente en el pecho de mujeres y hombres con una erección que se frotan contra el personal femenino.
A algunas cirujanas les han ofrecido oportunidades laborales a cambio de sexo.
El análisis -de la Universidad de Exeter, la Universidad de Surrey y el Grupo de Trabajo sobre Conducta Sexual Inapropiada en el marco de la Cirugía- fue compartido en exclusiva con la BBC.
Cerca de dos tercios de las cirujanas que proporcionaron información a los investigadores dijeron que fueron blanco de acoso sexual, y un tercio reveló que fueron agredidas sexualmente por colegas en los últimos cinco años.
Las mujeres dicen que temen reportar estos incidentes por el impacto negativo que esto pueda tener en su carrera y no confían en que el NHS tome medidas.
Hay nerviosismo al hablar abiertamente sobre esto. Judith nos pidió que no incluyéramos su apellido. Ahora, ella es una cirujana talentosa y experimentada.
Judith fue agredida sexualmente al comienzo de su carrera cuando era la persona con menos poder en el quirófano y el cirujano más experimentado estaba transpirando.
“Él simplemente se dio vuelta y hundió su cabeza en mis senos, y yo me di cuenta de que se estaba secando la frente sobre mí”, explica.
“Te quedas helada, ¿sabes?, ‘¿qué hace su cara en mi escote?’”.
Cuando lo volvió a hacer, Judith le ofreció una toalla. “No, esto es mucho más divertido”, le respondió con una “expresión burlona”, dice Judith, que recuerda haberse sentido “sucia y humillada”.
Peor aún para ella fue el silencio total de sus compañeros.
“Incluso él no era la persona de más rango en el quirófano, pero sabía que ese comportamiento estaba bien y eso es simplemente terrible”.
Esto le sucedió a Judith en medio del quirófano, pero el acoso y abuso sexual ocurre también más allá del hospital.
Anne –no podemos revelar su nombre real por razones legales- quiso hablar con la BBC porque cree que solo se producirá un cambio cuando la gente empiece a hablar.
Ella elige no llamar violación a lo que le pasó, pero está claro que las relaciones sexuales que tuvieron lugar no fueron consentidas.
El incidente ocurrió durante un evento social vinculado a una conferencia médica (un encuentro de médicos de la misma especialidad).
En un patrón que ya es familiar, ella era una pasante y él un cirujano experimentado.
“Yo confiaba en él, lo admiraba”, dice.
Él aprovechó esa confianza y le dijo que ella no conocía a la otra gente que estaba allí y que podía confiar en él.
“Así que caminó conmigo hacia el lugar donde me estaba quedando. Yo pensé que quería conversar y luego, de repente, se giró hacia mí y tuvo sexo conmigo”.
Anne dice que en ese momento su cuerpo se congeló y “no podía frenarlo”.
“Eso no era lo que yo quería, nunca fue lo que quise, fue totalmente inesperado”.
Cuando Anne lo vio al día siguiente, dice que “apenas podía mantener la compostura”.
“Sentí que no podía armar un escándalo, sentí que había una cultura muy fuerte de simplemente aguantar lo que te hicieran”.
El incidente tuvo un impacto duradero en Anne.
Primero la dejó emocionalmente paralizada, y años más tarde “el recuerdo volvía a inundar mi mente como un horror, una pesadilla”, incluso cuando se estaba preparando para operar a un paciente.
Es ampliamente aceptado que hay una cultura de silencio en torno a este tipo de comportamientos.
La formación quirúrgica se basa en el aprendizaje de colegas de mayor nivel en el quirófano, y las mujeres nos han dicho que es riesgoso hablar sobre aquellos que tienen poder e influencia sobre el futuro de sus carreras.
La investigación, publicada por la Revista Británica de Cirugía, es el primer intento para tener una idea de la escala del problema.
Los cirujanos registrados –hombres y mujeres- fueron invitados a participar y responder de forma anónima, y 1.434 respondieron. La mitad fueron mujeres:
Si bien el informe muestra que los hombres también son víctimas de algunos de estos comportamientos (un 24% fue acosado sexualmente), concluye que cirujanos y cirujanas “viven realidades diferentes”.
“Es probable que nuestros hallazgos tengan un impacto en la confianza del público en la profesión”, señaló el doctor Christopher Begeny, de la Universidad de Exeter.
Entre tanto, un segundo reporte –llamado “Rompiendo el silencio: abordaje de la conducta sexual inapropiada en la atención médica”- hace recomendaciones sobre lo que tiene que cambiar.
Ambos informes indican que la proporción relativamente más baja de mujeres cirujanas (cerca del 28%), combinada con el hecho de que el ámbito de la cirugía es profundamente jerárquico, les da a algunos hombres un poder significativo, y esto se combina mal con el ambiente de gran presión que se vive en el quirófano.
“Esto hace que la gente puede comportarse con impunidad y no se controla mucho lo que pasa”, dice la profesora Carrie Newlands, cirujana de la Universidad de Surrey.
Newlands decidió abordar este comportamiento después de escuchar las experiencias de sus colegas con menos experiencia.
“El escenario más común es que una aprendiz de menos experiencia sea abusada por un perpetrador hombre de más experiencia, que por lo general es su supervisor”, le dijo a la BBC.
“Y esto da como resultado una cultura de silencio en donde las personas tienen miedo por su futuro y su carrera si deciden hablar”.
Otro tema que surgió del análisis fue la falta de confianza en organismos como el NHS Trust, el Consejo Médico General (que gestiona el registro de médicos en Reino Unido autorizados a ejercer) y los Colegios Reales (que representan a las especialidades en medicina) para tratar el problema.
“Necesitamos un cambio profundo en los procesos de investigación para que sean externos, independientes y confiables para que la atención sanitaria se convierta en un lugar seguro para trabajar”, señala Newlands.
Tim Mitchell, presidente del Colegio Real de Cirujanos de Inglaterra, le dijo a la BBC que los hallazgos de la investigación son “profundamente impactantes y serán una fuente de mucha vergüenza para la profesión de cirujano”.
En conversación con el programa Today de BBC Radio 4, reconoció que “queda claro que se trata de un problema común” que no ha sido abordado.
“Necesitamos implementar una cultura de tolerancia cero para garantizar que existen mecanismos que permitan a las personas afectadas sentirse seguras de que pueden acercarse, denunciar estos incidentes, y que serán tomadas en serio”, dijo.
La doctora Binta Sultan, de NHS Inglaterra, dijo que el informe es “increíblemente difícil de leer” y presenta “evidencia clara” de la necesidad de tomar más medidas para hacer que los hospitales sean “seguros para todos”.
“Ya estamos tomando medidas importantes para hacer esto, incluso a través de compromisos para brindar más apoyo y mecanismos claros de denuncia para aquellos que han sufrido acoso o han sido víctimas de comportamientos inapropiados”.
El Consejo Médico General actualizó el mes pasado sus estándares profesionales para los médicos.
Su direcctor ejecutivo, Charlie Massey, dice que “actuar de forma sexual con los pacientes o colegas es inaceptable” y que la “conducta inapropiada grave es incompatible” con seguir ejerciendo la medicina en el país.
¿Pero es el ámbito quirúrgico un lugar de trabajo seguro para las mujeres hoy día?
“No siempre. Y es terrible tener que admitirlo”, dice Judith.
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