Nota del editor: Tras la publicación de esta nota, la SFP precisó que DeclaraNet sí oculta la existencia de una propiedad si solo se declaró a nombre del cónyuge, y no en copropiedad, contrario a lo que dijo en su versión inicial que se revisó en esta publicación
Frase: “Solicité hacer pública mi información relativa a los datos patrimoniales y de intereses. En ella se incluía esta propiedad que saca hoy el periódico Reforma, que adquirí junto con mi esposo en el año 2009, hace 10 años. (…) yo di la instrucción de que se publicara”
Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación
Frase: “La plataforma DeclaraNet sólo hace públicos los datos del declarante. Si se opta por hacer pública la declaración patrimonial, el sistema no publica información del cónyuge, concubina o concubinario o dependientes económicos para proteger los datos personales de terceros.”
Secretaría de la Función Pública (SFP)
La existencia de un departamento en Houston, propiedad de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, provocó este martes un cruce de declaraciones entre ella y la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, sobre el responsable de omitirlo en la declaración patrimonial de la exministra.
En las declaraciones para explicar el hecho, tanto la SFP como la titular de Gobernación incurrieron en imprecisiones y falsedades.
Sánchez Cordero aseguró que sí incluyó el departamento de Houston en su declaración patrimonial y añadió que dio la instrucción de que se diera a conocer junto con el resto de sus bienes, por lo que, dijo, había que pedir explicaciones a la SFP sobre la omisión.
Sin embargo, en la declaración oficial que se hizo pública el pasado 30 de enero en la plataforma Declaranet no aparece el departamento, aún cuando el propio documento tiene una nota que cita: “Sólo se proporcionan los bienes que reportó el servidor público a nombre del declarante o del declarante y su cónyuge, en este último caso se omite el monto”. También señala que la información de la declaración patrimonial “fue capturada directamente por el servidor público”.
La titular de Gobernación pudo haber comprobado que se omitió la propiedad en su declaración, pues cuando cualquier funcionario la realiza, el sistema entrega un acuse de recibo y una copia de la información declarada. Animal Político pidió a Comunicación Social de Segob ese acuse, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
La Secretaría de la Función Pública, por su parte, explicó este mismo miércoles que si el departamento de Houston no aparecía en la declaración pública era porque es una copropiedad de Sánchez Cordero con su marido y, en apego a la Ley de Protección de Datos Personales, no se publica información de los cónyuges de los funcionarios.
“La plataforma DeclaraNet sólo hace públicos los datos del declarante. Si se opta por hacer pública la declaración patrimonial, el sistema no publica información del cónyuge, concubina o concubinario o dependientes económicos para proteger los datos personales de terceros”, indicó en un comunicado.
Esta explicación es falsa.
Irma Eréndira Sandoval dijo en una entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva, que el funcionario Fernando Martínez le advirtió a Sánchez Cordero que “la información que incluye a terceros o copropietarios, no aparecería en la versión pública”, y que el propio sistema de Declaranet, donde se hacen públicas las declaraciones, está diseñado para proteger la información de quienes no trabajan en gobierno.
Agregó que para publicar bienes de los cónyuges, hace falta su autorización expresa y que el funcionario escriba en una nota aclaratoria los bienes o valores que posee su pareja.
Sandoval se puso como ejemplo a ella misma, que el 14 de diciembre de 2018 transparentó en una nota el valor de tres departamentos y dos casas que, explicó, al ser en copropiedad con su marido, “el sistema refleja los bienes pero no sus valores”.
Sin embargo, esta explicación contradice lo que supuestamente ocurrió en el caso de Sánchez Cordero, pues en su declaración original, del 5 de diciembre, Irma Eréndira Sandoval sí informó de la existencia de las copropiedades con su esposo aunque no reportó públicamente su valor, a diferencia del caso del departamento en Houston que no apareció en el documento de la declaración patrimonial de la secretaria de Gobernación.
