La empresa Psicofarma, principal proveedora de medicamentos psiquiátricos que han estado en desabasto desde principios de año, ahora batalla por los obstáculos para regularizar su comercialización y distribución tras un retraso de producción de nueve meses.
Esa fue la respuesta que la farmacéutica dio al colectivo Medicamentos para Mentes Libres MX cuando estaban por iniciar una breve protesta al exterior de sus instalaciones.
La empresa argumentó que no ha sido posible normalizar al 100% el abasto de diversos medicamentos psiquiátricos debido a los trámites y controles gubernamentales más estrictos, específicamente en el caso de los opioides, así como al cálculo y reposición de la materia prima que caducó mientras estuvo vigente la sanción en sus instalaciones.
El 22 de febrero pasado, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) hizo pública una carta de hallazgos de riesgos sanitarios dirigida a Psicofarma.
A partir de las visitas de verificación que se detallaron en el documento, a la empresa le fueron colocados sellos de suspensión sin que el gobierno contara con un plan alterno para subsanar el desabasto de medicamentos psiquiátricos que se produciría.
Desde entonces, distintos testimonios, aglutinados en el movimiento Medicamentos para Mentes Libres MX, han denunciado el desabasto de metadona, litio, metilfenidato, amitriptilina, clozapina, imipramina, lorazepam, pontiride y sulpirida.
Pese a que, paulatinamente, desde mayo la Cofepris ha reanudado las autorizaciones de Psicofarma, la disponibilidad todavía no se restablece en su totalidad.
“Intuíamos que los procesos de producción no iba a ser cosa fácil ni sencilla, entonces le pedimos a la empresa que ellos den a conocer los productos que precisamente son los que nos dijeron ahorita que ya hay en existencia en toda la República pero no en todas las farmacias… Sin embargo, también nos explicaron los tiempos que hay de la aduana, de materia prima o medicamento que se les llegó a caducar”, informó Elías Téllez, miembro del colectivo.
Añadió que, de la misma manera, seguirán presionando a la autoridad para que especifique los tiempos que maneja.
Aunque la empresa aún no puede dar una fecha exacta, para el colectivo resultaba importante acudir a hablar en nombre de los pacientes que siguen preocupados o no tienen la información completa, ante lo que el comité de organización de la agrupación puede colaborar en intentar corroborar y socializarla.
“Todas las dudas que manejamos ahí son las que le dijimos el día de hoy por tercera vez a la empresa. Nosotros hemos sido el canal de comunicación. Es muy difícil que ellos den fechas exactas por los tiempos de la autoridad, entonces venimos a hablar de los pacientes que han sufrido, por ejemplo en el caso del medicamento que se llama adepsique, que ha estado en completo desabasto; en estos nueve meses ellos no lo han encontrado en ningún lado”, añadió Téllez.
En cuanto al resto de los medicamentos, el activista señaló que pueden encontrarse parcialmente en algunas farmacias, pero aún falta que lleguen a algunas regiones o entidades del país donde el acceso es más complicado.
Del mismo modo, acusó que han tenido conocimiento de decesos en Ciudad Juárez y en La Paz de personas que estaban en tratamiento para adicciones con metadona y tuvieron que recurrir nuevamente a la heroína.
“Ha sido una reunión de información importante. Vamos a decir después qué medicamentos hay en abasto ya a nivel República Mexicana, y aun así no en todas las farmacias, como el alprazolam, alzam, leptopsique, clozapina, anapsique ya se encuentran, y le toca a la empresa hacer uso de sus redes para que ellos envíen la información y nosotros platicar con los miembros de nuestro colectivo”, añadió el activista.
“Hola, yo soy Margarita Hernández, mi mamá es un paciente psiquiátrico, mi mamá pertenece a la población vulnerable del país. Ella es un adulto mayor de 79 años que tiene movilidad nula. Desde hace 5 años ella fue diagnosticada con trastorno de ansiedad generalizada y depresión”, comienza uno de los recientes testimonios dados a conocer por Medicamentos para Mentes Libres MX.
Después de ser diagnosticada inició un tratamiento con adepsique. En noviembre del año pasado, la familia de Margarita se dio cuenta que ya no lo podía encontrar en las farmacias, por lo que escribieron un correo electrónico a la empresa en el que les indicaron que ya no lo encontrarían y debían pedir un cambio de tratamiento.
