Ya se armó el plan para ver el eclipse de Sol 2023 en la CDMX: la UNAM se puso las pilas y hará un picnic gratuito en las famosas Islas de CU para que podamos ir a observar el evento (¿lo mejor? ¡De forma segura!).
Una gran noticia de todo este merequetengue es que el picnic en las Islas de Ciudad Universitaria ¡será parte de las actividades del Festival Cultura UNAM! Entonces tendremos actividades por partida doble.
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Entonces, el 14 de octubre, día que se sucederá el eclipse de Sol (y que será visible en México) las Islas se convertirán en un observatorio grandote desde las 9:30 de la mañana.
Según informa la universidad, la primera actividad será una conferencia con la gran divulgadora científica y especialista en astronomía Julieta Fierro y después habrá un homenaje póstumo al compositor mexicano Javier Álvarez.
Habrá más música, pues se presentará una pieza de la compositora Laurie Spiegel (¡la iniciadora de la música electrónica!). Si quieres escuchar un poquito de su trabajo, dale play acá mientras sigues leyendo los detalles del evento:
Ahora sí: mientras preparas tu canasta, tu mantita o sábana para acostarte en el pastito y tu protector solar, ¡sigamos con la lista de actividades!
Como ya te contábamos, el eclipse anular de Sol será el sábado 14 de octubre de 2023 e inicia a las 9:36 horas. En CDMX podremos observarlo a un 69%; mientras que en la Península de Yucatán (por si quieres lanzarte a la playita), podrán verlo mejor y alcanzarán a percibir una especie de “anillo de fuego” alrededor del Sol.
¿Por qué sucede eso? Porque hay varios tipos de eclipses solares:
Como en el eclipse anular solo se ve la circunferencia del Sol, da la impresión de que se crea un “anillo de fuego”, que es lo que verán nuestros compas de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
El picnic bajo la sombra iniciará a las 9:36 horas del 14 de octubre de 2023 y los doctores Jesús González y José Franco darán una breve introducción del fenómeno natural.
Además, habrá personas que guiarán al público para ver de manera segura el eclipse a través de métodos indirectos (¡hay que proteger los ojitos!).
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Así quedan los horarios:
Ahora sí, ¡ya todo listo para lanzarnos al picnic en las Islas de CU!
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Mamadou Safayou Barry, un guineano de 25 años, emprendió un viaje en bicicleta de más de 4.000 kilómetros para estudiar en la universidad de sus sueños.
La Universidad de sus sueños estaba a más de 4 mil kilómetros de su hogar y aún así Mamadou Safayou Barry decidió montarse en su bicicleta y atravesar 6 países para llegar hasta ella.
En mayo, partió de Guinea hacia el prestigioso centro Al-Azhar, situado en Egipto con la esperanza de ser aceptado.
En el camino de esta aventura, el joven de 25 años y padre de un niño, soportó un calor abrasador durante 4 meses y hasta fue detenido en uno de los países repletos de militantes islamistas o golpes de estado.
Pero valió la pena.
Cuando finalmente llegó a El Cairo recibió una beca por parte de la institución.
Estoy “muy, muy” feliz, le dijo a la BBC.
Agregó que pese a no poder pagar el curso de Estudios Islámicos en Al-Azhar, ni los vuelos a Egipto, la reputación de la universidad lo impulsó a arriesgarse en un viaje a través de Mali, Burkina Faso, Togo, Benin, Níger y Chad.
Al-Azhar es uno de los centros de aprendizaje islámico sunita más influyentes del mundo.
También es uno de los más antiguos. Fue fundado en el año 670 d.C.
Barry salió de su casa “en busca de conocimientos islámicos”, pero en Malí, Burkina Faso o Níger, los ataques de militantes islamistas contra civiles son frecuentes y los recientes golpes de estado han provocado inestabilidad política.
“Viajar por estos países es muy difícil porque no tienen seguridad en este momento”, dijo.
“Tienen muchos problemas y la gente está muy asustada. En Mali y Burkina Faso la gente me miraba como si fuera una amenaza. Veía a los militares por todas partes portando armas grandes y coches“, dijo Barry.
Dijo que fue arrestado y detenido tres veces sin una buena razón: dos en Burkina Faso y una en Togo.
Sin embargo, la suerte de Barry cambió cuando llegó a Chad.
Un periodista lo entrevistó y publicó su historia en internet, lo que llevó a algunos buenos samaritanos a financiarle un vuelo a Egipto.
Esto le evitó andar en bicicleta por Sudán, dónde algunas áreas son actualmente zonas de guerra.
El 5 de septiembre llegó finalmente a El Cairo.
Su determinación le valió una reunión con la decana de estudios islámicos, Nahla Elseidy.
Después de hablar con él, Elseidy le ofreció una plaza en el curso de Estudios Islámicos de Al-Azhar, con una beca completa.
La decana dijo en las redes sociales que la universidad estaba dispuesta a ofrecer sus conocimientos a estudiantes de todo el mundo
Y que esta filosofía “no sólo cubre a los estudiantes internacionales en Egipto sino que también se extiende más allá. Al-Azhar recibe estudiantes de todos los países, los cuida y les ofrece ayudas”.
Barry dijo que estaba “muy, muy feliz” de haber recibido la beca.
“No puedo expresar lo feliz que estoy. Le di gracias a Dios“, dijo.
Barry añadió que los problemas que se encontró durante su expedición quedaron olvidadas hace mucho tiempo y borrados por la alegría de poder convertirse en un becario de Al-Azhar.
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