Las puertas de Casa Frida, un albergue para personas LGBTIQ que han sido víctimas de violencia, abrieron en mayo de 2020. Desde entonces, la asociación se ha preocupado por brindar un espacio seguro en el cual puedan vivir temporalmente, así como con el apoyo en la búsqueda de un empleo que les permita recobrar autonomía.
Bajo esa premisa se crea Contrata LGBTIQ, un programa para apoyar a la comunidad en la búsqueda de un trabajo. Además de ayudarles a realizar sus CV, les brindan capacitación constante y se aseguran de que las empresas u organizaciones que hacen la contratación tengan las condiciones de seguridad e inclusión necesarias para que puedan desarrollarse profesionalmente.
Ian Hernández, coordinador del programa, explica que la búsqueda de empleo para las personas de la diversidad sexual no siempre es sencilla, porque hay lugares donde les niegan la oportunidad de trabajar por su identidad u orientación sexual; y en algunos espacios donde son aceptados llegan a vivir situaciones de violencia y discriminación.
Al contar con una sede en la Ciudad de México, y otra en Chiapas, el trabajo de Casa Frida no se limita al apoyo de la comunidad LGBTIQ en México, sino también a la que migra desde otros países en búsqueda de una mejor vida.
El acompañamiento integral es clave en nuestros programas, brindamos #EspaciosSeguros, comida, atención médica y psicológica, asesorías jurídicas y capacitaciones para la reintegración social. #FondoCanádaMx #CFLI50 @EmbCanMexico @GClark_CA @SHemingwayMx @Lucieoflabaie pic.twitter.com/489p0394Jj
— Refugio LGBTIQ 🏳️🌈🏳️⚧️🇲🇽 (@CasaFridaLGBT) October 13, 2022
En mayo pasado, Tatiana y su pareja huyeron de El Salvador sin avisar a nadie de sus planes ni su destino. No podían soportar más agresiones del hombre con el que su pareja tuvo dos hijos, quien no pudo superar que ella lo dejara por otra mujer.
Ser una pareja lésbica y tener un negocio las volvió blanco de agresiones por parte del padre de los niños y de las pandillas, quienes intentaron cobrarles “renta” por las ganancias que recibían con la venta de pan casero.
Intentaron llegar a los Estados Unidos, pero fueron detenidas en México y debido a que no se encuentran casadas fueron separadas. Tatiana tuvo que irse a la estación migratoria Siglo XXI, mientras su pareja y sus dos hijos fueron ingresadas al Sistema DIF de Chiapas.
Tatiana pasó por la estación Siglo XXI y un albergue para migrantes, en el que recuerda haber vivido diversos episodios de discriminación por parte de otras de las personas alojadas que supieron que es lesbiana y la aislaron con el argumento de que podían contagiarse de “su enfermedad”.
Después de algunos días en este albergue, le informaron de la existencia de Casa Frida e inmediatamente aceptó trasladarse. En este espacio se sintió segura y comprendida, recibió apoyo psicológico y pudo inscribirse al programa de empleo al que sumó a su pareja en cuanto les permitieron reunirse.
“Nos orientaron para tener una resolución positiva en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y en el tema de empleo nos dijeron cómo inscribirnos en un programa de Bienestar, también nos dan charlas de derechos humanos y para que podamos retomar nuestro proyecto de vida”, cuenta Tatiana.
Desde México, y con la seguridad de saber que cuenta con documentos que le permiten estar y trabajar en este país, Tatiana se muestra contenta y tranquila.
“Ahorita que ya tenemos la resolución hemos estado ahorrando un poco y nuestra idea es buscar algún lugar para establecernos por un tiempo; ya luego veremos la forma de cruzar a Estados Unidos porque aunque ahora tenemos apoyo acá, ese es nuestro destino”.
Los registros de Casa Frida indican que ocho de cada 10 personas que buscan su apoyo son jóvenes de entre 18 y 30 años. En el caso de los migrantes, estos provienen principalmente de Honduras, Guatemala, El Salvador, Venezuela, pero han atendido a personas incluso de Rusia y República Checa.
A la fecha, Casa Frida ha podido vincular a por lo menos 58 personas LGBTIQ con alguna empresa u organización para que obtenga un empleo. Tienen por lo menos 95 solicitantes activos en su sistema de empleabilidad, entre personas que se alojan en su albergue de la Ciudad de México y las que se encuentran en Chiapas.
Para suscribirse a su sistema, Casa Frida tiene un enlace a un formulario, que se encuentra disponible en su página web y redes sociales.
