Estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, incendiaron una camioneta Urvan en una de las puertas de la fachada de la sede del 27 Batallón Infantería, en Iguala, la que minutos antes impactaron en el sitio, como parte de su plan de acción por los nueve años de la desaparición de sus 43 compañeros.
La acción de los normalistas ocurrió en cuestión de minutos ya que los elementos de la Guardia Nacional vigilaron en todo momento la protesta y tan pronto como ocurrió respondieron a los estudiantes con gases lacrimógenos.
En estos nueve años, el 27 Batallón de Infantería y otras sedes militares fueron blindadas contra estas acciones de los normalistas de Ayotzinapa, las que ocurren cada mes de septiembre por el aniversario de la desaparición de los estudiantes.
El portón principal del batallón está cercado con obstáculos de acero y alambre con púas para evitar el paso. Los normalistas impactaron la unidad sobre la puerta del costado, donde no había impedimentos más que el pequeño borde de la jardinera.
Los normalistas llegaron a la ciudad, según los reportes de Protección Civil, en unos 25 autobuses. Se encaminaron hacia el edificio local de la Ciudad Judicial y siguieron hasta la sede militar, ubicada sobre Periférico, frente a Plaza Tamarindos.
Toda la zona que hoy recorrieron los normalistas es donde desaparecieron a sus compañeros hace nueve años.
Ante la posibilidad de que los normalistas llegaran al centro de la ciudad, algunos comerciantes cerraron sus negocios.
En su trayecto, los normalistas retuvieron la camioneta de una empresa privada que impactaron en la sede militar; tenía los logos de una tienda departamental. El vehículo fue incendiado después de estrellarlo.
También lanzaron algunos petardos a la sede militar que respondieron elementos de la Guardia Nacional con gases lacrimógenos, tal como lo hicieron el jueves pasado en la 35 Zona Militar, en Chilpancingo, donde protestaron por la misma razón.
Los estudiantes, las madres y los padres de los 43 normalistas señalan al Ejército como uno de los responsables directos de la desaparición ocurrida en Iguala la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014, según los hallazgos de los integrantes del Grupo Independiente de Expertos Independientes (GIEI).
El reclamo de los estudiantes es que el gobierno federal no investiga a los miembros del Ejército como probables responsables de la desaparición de los 43.
Elementos de Protección Civil llegaron a las instalaciones del 27 Batallón para sofocar el fuego y retirar el vehículo.
Después, los estudiantes abordaron los autobuses en los que llegaron y siguieron, al parecer, hacia Ciudad de México, donde tienen contempladas otras acciones de protesta.
Los daños hasta el momento son incalculables.
Las imágenes satelitales muestran la escala de la destrucción en la ciudad portuaria de Derna, en Libia, después de que aguas torrenciales arrasaran puentes, calles y comunidades enteras, dejando miles de fallecidos y desaparecidos en el camino.
Las fuertes lluvias que trajo consigo la tormenta Daniel durante el fin de semana ocasionaron el colapso de dos represas sobre el río Wadi Derna, que recorre la ciudad y que, por lo general, tiene un caudal muy reducido. Los torrentes de agua y escombros dejaron una estela de devastación.
Una serie de puentes cruzaban el Wadi, conectando un área del puerto con la parte occidental de la ciudad.
Las aguas – descritas por un oficial como “un tsunami”- arrasaron los puentes al igual que bloques de edificios residenciales enteros (incluyendo complejos de varios pisos), edificios gubernamentales y una mezquita de gran tamaño.
En el barrio de Al-Eilwa, se reportaron inundaciones en el 96% de las casas.
Muchas de las propiedades construidas en las cercanías al río desaparecieron, solamente dejando visibles los cimientos de las construcciones.
Una carretera costera cercana al puerto cayó al mar.
La población de Derna contaba con una población de 200.000 personas antes de la tormenta.
El alcalde de la ciudad dijo que dado el número de barrios que resultaron completamente destruidos, pudieron haber muerto entre 18.000 y 20.000 personas.
Miles más están heridas o desaparecidas, mientras muchas quedaron sin dónde vivir.
Un análisis de Naciones Unidas muestra que más de 2.200 estructuras fueron expuestas a las aguas y que al menos seis puentes y el área del puerto habían sufrido graves daños.
Barrios afectados severamente como Al-Bilad y Al-Maghar a ambos lados del río, también albergaban los centros de salud que la gente de la ciudad usaba, según los analistas de desastres de Reach.
Los hogares que fueron construidos sobre el lecho seco del río en el lado de la represa que daba hacia el mar fueron los que recibieron la mayor fuerza del impacto del agua.
Hamad Shalawi, miembro del comité de desastres local, dijo que la ciudad había sido destruida en segundos y que familias enteras habían muerto.
“La geografía de la ciudad cambió completamente con la mitad de la ciudad barrida hacia el mar”, le dijo al servicio árabe de la BBC.
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