Comunicación Social de la SFP insistió en citar la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados para explicar que sólo se publica la información de terceros si éstos dan su consentimiento, definido en el artículo 3 como “manifestación de la voluntad libre, específica e informada del titular de los datos mediante la cual se efectúa el tratamiento de los mismos”.
El documento que reglamenta el funcionamiento de la plataforma Declaranet es el Acuerdo por el que se dan a conocer los formatos que deberán utilizarse para presentar las declaraciones de situación patrimonial, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en abril de 2015 y reformado en octubre de 2016.
“Si el declarante se encuentra casado bajo el régimen de sociedad conyugal, deberá declarar los bienes del cónyuge, y si es bajo el régimen de separación de bienes sólo aquellos que hayan sido adquiridos total o parcialmente con ingresos del declarante”, expone el artículo 3.4 en su apartado F. Es decir, la ley obliga a reportar cualquier propiedad que posea el servidor público, aunque sea en una parte y no en su totalidad.
El punto 3.5, sobre la publicidad de los datos patrimoniales, detalla que el funcionario puede seleccionar la opción “sí” para hacer pública su declaración, o hacerla parcialmente pública marcando los rubros que quiere no revelar, que pueden ser el valor de los inmuebles, de los bienes muebles, vehículos o cuentas bancarias. Pero entre las opciones no está la de ocultar información sobre los cónyuges.
De modo que Sánchez Cordero debió declarar la parte proporcional de cualquier bien que posea y, al aceptar hacer pública su declaración, esa propiedad debió aparecer en Declaranet, independientemente de la protección de datos personales de quienes no son funcionarios.
Si un servidor público posee el porcentaje de un bien, tiene la obligación de declarar esa parte. Tenerlo en copropiedad no implica que se pueda ocultar en su totalidad argumentando proteger la información de los otros propietarios, explicó a Animal Político Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana y uno de los promotores de la llamada Ley 3 de 3.
“Eso es falso. Porque ella lo que está haciendo al reconocer que está en copropiedad, es que un porcentaje del inmueble, que no determina, es de ella. Sobre ese porcentaje, sea el que sea, sí es parte de su patrimonio y no mencionarlo sería una omisión a la declaración patrimonial”, aseguró.
“Aunque es cierto que la ley protege los datos personales de un tercero y que un servidor público no está autorizado para hacer pública la información de un tercero, en este caso no se trata de la información de un tercero; se trata de la información del servidor público porque es copropietario de un porcentaje”, señaló Bohórquez.
Sánchez Cordero señaló al titular de la Dirección General de Responsabilidades y situación Patrimonial de la SFP, Fernando Martínez García, como responsable de no publicar los datos del departamento en Houston.
Según Bohórquez, si este funcionario decidió no hacer pública esa propiedad, podría investigarse si cometió una irregularidad, porque decidió por la secretaria qué información se revela o no.
Animal Político preguntó a la Secretaría de la Función Pública (SFP) la versión del funcionario, pero la respuesta fue que la titular de esa dependencia, Irma Eréndira Sandoval, ya había explicado el tema.
Cuando el terremoto destruyó su casa, Tayeb ait Ighenbaz tuvo que elegir a quién salvar. La decisión de rescatar a su hijo de los escombros y dejar morir a sus padres aún lo atormenta.
Tayeb ait Ighenbaz se vio obligado a elegir entre salvar a su hijo de 11 años o a sus padres cuando estos quedaron atrapados bajo los escombros tras el devastador terremoto en Marruecos del pasado viernes.
El pastor de cabras de una pequeña comunidad en las montañas del Atlas dice que está atormentado por la decisión que tuvo que tomar.
Tayeb estaba con su esposa, sus dos hijos y sus padres el viernes por la noche en su pequeña casa de piedra cuando esta fue sacudida por el mayor terremoto que ha sufrido el país en 60 años.