Este formato les permite conocer la situación particular de cada solicitante: si estos se encuentran viviendo alguna situación de violencia, si tienen trabajo o se encuentran en busca de uno y qué tipo de habilidades tienen, para poder acercarlos a una empresa u organización cuyo perfil se ajuste mejor a ellas.
“Hay personas que actualmente trabajan en empresas donde no tienen políticas incluyentes o sufren situaciones de maltrato, algunos más que por la pandemia no han podido recuperar sus ingresos y deben recurrir a dos o más empleos, o quienes por su orientación o identidad de género no han accedido a trabajo. A la par, trabajamos con equipos de talento humano, dirección y liderazgo de las compañías, para que estas realmente sean espacios seguros para la comunidad”, detalla Ian.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al menos el 28.1% de las personas LGBT reportó haber recibido un trato desigual en el trabajo, o haber sido víctima de comentarios ofensivos.
El INEGI preguntó a las personas LGBTIQ en México qué tan satisfechas se sienten con tres aspectos de su vida: su situación económica, la laboral y con su relación familiar. De estos tres, aquella en la que menos se sintieron “muy satisfechos” o “algo satisfechos” fue el trabajo, con 28.8% y 23.3%, respectivamente. Se sienten más complacidos con sus relaciones personales, y en segundo lugar, con el tema de su economía.
Es por eso que Casa Frida tiene la responsabilidad de asegurarse que las empresas en las que consiguen vincular a las personas beneficiarias lleguen a espacios laborales realmente seguros, donde no estén en riesgo de volver a vivir violencia por motivos de su orientación o identidad de género.
“Para verificar que las empresas efectivamente son seguras, nosotros establecemos comunicación constante con ellos y tenemos un convenio de colaboración en el que señalamos que deben contar con un grupo del orgullo y con información clara y accesible para las personas de la comunidad sobre sus derechos y políticas de inclusión”, explica Hernández.
Ambientes de confidencialidad sobre la información de las personas, que se respete su uso de pronombres y el nombre de su elección, además de asegurar que cuentan con salarios dignos y prestaciones de ley, también son parte de los requisitos.
Actualmente, 58 empresas cuentan con el aval de Casa Frida como espacios seguros, entre ellas las farmacéuticas Organon y GSK, los hoteles Ibis, automotrices como General Motors, así como algunas de alimentos como McDonald’s; en el caso de HP, les ha brindado talleres y capacitaciones constantes.
¿Eres una persona LGBTIQ y te encuentras en búsqueda de empleo, o quieres que tu empresa forme parte del sistema para emplear a población de la diversidad sexual? Ponte en contacto con Casa Frida a través de sus redes sociales o su página web.
“Dejamos abierto el canal de comunicación desde las redes y nuestra página para buscar y ofrecer estrategias conjuntas, porque al final del día, el objetivo es buscar mejores condiciones de vida para todas las personas de la comunidad LGBTIQ”, invita el coordinador del programa en Casa Frida.
Entre enero y septiembre de 2022, el Instituto Nacional de Migración registró la entrada de 136 mil 640 personas al país por razones humanitarias. En este periodo de tiempo, las autoridades mexicanas otorgaron 89 mil 218 tarjetas de visitante por este motivo.
Acerca del fenómeno de la migración de personas LGBTIQ de El Salvador por motivos de violencia y discriminación, la organización internacional Human Rights Watch (HRW) documentó que el propio gobierno reconoce que enfrentan actos de tortura, trato inhumano o degradante, uso excesivo de la fuerza, detenciones ilegales y arbitrarias; así como otras formas de abuso.
Tan solo entre enero de 2007 y noviembre de 2017, más de mil 200 salvadoreños pidieron asilo en Estados Unidos por temor de ser perseguidos por motivos de orientación sexual o identidad de género.
“El Salvador no brinda protección efectiva a sus propios ciudadanos LGBT, ni mucho menos a quienes huyen de otros contextos de persecución”, refiere HRW.
Los lugareños de islas griegas defienden su derecho a acceder gratuitamente a playas tomadas por negocios que cobran precios exorbitantes por una reposera.
En toda Grecia, los lugareños están actuando por cuenta propia y tirando sus toallas en la arena para reclamar libre acceso a sus playas y a la naturaleza sin pagar un alto precio por ello.
Era cerca del atardecer del domingo 3 de septiembre en Paros, una popular isla turística en la región griega de las Cícladas.
Unas 50 personas se reunieron en la playa de Parikia, cerca del puerto principal de la isla. Detrás de ellos, el cielo brillaba con un color naranja intenso sobre el mar azul. A un lado, un icónico molino de viento de las Cícladas se recortaba contra el horizonte. Al otro, una franja de reposeras pertenecientes a un bar se extendía sobre la arena.
