La empresa TSX vende espacios de 15 segundos por 40 dólares para pasar un video en su pantalla de Times Square, y tanto Claudia Sheinbaum como Delfina Gómez aparecieron en la plataforma el domingo.
Utilizando la plataforma EarthCam, que graba un livestream de la pantalla de TSX en el Father Duffy Square en Nueva York, El Sabueso encontró que el 24 de septiembre a las 12:10 pasaron un clip con fotografías de Delfina Gómez y posteriormente otro con imágenes de Claudia Sheinbaum y la leyenda #EsClaudia.
Dentro de las guías de la comunidad, TSX aclara que está prohibido colocar videos con mensajes políticos o religiosos, sin embargo los videos de Gómez y Sheinbaum se transmitieron exitosamente. Hasta el momento, no hemos obtenido respuesta por parte del equipo de TSX para aclarar por qué se permitió transmitir esta propaganda política en contra de sus reglas.
El clip de Delfina Gómez muestra imágenes de la gobernadora hablando durante el encuentro empresarial del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que se llevó a cabo el 21 de septiembre, evento que ella publicó en sus redes sociales.
El Sabueso consultó al equipo de Delfina Gómez, sin embargo negaron haber sido ellos quienes colocaron la publicidad.
Posteriormente se mostró un clip de Claudia Sheinbaum, con varias fotografías en repetición de la aspirante de Morena y finalizando con la imagen de una tarjeta con la leyenda #EsClaudia Presidenta.
De hecho, el Secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Carlos Ulloa, presumió el anunció publicitario en su perfil personal de Instagram.
No es la primera vez que Sheinbaum aparece en Times Square, en 2021 mandó un mensaje en calidad de Jefa de Gobierno de la Ciudad de México para las celebraciones de año nuevo.
El concepto de TSX.live es sencillo, quien sea que quiera experimentar 15 segundos de fama en una de las gigantescas pantallas de Times Square puede comprar un espacio a través de su aplicación homónima.
La pantalla se ubica en el Father Duffy Square entre la calle 47 y la calle 7 en Nueva York.
Al descargar la aplicación desde un teléfono móvil, es posible cargar un clip de 15 segundos y seleccionar un horario de transmisión. Al pagar 40 dólares en la plataforma, el video pasa a una corta revisión de moderación de contenido. Una vez aceptado queda listo para su transmisión en Broadway.
Según la guía de TSX, el video de la transmisión queda grabado en la plataforma EarthCam, que graba la pantalla las 24 horas del día y deja las 24 horas previas en su archivo para que cualquier persona pueda consultarlas. De esta manera, El Sabueso corroboró la transmisión de los clips de las morenistas en Times Square.
Además de eso, TSX le manda un “recuerdo digital” al usuario, que es una pequeña grabación de su clip en la aplicación.
Las muestras del asteroide Bennu que recolectó la sonda Osiris-Rex podrían dar indicios sobre cómo se inició la vida en la Tierra.
Este domingo, la cápsula Osiris-Rex de la Nasa atravesó la atmósfera de la Tierra a unas 15 veces la velocidad de la bala de un rifle.
A esas velocidades, se convirtió en una bola de fuego en el cielo, pero un escudo contra el calor y un paracaídas frenaron el descenso, convirtiéndolo en un suave aterrizaje en el desierto de Utah, en EE.UU.
La cápsula trae un cargamento precioso: un puñado de polvo recolectado del asteroide Bennu, una roca espacial del tamaño de una montaña que puede darnos información clave para responder a una de las preguntas más profundas para los humanos: ¿de dónde venimos?
“Cuando tengamos los 250 g del asteroide Bennu, estaremos viendo material que existía antes que existiera nuestro planeta, incluso algunos granos podrían ser más viejos que nuestro sistema solar”, dice el profesor Dante Lauretta, investigador principal de la misión.
“Estamos tratando de rastrear nuestros inicios. ¿Cómo se formó la Tierra y por qué es un lugar habitable? ¿De dónde viene toda el agua de nuestros océanos? ¿de dónde viene todo el aire que existe en nuestra atmósfera? Y de manera más importante, ¿cuál es la fuente de todas las moléculas orgánicas que componen la vida en la Tierra?”.
La creencia que prevalece es que muchos de los componentes clave para la vida llegaron a nuestro planeta durante una época muy temprana de la historia de la Tierra en una lluvia de meteoritos, muchos de ellos a lo mejor parecidos a Bennu.