Acompaño a Tayeb a su antigua casa que ahora está en ruinas.
Todavía se puede ver parcialmente el interior de la construcción. Él señala los escombros mientras me dice: “Allí es donde estaban”.
“Todo pasó muy rápido. Cuando sucedió el terremoto, todos corrimos hacia la puerta. Mi padre estaba durmiendo y yo le grité a mi madre que saliera, pero ella se quedó a esperarlo”, dice.
Del otro lado, él solo podía ver a su esposa y a su hija.
Cuando regresó a la casa derrumbada, Tayeb encontró a su hijo y a sus padres atrapados entre los escombros. La mano de su hijo se asomaba entre los cascotes.
Sabía que tenía que actuar rápidamente, y se dirigió hacia donde estaba su hijo Adam, y comenzó a cavar deseperadamente para sacarlo.
Cuando fue a buscar a sus padres, atrapados bajo una gran losa de piedra, dice que ya era demasiado tarde.
“Tuve que escoger entre mis padres y mi hijo”, dice con lágrimas en los ojos.
“No pude ayudar a mis padres porque una pared cayó sobre sus cuerpos. Es muy triste. Vi como morían mis padres”.
Tayeb señala las manchas sobre su pantalón, y me dice que es la sangre de sus padres. Toda su ropa está dentro de su casa. No ha podido cambiarse desde que se produjo el sismo.
La familia vive ahora junto a sus parientes en carpas improvisadas cerca de su antigua casa. Tayeb cuenta que todo su dinero está en la casa, y que la mayoría de sus cabras han muerto.
“Es como haber nacido otra vez en una nueva vida. Sin padres, sin casa, sin comida, sin ropa. Tengo 50 años y tengo que empezar de nuevo”, dice.
Él no puede ahora pensar en cómo continuar, pero se acuerda de las lecciones que le enseñaron sus padres.
“Siempre me decían ‘sé paciente, trabaja duro, nunca te rindas’”.
Mientras conversamos, su hijo Adam se acerca vestido con una camiseta del club de fútbol Juventus con el nombre de Ronaldo en la espalda, y abraza a su padre.
“Mi papá me salvó de la muerte”, dice sonriendo.
Unos metros más lejos, camino a la ciudad de Amizmiz, otro hijo abraza a su padre.
Abdulmajid ait Jaefer dice que estaba en su casa con su esposa y sus tres hijos cuando comenzó el terremoto y “el piso se cayó”.
Su hijo Mohamed, de 12 años, salió del edificio, pero el resto de la familia quedó atrapada.
Abdulmajid cuenta que sus piernas quedaron atrapadas bajo los escombros, pero que un vecino lo ayudó a salir.
Luego pasó dos horas tratando de rescatar a su esposa y a una de sus hijas.
Las dos estaban muertas cuando logró sacarlas de entre los escombros.
Al día siguiente, el cuerpo sin vida de otra de sus hijas fue rescatado.
Abdulmajid, de 47 años, duerme ahora bajo un toldo frente a lo que quedó de su casa.
Puede ver la cocina, con la nevera aún de pie y ropa colgada puesta a secar.
Dice que no puede abandonar la zona porque necesita “hacer guardia” para proteger sus posesiones, y el recuerdo de su vida allí.
“Esa es mi cocina y mi nevera. Todos estábamos allí. Ahora solo puedo mirar hacia allí”, dice.
Antes del viernes, Abdulmajid dice que nunca jamás pensó en un terremoto. “Incluso ahora, no lo puedo creer”.
Mientras conversamos, un auto para cerca de nosotros y un grupo de gente baja para ofrecer sus condolencias. Otros que caminan por la calle se detienen para darle un abrazo al padre y esposo.
“Éramos cinco en mi familia. Ahora somos dos”, me dice con tristeza.
“Por el momento, solo puedo pensar en una cosa: mi hijo”.
Reporteo adicional: Wahid El Moutanna.
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