Para entender mejor
En México, el programa de tratamientos de profilaxis de preexposición (PrEP) —antirretrovirales en tableta que se toman una vez al día para prevenir el contagio de VIH—, implementado a nivel nacional en 2021, aún no llega siquiera a todos los estados.
En nueve entidades, ninguna persona recibió tratamiento PrEP en 2021 y 2022, mientras que en 15 menos de 50 tuvieron acceso a estos medicamentos; en otras cinco, únicamente de 50 a 100 personas. La cifra más alta se ha registrado solo en la CDMX, donde más de 5 mil 500 personas han sido usuarias de PrEP en esos dos años.
Baja California Sur, Michoacán, Nayarit, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas son los estados en los que, de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida), no hay personas que hayan recibido PrEP en 2021 y 2022, mientras que solo Chiapas (544) y Jalisco (732) registraron cifras superiores a 100 personas con la suma de ambos años.
De esta manera, en las 32 entidades, un total de 7 mil 639 personas recibieron tratamiento PrEP en 2021 y 2022, 76% de ellas en la capital, de acuerdo con la respuesta que dio Censida a una solicitud de información. En la CDMX, son las Clínicas Condesa las que lo proveen mayoritariamente. Hasta marzo de 2022, en la capital el 94.3% estaba destinado a hombres, el 3.8% a mujeres, el 1% a mujeres trans, el 0.67% a personas no binarias y el 0.067% a hombres trans.
El ISSSTE ha informado, por separado, que en 2020 comenzó a proporcionar PrEP en la Clínica de Especialidades San Fernando y después en algunos hospitales regionales. Hasta el momento, son solo 102 los pacientes que lo han recibido, mediante la combinación de emtricitabina y tenofovir. El IMSS también arrancó con una primera etapa en 2020 y asegura que, desde 2021, en todos los estados se puede obtener mediante un teléfono y un correo.
Sin embargo, son frecuentes las quejas por falta de acceso al esquema preventivo contra el VIH de clínicas del IMSS en todos los estados. Alain Pinzón, fundador y director de la organización VIHve Libre, relata que cotidianamente se acercan a esta personas que se contactaron con el IMSS y no recibieron respuesta o les negaron el PrEP bajo el argumento de que pueden usar anticonceptivos.
Pese a que es un programa fijo, el IMSS no ha logrado garantizar la recepción del tratamiento en todos los estados. En esos casos, cuando las personas necesitan PrEP en desabasto, VIHve Libre realiza la donación y les envía por paquetería el medicamento. “Les pedimos su última receta o la receta no surtida o qué problema tienen, y de ahí nos ponemos de acuerdo y se los enviamos. Ahora estamos haciendo el ofrecimiento de dejar su programa del IMSS y cambiarlos a VIHve Libre”, cuenta Pinzón.
El activista señala que, a partir de las solicitudes que llegan a la organización, es posible afirmar que el desabasto ha tenido un incremento sobre todo en los últimos dos meses por parte del IMSS. “En otros estados ni siquiera hay PrEP; hay en Ciudad de México, Jalisco, Nuevo León y algunos otros estados van iniciando, pero con el pie izquierdo… la capacitación al personal que va a dar PrEP está basándose en explicarle al usuario todos los efectos nocivos que podría tener el medicamento; no puedes dar prevención así”, añade.
El director de VIHve Libre detalla que, desde septiembre pasado, la organización, independientemente de las donaciones que hacía antes, comenzó a manejar el esquema de migrar a las personas a recibir la atención completa por parte de la ONG, tras aprobarse la iniciativa de detección y prevención universal en la CDMX y mediante un esquema de colaboración con las Clínicas Condesa.
La iniciativa, presentada el año pasado por el diputado Temístocles Villanueva y aprobada en septiembre, modificó la fracción V del artículo 3 y los artículos 75 y 76 de la Ley de Salud de la ciudad en materia de prevención y detección integral del VIH/sida. Las adiciones a la ley incorporaron también la necesidad de que estos servicios estén libres de estereotipos, prejuicios o estigmas, y garanticen diferentes tratamientos con eficacia y seguridad.
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A VIHve Libre llegan solicitudes de diversos estados, pero en las últimas fechas especialmente de Quintana Roo, Mérida y Estado de México. Hasta ahora, tienen un registro de más de 400 personas que reciben medicamentos exclusivamente por parte de la organización. De ellas, unas 150 corresponden a tratamientos de profilaxis posexposición (PEP), que implican tomar medicamentos después de un posible riesgo de contraer VIH.