“Han pasado nueve meses, y yo creo que mi mamá merece tener calidad de vida, merece una vejez digna y merece tener su medicamento. La ausencia de este medicamento ha provocado que ella tenga recaídas, que tenga crisis nuevamente, porque el poco medicamento que tenía lo tuvimos que reducir a dosis ínfimas, que no cubren las necesidades de su organismo para estar plenamente”, agrega.
Margarita exhorta a Psicofarma a que dé fechas de elaboración, distribución y venta para que la incertidumbre que tienen los familiares al ver sufrir a sus pacientes se mitigue un poco.
Fue concebida como parte de un programa del gobierno para construir nuevas prisiones entre 1968 y 1978.
Ovidio Guzmán, uno de los hijos del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue extraditado el 18 de septiembre a Estados Unidos y desde entonces está arrestado en una cárcel de Chicago.
Apodado el “Triángulo de Hierro”, el Centro Correccional Metropolitano es un rascacielos de 28 pisos ubicado en el centro de la ciudad estadounidense, un imponente edificio triangular de hormigón diseñado por el arquitecto Harry Weese e inaugurado en 1975.
El edificio tiene pequeñas rendijas verticales de 13 de ancho por 2,30 metros de alto que funcionan como ventanas irregulares hacia el exterior y que conforman una especie de monolito perforado.
Las ventanas, así diseñadas para evitar fugas, no tienen rejas, como es habitual en las cárceles.
En su momento costó US$10,2 millones, según el periódico local Chicago Tribune, cifra que hoy equivaldría a casi US$60 millones.
Esta cárcel fue concebida como parte de un programa del gobierno para construir nuevas prisiones entre 1968 y 1978, y suponía un modelo de centro de detención diferente para aquellos que están aguardando su juicio o que han recibido una condena breve.
Cuando se inauguró, William Nelson, su primer director, dijo: “Este edificio es completamente seguro, pero fue construido de manera eficiente y teniendo en cuenta la dignidad humana“.
El entonces juez James B. Parsons del Tribunal de Distrito de Estados Unidos lo describió como “lujoso”.
“No hay rejas”, dijo. “Las puertas se abren y cierran libremente. Los pisos están alfombrados. La comida es muy buena y las instalaciones recreativas son excelentes”, afirmó, según recogió el Chicago Tribune en un artículo publicado en 1995.
Al menos en aquel momento, los presos podían ir al patio -ubicado en la azotea- solo dos veces a la semana porque permitían estar 20 personas al mismo tiempo como máximo.
El patio está totalmente cubierto por un alambrado, para evitar que lleguen helicópteros a llevarse a alguno de los presos.
Allí se puede jugar al baloncesto, vóleibol o hacer ejercicio.
También podían visitar la biblioteca, la videoteca y la capilla tres veces por semana.
Algunas medidas de seguridad se han añadido después de su inauguración, ya que hubo episodios de fuga.
Por ejemplo, en diciembre de 2012 dos presos se escaparon desde el piso 17 haciendo un boquete en la pared y arrojando una cuerda tejida a partir de sábanas e hilo dental y sujetada de las literas de la celda.
De acuerdo al registro público de la Oficina Federal de Prisiones, que administra este centro, Ovidio Guzmán López, de 33 años, es uno de los 486 hombres y mujeres allí recluidos.
Originalmente había sido construido para albergar a 400 presos.
Desde el arresto de “El Chapo” Guzmán en 2016 y su posterior extradición a Estados Unidos, cuatro de sus hijos, conocidos como Los Chapitos, supuestamente asumieron roles protagónicos en el cartel.
Los agentes de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA) dicen que el cártel de Sinaloa es la fuente de gran parte del fentanilo ilícito que se introduce de contrabando en Estados Unidos.
Según la jefa de la DEA, Anne Milgram, “Los Chapitos fueron pioneros en la fabricación y el tráfico de la droga más mortífera que nuestro país haya enfrentado jamás”.
Después de que su padre fuera condenado en EE.UU. a cadena perpetua en 2019, Ovidio Guzmán, alias el Ratón, era considerado uno de los líderes del cartel de Sinaloa y fue acusado por Washington de conspiración para distribuir drogas para ser importadas a EE.UU.
En su primera comparecencia ante un juez en Chicago el 5 de septiembre, Guzmán se declaró no culpable de los cargos que enfrenta por narcotráfico.
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