Incluso si nunca has visitado Grecia, algunas partes de esta escena probablemente te suenen familiares. Sin embargo, ese día también hubo algunos detalles inusuales. Tres de las personas que se habían congregado sostenían un enorme cartel que decía: “Reclamen la playa”. Junto a ellos había un hombre con un altavoz.
Mientras el público observaba, el hombre leyó en voz alta partes de la Constitución griega, que establece que las playas y otras áreas naturales pertenecen a los ciudadanos del país.
La protesta fue parte de una campaña que los medios han denominado la “revuelta de las toallas de playa”, en la que los lugareños reclaman el acceso gratuito a las playas que han sido tomadas por bares y otros negocios que ofrecen reposeras y sombrillas a precios exorbitantes.
Si bien el movimiento comenzó en Paros, ahora se ha extendido por toda Grecia e incluso a la vecina Turquía. Los activistas exigen espacio para dejar sus toallas de forma gratuita.
BBC Travel habló con activistas y lugareños para comprender de qué se tratan las protestas, por qué son importantes y qué significa este movimiento tanto para los turistas como para los residentes locales.
Las protestas comenzaron en Paros en mayo de 2023, cuando un grupo de residentes, que ya se reunían periódicamente para hablar sobre cuestiones medioambientales en la isla, comenzaron a discutir cómo los lugares donde era posible nadar y tomar el sol libremente (sin tener que pagar por una reposera) eran cada vez más escasos. El cambio es un síntoma de cómo la isla atiende cada vez más a los turistas a expensas de los locales.
Los negocios junto a la playa que instalan reposeras y sombrillas deben solicitar licencias al Ministerio de Finanzas para utilizar partes designadas de la playa. Deben realizarse controles periódicos para garantizar que esos negocios no ocupen más espacio del que permiten sus licencias. Sin embargo, los manifestantes alegan que estos controles rara vez (o nunca) se llevan a cabo.
Como resultado, los espacios libres son cada vez más escasos.
Los residentes crearon una página de Facebook llamada Save Paros Beaches y comenzaron a organizar manifestaciones, pidiendo medidas enérgicas contra estos operadores privados.
También utilizaron imágenes de drones para documentar las reposeras ilegales, comparando sus ubicaciones con las áreas designadas por el gobierno.
“Esto cambió las reglas del juego, porque el nivel de ilegalidad se podía ver muy claramente”, señaló Nicolas Stephanou, un residente local. Stephanou dice que su grupo encontró lugares donde las reposeras y sombrillas ocupaban hasta 10 veces el espacio permitido.
El movimiento ganó impulso rápidamente. La manifestación del 3 de septiembre marcó el inicio de una nueva campaña a nivel nacional y fue la primera vez que se produjeron múltiples protestas con toallas de playa en diferentes regiones de Grecia el mismo día.
Ha habido manifestaciones en la isla vecina de Naxos y en la isla meridional de Creta. Más recientemente, se han sumado las islas de Rodas y Egina, así como Ática, la región continental donde se encuentra Atenas.
El lugar de la protesta de Paros es particularmente simbólico. La playa principal del pueblo central de la isla es el lugar más popular entre los lugareños para darse un chapuzón después del trabajo.
Eleni Andrianopoulou, portavoz de la campaña de Naxos, dijo que ella y otros lugareños se habían sentido frustrados por el desarrollo excesivo en las playas durante varios años, pero no estaban seguros de cómo actuar. Luego de enterarse de lo que estaba sucediendo en Paros, inmediatamente se inspiraron para comenzar su propia campaña en Facebook.
“Creo que este es un verdadero cambio de paradigma para Grecia“, afirmó.
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Muchos griegos todavía sufren financieramente desde la crisis de deuda del país hace más de una década y no pueden permitirse pagar por una reposera cada vez que visitan la playa. El sol y el mar son una gran parte de la cultura griega. El azul de la bandera griega representa el mar Egeo y la mayoría de los griegos tienen fuertes recuerdos de la infancia de pasar veranos en la playa.
Sin embargo, los activistas dicen que las playas son sólo una parte de una lucha mayor. Grecia es uno de los destinos vacacionales más populares de Europa y los manifestantes dijeron a la multitud reunida que debe abordarse el turismo excesivo junto a los problemas sociales y ambientales que conlleva.