Cuando se trata de PrEP, casi siempre son solicitantes que recurrieron previamente a servicios de salud pública. Pinzón explica que en el IMSS el acceso ha sido complicado porque solo pueden recetarlo infectólogos en unidades de tercer nivel, para lo que, antes, hay que llamar o escribir. “El trámite burocrático para obtener PrEP en el IMSS es larguísimo, iniciando con que tienes que llamar o mandar un correo; tenemos personas que se han quedado esperando tres meses a que les contesten”, sostiene.
En esos casos, el riesgo es que durante el tiempo de espera, o tras haber obtenido una negativa, los solicitantes pueden resultar contagiados, con lo que terminarán siendo candidatos a tratamiento antirretroviral contra el VIH. Aunque se trata de un programa útil, el problema son los procedimientos burocráticos. “No pueden avanzar porque no hay voluntad ni interés, y existen aún muchos doctores prejuiciosos que dicen: ‘¿tú para qué quieres eso?, ¿para que tengas relaciones sexuales sin condón? Usa condón”, reclama Pinzón.
Publicado apenas hace dos días, puede leerse este mensaje en sus redes sociales: “Han sido días de mucho trabajo y de mucho de todo… Hemos donado medicamento por desfase y DESABASTO a un montón de personas. También otra vez tuvimos que intervenir porque el @TU_IMSS sigue sin iniciar tratamientos en tiempo. Se tardan hasta tres meses, aun cuando ya los referimos con carga viral y CD4 hechos”.
“En otros estados los esquemas de rescate están escaseando muchísimo. Sigue sin haber Ritonavir de 100. El Prezcobix ni se diga y el Bictegravir sigue sin llegar a muchas unidades. De Hepatitis C estamos DLV, varios casos de DESABASTO de EPCLUSA. El @TU_IMSS se llega a tardar hasta un mes en proveer un medicamento que se supone no se puede interrumpir. En nuestro programa de PrEP estamos casi al full, pero seguimos haciendo registros en todo el país”.
La idea del programa —remarca el activista— es acercar los insumos de prevención de forma sencilla e inmediata. La lista de espera es de aproximadamente una semana, debido a que VIHve Libre también atiende urgencias hospitalarias y necesidades de personas que viven con VIH. Pinzón pide paciencia cuando se trata de PrEP, pero el trabajo de la organización no cesa.
Un poco más tarde ese mismo día, informa en su cuenta: “Amix que te fuiste a Uruguay a cuidar de tu familia y amix que te fuiste a trabajar en un crucero, ya recogí sus arvs y su PrEP. Si el VIH no nos limita, que tampoco lo haga un trámite para acceder a nuestros tratamientos. Aquí andamos trabajando duro. ¡No están solxs!”.
Cada que tiene oportunidad, recuerda que VIHve Libre sigue ingresando usuarios al sistema de PrEP comunitario y a distancia. Sin importar el estado de origen de los solicitantes, pueden obtener el tratamiento con la organización: “Solo pedimos prueba de VIH menor a tres meses y listo”, subraya.
Respecto de la estadística de Censida, el activista lo atribuye a que no existe coordinación entre la Federación, representada por ese organismo, y las jefaturas de los programas de VIH estatales. Censida asegura que hay PrEP en todo el país porque lo ha adquirido —detalla—, pero no hay en las jefaturas estatales un sistema para comprobar las salidas o que las personas estén efectivamente recibiéndolo.
Esto a la vez, añade Pinzón, tiene que ver con la poca habilidad desde Censida para comunicarse de forma correcta y garantizar la salida del medicamento. “Las proyecciones de Censida para enrolar a las personas en PrEP la verdad están de risa… Recuerdo una que me hizo reír muchísimo que dice que, a finales de 2023, Colima tiene que tener 30 personas en PrEP”, cuenta.
“Nosotros enrolamos más pacientes en dos semanas que el esperado anual de Colima o de Nuevo León… Imagínate que para la Ciudad de México están esperando más de 2 mil; el programa de Ciudad de México tiene más de 5 mil. No es una realidad lógica y coherente lo que se está planteando en el tema de PrEP desde Censida”, concluye el director de VIHve Libre.
Desgarradores testimonios de sobrevivientes y testigos directos de una tragedia que ha dejado miles de muertos y desaparecidos. “Es como si hubiera caído una bomba nuclear”.
