La diputada federal y secretaria de propaganda de Morena, Andrea Chávez, aseguró en redes sociales que la ministra Norma Piña votó en contra de la Guardia Nacional y ahora pide su ayuda para el resguardo de las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo que calificó de “hipocresía”.
Sin embargo, se trata de un dicho falso. La ministra no votó para que no existiera este cuerpo de seguridad, ni para que deje de operar en el país en coordinación con otras corporaciones, como las propias Fuerzas Armadas (Ejército y Marina).
Lo que hizo la Suprema Corte —por mayoría calificada, no solo por decisión de la ministra presidenta— fue resolver que la Guardia Nacional debe estar bajo el mando de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y no de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Cuando se creó la Guardia Nacional mediante una reforma constitucional en 2019, los propios diputados de Morena aprobaron la adscripción de la Guardia Nacional a la SSPC.
La votación en la SCJN se dio con ocho votos a favor y tres en contra el pasado martes 18 de abril. Dicho proyecto fue promovido por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá. Quienes lo respaldaron fueron Norma Piña, Margarita Ríos Farjat, Javier Laynez, Alberto Pérez Dayán, Luis María Aguilar, Jorge Pardo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. En contra votaron Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Arturo Zaldívar.
El pronunciamiento de la mayoría de los ministros de la Suprema Corte se debe a que el artículo 21 de la Constitución Mexicana establece que un cuerpo de seguridad civil, como lo es la Guardia Nacional, no debe estar bajo mando militar, explica Luis Eliud Tapia, abogado especializado en derechos humanos. “Eso no es votar contra la Guardia Nacional”, insiste.
Durante la sesión en la que se resolvió este asunto, la propia ministra presidenta apoyó el proyecto refiriendo la importancia de la separación de facultades en seguridad. “Las funciones de seguridad pública son de competencia exclusiva de las autoridades civiles”, dijo Piña, según consta en la versión estenográfica.
La discusión del tema llegó a la Suprema Corte por la acción de inconstitucionalidad 137/2022, que presentaron el año pasado senadoras y senadores de oposición, luego de la publicación del decreto del 9 de septiembre de 2022 impulsado por el presidente López Obrador.
Dicho decreto incluía una reforma legal para pasar el control de la Guardia Nacional de la SSPC a la Sedena, algo que la SCJN declaró inconstitucional.
Al respecto, Ceci Kalach, abogada y profesional operativa en la Suprema Corte, explica que esta resolución no implica que la Guardia Nacional desaparezca. “La Guardia Nacional ya está regulada en la ley, incluso en la Constitución”, agrega.
Esto tampoco indica que la Guardia Nacional no pueda coordinar trabajo con otras instituciones, solo que el mando será de carácter civil, señaló Leslie Jiménez, coordinadora de proyectos en la organización Impunidad Cero.
Lo que se definió con esta resolución es que a partir del 1 de enero de 2024 el mando de la Guardia Nacional deje de estar a cargo de la Sedena y regrese a la SSPC.
Jiménez comentó que los ministros “no pudieron decidir sobre la existencia de la Guardia Nacional porque la acción de inconstitucionalidad versó sobre la naturaleza de la Guardia Nacional y su transferencia a la Sedena. No podían eliminarla porque no fue el asunto que se reclamó. Y en el supuesto que lo exigieran, la Corte tendría que observar constitucionalmente qué es lo que se transgrede con la existencia de la Guardia Nacional”.
Enfatizó que los ministros se encuentran para resolver temas en donde hay conflictos de análisis constitucionales, y sus funciones no se relacionan con liberar a personas privadas de la libertad, ni ven juicios sobre procesos penales.
Tras consultar a los expertos, El Sabueso buscó a la diputada para revisar sus dichos, pero la legisladora mantuvo su postura y aseguró: “Votaron en contra de fortalecer su disciplina, profesionalismo y operatividad. En resumen votaron en contra de la Guardia Nacional”.
El propio tuit de la diputada por Morena señala que “la Ministra Piña solicitó la presencia de la Guardia Nacional para el resguardo de la Suprema Corte”, pero no se trata de nada extraordinario.
Tal como lo informó este lunes 24 de abril en la conferencia matutina el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, la ministra solicitó mediante un oficio a la SSPC que se proporcionen elementos de la Guardia Nacional para salvaguardar las instalaciones de la Suprema Corte, luego de que se informara que una marcha terminaría en dicho punto.
Rubén Sánchez Gil, profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán, publicó un tuit y recordó que el derecho a la protección del Poder Judicial se trata de un asunto enmarcado en la Constitución.
Es obligación del Ejecutivo "[f]acilitar al Poder Judicial los auxilios que necesite para el ejercicio expedito de sus funciones". Lea el artículo 89, fracción XII, de la #Constitución.
Y nadie eliminó la GN. Simplemente, la Constitución no permite que sea militar.
— Rubén Sánchez Gil (@RSanchezGil) April 24, 2023
Una petición similar la hizo Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, cuando se identificaron ataques a las vías del Metro y solicitó a la SSPC la presencia de elementos de la Guardia Nacional.
Las muestras del asteroide Bennu que recolectó la sonda Osiris-Rex podrían dar indicios sobre cómo se inició la vida en la Tierra.
Este domingo, la cápsula Osiris-Rex de la Nasa atravesó la atmósfera de la Tierra a unas 15 veces la velocidad de la bala de un rifle.
A esas velocidades, se convirtió en una bola de fuego en el cielo, pero un escudo contra el calor y un paracaídas frenaron el descenso, convirtiéndolo en un suave aterrizaje en el desierto de Utah, en EE.UU.
