Nota del editor: Originalmente la declaración de Ricardo Anaya fue calificada como falsa. Tras una nota aclaratoria del CEN del PAN, emitida el pasado 25 de diciembre, donde argumenta que el aspirante presidencial habló de datos del PIB de estados en promedio, es decir en conjunto, la calificación de este Sabueso cambió a engañoso. El precandidato no mencionó esos promedios de crecimiento en su arranque de campaña, por lo cual no se tomaron en cuenta en esta revisión. El documento íntegro se reproduce al final del texto.
En su arranque como aspirante presidencial de la coalición Por México al Frente, de PAN y PRD, Ricardo Anaya aseguró que los estados en donde ha triunfado esa alianza “son donde más crece la economía”; pero los datos no le dan la razón del todo.
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Anaya dijo “En los estados que gobernamos el PAN y con quienes hemos formado coalición, las coaliciones PAN-PRD, son los estados donde más crece la economía. Los 11 estados que gobernábamos hasta 2016, ahora se ha incorporado el estado de Nayarit, crecen económicamente al doble (lo cual no es una cosa menor) que los demás estados de la República Mexicana. El crecimiento económico y la generación de empleo son nuestro fuerte”. (Aquí el video)
La alianza con el PRD le ha funcionado a Acción Nacional para gobernar desde finales de 2016 los estados de Veracruz, Durango y Quintana Roo; desde 2013, Baja California, y en el periodo 2010-2016 a Oaxaca y Puebla.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) no coinciden con el dicho de Anaya. De hecho, Veracruz ha disminuido su crecimiento económico durante este año; y a la salida del gobierno de coalición en Oaxaca, de Gabino Cué, el estado terminó en números rojos.
El dicho de Anaya, es engañoso.
En el caso de Veracruz, si bien el último mandato del PRI estuvo marcado por actos de corrupción y mala administración del gobierno de Javier Duarte, éste terminó en diciembre de 2016 y la gestión de Miguel Ángel Yunes no ha impedido que la economía estatal caiga durante 2017.
El INEGI informó en octubre pasado que el Producto Interno Bruto (PIB) estatal decreció 1.2% respecto a los primeros tres meses del año, y 1% respecto al 2016.
Quintana Roo y Durango son los otros estados donde la alianza PAN-PRD ganó en 2016. En éstos, si bien puede presumir que este año registraron un crecimiento económico de 1.6 y 1.8%, respectivamente, no son los estados “donde más crece la economía”, como dijo Anaya. De hecho, se ubican en la posición 18 y 19 en el ranking de las 32 entidades federativas.
El gobierno de coalición PAN-PRD de Oaxaca terminó en diciembre de 2016. Esa entidad cerró ese año con un decrecimiento de 1%.
Puebla, en donde la coalición también terminó en 2016, cerró el año con un crecimiento económico de 3.1%; mientras que Baja California, en donde gobierna Francisco Vega desde 2013 tras ganar en coalición, creció 3.6%.
Pero, de nuevo, ahora tomando los datos del crecimiento del PIB al cierre de 2016, no fueron los estados donde más creció la economía. Se ubican en la posición 15 (Baja California) y 18 (Puebla) en el listado de todos los estados del país.
Ricardo Anaya también dijo que “los 11 estados que gobernábamos hasta 2016, ahora se ha incorporado el estado de Nayarit, crecen económicamente al doble que los demás estados de la República Mexicana”.
Los datos del INEGI de octubre de este año también muestran otro escenario.
Baja California Sur y Puebla, gobernados por el PAN, sí encabezan el listado de las entidades federativas con mayor crecimiento económico; y es cierto que sus números pueden duplicar los de otros estados. Pero es falso que en esta situación estén “los 11 estados” panistas.
Entre los diez estados con mayor crecimiento económico al cierre de este 2017, también están entidades gobernadas por otros partidos como Chiapas, Estado de México, Colima, Nuevo León o Coahuila.
Que los estados gobernados por el PAN o en coalición PAN-PRD sean las entidades donde más crece la economía, es engañoso.
Respuesta del CEN del PAN
Ver en PDF
Respuesta del Equipo El Sabueso
En los estados donde la coalición ganó en 2016, los gobernadores rindieron protesta a finales de ese año, por lo que para hablar de crecimiento económico vinculado a la coalición se utilizó el dato del segundo trimestre de 2017, que muestran que esos estados no crecen al doble ni son los que más crecen.
Si hablamos de los 11 estados gobernados por el PAN y por la coalición; si bien Baja California Sur y Puebla encabezan el listado de las entidades federativas con mayor crecimiento económico; en esta situación no se encuentran “los 11 estados” que Anaya mencionó.