El turismo es la mayor industria de Grecia. En 2021 el país recibió 15 millones de visitantes, una vez y media su población total. Sin embargo, muchos griegos sostienen que el auge del turismo no se ha gestionado adecuadamente. Los municipios locales no tienen capacidad para controlar el flujo de visitantes, y las instituciones débiles hacen que sea fácil para empresas de todo tipo eludir las reglas.
Por otra parte, en los últimos años, los sucesivos gobiernos han utilizado la industria del turismo para ayudar a la economía del país a recuperarse, primero de la crisis financiera de 2008 y luego de la pandemia de covid-19. Los políticos han promocionado fuertemente al país como un destino de sol y mar y han facilitado a los inversores extranjeros la apertura de negocios relacionados con el turismo.
“Existe desde hace mucho tiempo una falta de supervisión, lo que ha llevado a una mayor impunidad“, afirmó Efthymia Sarantakou, analista de la Universidad de Ática Occidental.
Sarantakou señala que múltiples instituciones no han implementado controles y contrapesos, lo que ha dejado a algunas empresas en libertad para realizar comportamientos que califica de “mafiosos”.
“Hay denuncias de residentes que fueron intimidados por empleados de bares cuando intentaron sentarse en una parte libre de la playa.”
El alcalde de Naxos, Dimitris Lainos, afirma que muchas empresas en su isla respetan la ley. Sin embargo, “hemos visto que el Ministerio de Finanzas no dispone del personal necesario para realizar controles adecuados”, agregó.
Parece que las protestas están surtiendo efecto. Gracias a la atención de los medios, las autoridades llevaron a cabo inspecciones en una de las playas más afectadas de Paros: una franja de arena en un área protegida que estaba cubierta de tumbonas a pesar de que no se habían emitido licencias para ello.
Como resultado, la playa ahora está libre de reposeras.
Sin embargo, la situación se mantiene sin cambios en otras playas. En Naxos se llevaron a cabo nuevos controles en respuesta a las protestas, pero muchos propietarios de negocios fueron alertados previamente y simplemente retiraron sus reposeras antes de que llegaran los inspectores.
“Quiero creer que estas protestas conducirán a una mayor participación ciudadana en la gestión de los destinos turísticos y, por supuesto, en la gestión de los espacios públicos”, afirmó Sarantakou. “Esto sólo puede lograrse mediante mejoras en el marco institucional y supervisión”.
Puede que la temporada alta de verano haya terminado, pero los activistas señalan que las protestas de septiembre marcaron el verdadero comienzo de su trabajo. En Naxos, Andrianopoulou recuerda que no sólo reclaman controles más frecuentes, sino también más transparencia sobre cómo y a quién se otorgan las licencias.
Y Stephanou, de la campaña de Paros, relata que su grupo quiere presentar una estrategia completa para un modelo de turismo más sostenible en Grecia.
“Ahora mismo los precios están fuera de control“, afirmó. “La mayoría de la gente no puede permitirse el lujo de ir a un bar o a un restaurante. El tráfico es insoportable”. Si no eres propietario de una casa es difícil encontrar una para alquilar que no sea Airbnb, lo que ha provocado escasez de trabajadores clave como médicos, enfermeras y profesores.
Si se cumplen las exigencias de los manifestantes habrá más espacio en las playas griegas para tomar sol de forma gratuita, algo que muchos viajeros agradecerán.
En décadas anteriores, la mayoría de las islas griegas eran conocidas como destinos económicos para mochileros bohemios, y muchos lugareños sienten que el libre acceso a las playas está en consonancia con esta reputación tradicional.
A Stephanou le gustaría que se dejara de promocionar a las islas Cícladas como un destino de lujo. “Aquí hay una historia asombrosa, sitios arqueológicos, senderos para caminar, buen vino y productos agrícolas”, dijo. “Esto puede atraer a un visitante más responsable que aquellos que simplemente quieren sentarse en una reposera con un cóctel“.
Los viajeros que no quieran contribuir a los problemas del turismo excesivo pueden sentirse inspirados a explorar el lado menos conocido de Grecia, como las oportunidades de senderismo en el espectacular paisaje montañoso que cubre todo el país, una gran actividad fuera de los meses pico de verano, cuando el clima es un poco más fresco.
Sin embargo, si realmente deseas pasar un tiempo relajándote en una reposera, ten la seguridad de que no desaparecerán por completo: los activistas sólo quieren verlas restringidas a las áreas habilitadas por licencias. Los visitantes de Paros pueden comprobar si las reposeras son legales en el sitio web de la campaña.
Esta nota fue publicada originalmente en BBC Travel. Puedes ver la nota original en inglés haciendo clic aquí.
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