La cápsula trae un cargamento precioso: un puñado de polvo recolectado del asteroide Bennu, una roca espacial del tamaño de una montaña que puede darnos información clave para responder a una de las preguntas más profundas para los humanos: ¿de dónde venimos?
“Cuando tengamos los 250 g del asteroide Bennu, estaremos viendo material que existía antes que existiera nuestro planeta, incluso algunos granos podrían ser más viejos que nuestro sistema solar”, dice el profesor Dante Lauretta, investigador principal de la misión.
“Estamos tratando de rastrear nuestros inicios. ¿Cómo se formó la Tierra y por qué es un lugar habitable? ¿De dónde viene toda el agua de nuestros océanos? ¿de dónde viene todo el aire que existe en nuestra atmósfera? Y de manera más importante, ¿cuál es la fuente de todas las moléculas orgánicas que componen la vida en la Tierra?”.
La creencia que prevalece es que muchos de los componentes clave para la vida llegaron a nuestro planeta durante una época muy temprana de la historia de la Tierra en una lluvia de meteoritos, muchos de ellos a lo mejor parecidos a Bennu.
La travesía para conseguir los fragmentos de Bennu comenzó en 2016, cuando la NASA lanzó la nave Osiris Rex hacia el objeto de 500 metros de diámetro.
Le tomaría dos años en llegar al cuerpo rocoso y otros dos años más se dedicaron a cartografiarlo, antes de que el equipo de la misión pudiera identificar con confianza un lugar en la superficie de la piedra espacial en el que recoger una muestra de “tierra”.
Alguien clave a la hora de tomar esa decisión fue la leyenda británica del rock y astrofísico Brian May. El guitarrista de Queen es un experto en mapeo de imágenes estéreo.
Tiene la habilidad de alinear dos imágenes con diferentes ángulos de un mismo objeto para dar un sentido de perspectiva, formando una escena 3D. Él y su colaboradora Claudia Manzoni hicieron esto para elaborar la lista final de lugares en Bennu en los que recoger muestras. Ellos definieron los lugares más seguros para el acercamiento.
El momento de la captura de la muestra, el 20 de octubre de 2020, fue increíble.
Osiris Rex descendió hasta el asteroide, sosteniendo su mecanismo de agarre al final de un palo de 3 metros de longitud.
La idea era darle un golpe a la superficie de la roca y, al mismo tiempo, soltar un soplido de gas de nitrógeno para levantar polvo. Pero lo que ocurrió después fue un shock.
Cuando el mecanismo hizo contacto, la superficie se partió como un fluido. Para cuando el gas se disparó, el disco ya estaba 10 cm por debajo. La presión del nitrógeno abrió un agujero de 8 mts de diámetro. El material voló por todos lados, pero lo importante es que parte cayó en la cámara de recolección.
Así que aquí estamos. Osiris-Rex entregó la muestra del asteroide Bennu al final de lo que ha sido un viaje de ida y vuelta de siete años y de 7 mil millones de kilómetros.
La cámara será llevada al Centro Espacial Johnson, en Texas, donde se ha construido un cuarto especial dedicado al análisis de las muestras.
El doctor Ashley King del Museo de Historia Natural (NHM) de Londres, será uno de los primeros en poner sus guantes sobre el material. Forma parte del equipo “mirada rápida”, que será el que haga el análisis inicial.
“Traer muestras de un asteroide no es algo que hagamos muy a menudo. Así que quieres hacer esas mediciones iniciales y quieres hacerlas muy bien”, dice. “Es muy emocionante”.
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La Nasa ve al asteroide Bennu como la roca más peligrosa del sistema solar. Su trayectoria en el espacio hace que sea el asteroide con mayores probabilidades de impactar a la Tierra del que se tenga conocimiento.
Pero no hay que asustarse, las probabilidades son muy bajas, parecidas a que lances una moneda al aire y te salga cara once veces seguidas. Y un impacto no ocurriría el próximo siglo.
Bennu seguramente tenga agua, y bastante: al menos el 10% de su peso, y toda en sus minerales. Los científicos intentarán ver si las proporciones de los distintos tipos de átomos de hidrógeno en esta agua es parecida a la de los océanos de la Tierra.
Si, como creen algunos expertos, la Tierra temprana estaba tan caliente que perdió gran parte de su agua, el encontrar una coincidencia de H2O en Bennu podría impulsar la idea de que un bombardeo posterior de asteroides tuvo gran relevancia en darles volumen a nuestros océanos.
También es posible que Bennu contenga entre 5% y 10% de su peso en carbono. Aquí radica gran parte del interés. Como sabemos, nuestro planeta se basa en la química orgánica. Al igual que el agua, ¿habrán llegado las moléculas desde el espacio para que empezara la biología en la joven Tierra?
“Uno de los primeros análisis que se les harán a las muestras incluirá hacer un inventario de todas las moléculas basadas en carbono que contenga”, dice la profesora Sara Russell.
“Sabemos, a través de estudiar meteoritos, que los asteroides probablemente contienen distintas moléculas orgánicas. Pero en los meteoritos, muchas veces están bastante contaminadas, así que estas muestras nos dan una oportunidad de descubrir realmente cuáles son los componentes orgánicos prístinos de Bennu”.
El profesor Lauretta agrega: “De hecho, nunca hemos buscado en los meteoritos los aminoácidos de las proteínas por este problema de la contaminación. Así que creemos que realmente vamos a avanzar en nuestro entendimiento de lo que llamamos la ‘hipótesis de entrega exógena’, la idea que estos asteroides fueron la fuente de los bloques fundacionales de la vida”.
Reportería adicional de Rebecca Morelle, Alison Francis y Kevin Church
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