Cuando el terremoto destruyó su casa, Tayeb ait Ighenbaz tuvo que elegir a quién salvar. La decisión de rescatar a su hijo de los escombros y dejar morir a sus padres aún lo atormenta.
Tayeb ait Ighenbaz se vio obligado a elegir entre salvar a su hijo de 11 años o a sus padres cuando estos quedaron atrapados bajo los escombros tras el devastador terremoto en Marruecos del pasado viernes.
El pastor de cabras de una pequeña comunidad en las montañas del Atlas dice que está atormentado por la decisión que tuvo que tomar.
Tayeb estaba con su esposa, sus dos hijos y sus padres el viernes por la noche en su pequeña casa de piedra cuando esta fue sacudida por el mayor terremoto que ha sufrido el país en 60 años.
Acompaño a Tayeb a su antigua casa que ahora está en ruinas.
Todavía se puede ver parcialmente el interior de la construcción. Él señala los escombros mientras me dice: “Allí es donde estaban”.
“Todo pasó muy rápido. Cuando sucedió el terremoto, todos corrimos hacia la puerta. Mi padre estaba durmiendo y yo le grité a mi madre que saliera, pero ella se quedó a esperarlo”, dice.
Del otro lado, él solo podía ver a su esposa y a su hija.
Cuando regresó a la casa derrumbada, Tayeb encontró a su hijo y a sus padres atrapados entre los escombros. La mano de su hijo se asomaba entre los cascotes.
Sabía que tenía que actuar rápidamente, y se dirigió hacia donde estaba su hijo Adam, y comenzó a cavar deseperadamente para sacarlo.
Cuando fue a buscar a sus padres, atrapados bajo una gran losa de piedra, dice que ya era demasiado tarde.
“Tuve que escoger entre mis padres y mi hijo”, dice con lágrimas en los ojos.
“No pude ayudar a mis padres porque una pared cayó sobre sus cuerpos. Es muy triste. Vi como morían mis padres”.
Tayeb señala las manchas sobre su pantalón, y me dice que es la sangre de sus padres. Toda su ropa está dentro de su casa. No ha podido cambiarse desde que se produjo el sismo.
La familia vive ahora junto a sus parientes en carpas improvisadas cerca de su antigua casa. Tayeb cuenta que todo su dinero está en la casa, y que la mayoría de sus cabras han muerto.
“Es como haber nacido otra vez en una nueva vida. Sin padres, sin casa, sin comida, sin ropa. Tengo 50 años y tengo que empezar de nuevo”, dice.
Él no puede ahora pensar en cómo continuar, pero se acuerda de las lecciones que le enseñaron sus padres.
“Siempre me decían ‘sé paciente, trabaja duro, nunca te rindas’”.
Mientras conversamos, su hijo Adam se acerca vestido con una camiseta del club de fútbol Juventus con el nombre de Ronaldo en la espalda, y abraza a su padre.
“Mi papá me salvó de la muerte”, dice sonriendo.
Unos metros más lejos, camino a la ciudad de Amizmiz, otro hijo abraza a su padre.
Abdulmajid ait Jaefer dice que estaba en su casa con su esposa y sus tres hijos cuando comenzó el terremoto y “el piso se cayó”.
Su hijo Mohamed, de 12 años, salió del edificio, pero el resto de la familia quedó atrapada.
Abdulmajid cuenta que sus piernas quedaron atrapadas bajo los escombros, pero que un vecino lo ayudó a salir.
Luego pasó dos horas tratando de rescatar a su esposa y a una de sus hijas.
Las dos estaban muertas cuando logró sacarlas de entre los escombros.
Al día siguiente, el cuerpo sin vida de otra de sus hijas fue rescatado.
Abdulmajid, de 47 años, duerme ahora bajo un toldo frente a lo que quedó de su casa.
Puede ver la cocina, con la nevera aún de pie y ropa colgada puesta a secar.
Dice que no puede abandonar la zona porque necesita “hacer guardia” para proteger sus posesiones, y el recuerdo de su vida allí.
“Esa es mi cocina y mi nevera. Todos estábamos allí. Ahora solo puedo mirar hacia allí”, dice.
Antes del viernes, Abdulmajid dice que nunca jamás pensó en un terremoto. “Incluso ahora, no lo puedo creer”.
Mientras conversamos, un auto para cerca de nosotros y un grupo de gente baja para ofrecer sus condolencias. Otros que caminan por la calle se detienen para darle un abrazo al padre y esposo.
“Éramos cinco en mi familia. Ahora somos dos”, me dice con tristeza.
“Por el momento, solo puedo pensar en una cosa: mi hijo”.
Reporteo adicional: Wahid El Moutanna.
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