Tras ser forzado a renunciar a la presidencia de Bolivia, tras semanas de protestas y luego de perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía, Evo Morales aceptó el ofrecimiento de asilo político que hizo el gobierno de México. Morales llegó al país en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana acompañado de su hijo, el exvicepresidente, Álvaro García, y la expresidenta del Congreso, Gabriela Montaño; agradeció a López Obrador de haberle salvado la vida.