La travesía para conseguir los fragmentos de Bennu comenzó en 2016, cuando la NASA lanzó la nave Osiris Rex hacia el objeto de 500 metros de diámetro.
Le tomaría dos años en llegar al cuerpo rocoso y otros dos años más se dedicaron a cartografiarlo, antes de que el equipo de la misión pudiera identificar con confianza un lugar en la superficie de la piedra espacial en el que recoger una muestra de “tierra”.
Alguien clave a la hora de tomar esa decisión fue la leyenda británica del rock y astrofísico Brian May. El guitarrista de Queen es un experto en mapeo de imágenes estéreo.
Tiene la habilidad de alinear dos imágenes con diferentes ángulos de un mismo objeto para dar un sentido de perspectiva, formando una escena 3D. Él y su colaboradora Claudia Manzoni hicieron esto para elaborar la lista final de lugares en Bennu en los que recoger muestras. Ellos definieron los lugares más seguros para el acercamiento.
El momento de la captura de la muestra, el 20 de octubre de 2020, fue increíble.
Osiris Rex descendió hasta el asteroide, sosteniendo su mecanismo de agarre al final de un palo de 3 metros de longitud.
La idea era darle un golpe a la superficie de la roca y, al mismo tiempo, soltar un soplido de gas de nitrógeno para levantar polvo. Pero lo que ocurrió después fue un shock.
Cuando el mecanismo hizo contacto, la superficie se partió como un fluido. Para cuando el gas se disparó, el disco ya estaba 10 cm por debajo. La presión del nitrógeno abrió un agujero de 8 mts de diámetro. El material voló por todos lados, pero lo importante es que parte cayó en la cámara de recolección.
Así que aquí estamos. Osiris-Rex entregó la muestra del asteroide Bennu al final de lo que ha sido un viaje de ida y vuelta de siete años y de 7 mil millones de kilómetros.
La cámara será llevada al Centro Espacial Johnson, en Texas, donde se ha construido un cuarto especial dedicado al análisis de las muestras.
El doctor Ashley King del Museo de Historia Natural (NHM) de Londres, será uno de los primeros en poner sus guantes sobre el material. Forma parte del equipo “mirada rápida”, que será el que haga el análisis inicial.
“Traer muestras de un asteroide no es algo que hagamos muy a menudo. Así que quieres hacer esas mediciones iniciales y quieres hacerlas muy bien”, dice. “Es muy emocionante”.
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La Nasa ve al asteroide Bennu como la roca más peligrosa del sistema solar. Su trayectoria en el espacio hace que sea el asteroide con mayores probabilidades de impactar a la Tierra del que se tenga conocimiento.
Pero no hay que asustarse, las probabilidades son muy bajas, parecidas a que lances una moneda al aire y te salga cara once veces seguidas. Y un impacto no ocurriría el próximo siglo.
Bennu seguramente tenga agua, y bastante: al menos el 10% de su peso, y toda en sus minerales. Los científicos intentarán ver si las proporciones de los distintos tipos de átomos de hidrógeno en esta agua es parecida a la de los océanos de la Tierra.
Si, como creen algunos expertos, la Tierra temprana estaba tan caliente que perdió gran parte de su agua, el encontrar una coincidencia de H2O en Bennu podría impulsar la idea de que un bombardeo posterior de asteroides tuvo gran relevancia en darles volumen a nuestros océanos.
También es posible que Bennu contenga entre 5% y 10% de su peso en carbono. Aquí radica gran parte del interés. Como sabemos, nuestro planeta se basa en la química orgánica. Al igual que el agua, ¿habrán llegado las moléculas desde el espacio para que empezara la biología en la joven Tierra?
“Uno de los primeros análisis que se les harán a las muestras incluirá hacer un inventario de todas las moléculas basadas en carbono que contenga”, dice la profesora Sara Russell.
“Sabemos, a través de estudiar meteoritos, que los asteroides probablemente contienen distintas moléculas orgánicas. Pero en los meteoritos, muchas veces están bastante contaminadas, así que estas muestras nos dan una oportunidad de descubrir realmente cuáles son los componentes orgánicos prístinos de Bennu”.
El profesor Lauretta agrega: “De hecho, nunca hemos buscado en los meteoritos los aminoácidos de las proteínas por este problema de la contaminación. Así que creemos que realmente vamos a avanzar en nuestro entendimiento de lo que llamamos la ‘hipótesis de entrega exógena’, la idea que estos asteroides fueron la fuente de los bloques fundacionales de la vida”.
Reportería adicional de Rebecca Morelle, Alison Francis y Kevin Church
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