Las imágenes son desoladoras. Cadáveres abandonados en las calles, personas sacando cuerpos debajo de los escombros con sus propias manos.
Testigos directos del horror le dijeron a la BBC que barrios y edificios enteros fueron arrastrados al mar mientras la gente dormía.
Y ahora “el mar está devolviendo decenas de cadáveres”, relató Hichem Abu Chkiouat, ministro de Aviación Civil y miembro del Comité de Emergencia en el este de Libia.
Esa es la situación que se vive en la ciudad portuaria de Derna tras las inundaciones causadas por la tormenta Daniel que arrasaron el este del país dejando una estela de destrucción con miles de muertos y desaparecidos.
Familiares buscan desesperados a sus seres queridos con la esperanza de encontrarlos vivos o al menos identificar sus cuerpos para darles sepultura.
Mientras los equipos de emergencia continúan trabajando, en algunas zonas de la ciudad cuerpos envueltos en sábanas están siendo arrojados en fosas comunes.
El número de muertos que dejaron las inundaciones en el este de Libia sigue aumentando. Las autoridades dicen que se han encontrado más de 5.000 cadáveres solo en la ciudad de Derna, mientras que en los alrededores y en el resto del país ya se contabilizan decenas de miles desplazados.
Voluntarios han llegado a la zona para socorrer a los sobrevivientes
“Es un completo desastre. Estoy realmente en shock”, dijo un médico que viajó a Derna para tratar a los heridos.
El medio de comunicación local Derna Zoom publicó en la red social X (anteriormente Twitter) que una cuarta parte de la ciudad quedó “completamente aniquilada”.
“Es como si hubiera caído una bomba nuclear”, decía el mensaje.
Quienes han logrado comunicarse con familiares y amigos en la zona afectada están desconsolados.
La gente está viviendo el “día del juicio final”, le dijo a la BBC el periodista libio Johr Ali.
Un amigo encontró a su sobrino “muerto en la calle, arrojado por el agua desde su tejado”, relató el reportero.
Ali, que vive exiliado en Estambul debido a los ataques a periodistas en Libia, comentó que otro de sus amigos perdió a toda su familia en el desastre.
“Su madre, su padre, sus dos hermanos, su hermana Maryam, su esposa (…) y su pequeño hijo de 8 meses… Todos ellos murieron, toda su familia está muerta y él me pregunta qué debe hacer”.
En otro caso, Ali dijo que un sobreviviente le contó que había visto a “una mujer colgada de las farolas, porque las inundaciones se la llevaron”.
“Murió allí”, añadió Ali.
Las calles de Derna están cubiertas de barro y escombros y llenas de vehículos volcados.
“La gente escucha los llantos de los bebés bajo tierra y no saben cómo llegar hasta ellos”, relató el periodista.
El rescatista Kasim al Qatani le dijo a la BBC que no hay agua potable en Derna y que escasean los suministros médicos.
Agregó que el único hospital de Derna ya no podía recibir pacientes porque “hay más de 700 cadáveres esperando en el hospital y no es tan grande”.
Aunque la tragedia comenzó con las intensas lluvias causadas por la tormenta Daniel, testigos dijeron que la situación se salió de control cuando oyeron la explosión de una gran presa que terminó expulsando un gigantesco torrente de agua que “parecía un tsunami”.
La información disponible hasta ahora señala que las lluvias provocaron el colapso de dos represas en el río Derna, “que arrastraron barriadas enteras con sus residentes hasta el mar”, según explicó Ahmed Mismari, portavoz del Ejército Nacional Libio, que controla el este del país.
Además de Derna, también se han visto afectadas las ciudades de Bengasi, Susa y Al Marj, todas ellas en el este, así como Misrata, en el oeste, en medio de las peores inundaciones en las últimas cuatro décadas en el país.
El médico libio Najib Tarhoni, que trabaja en un hospital cerca de Derna, pidió ayuda con urgencia.
“Tengo amigos aquí en el hospital que han perdido a la mayoría de sus familias… han perdido a todos”, le dijo a la BBC.
“Sólo necesitamos gente que entienda la situación: ayuda logística, perros que realmente puedan oler a la gente y sacarla de debajo de la tierra. Sólo necesitamos ayuda humanitaria, gente que realmente sepa lo que está haciendo”.
También existe una necesidad urgente de equipos forenses y de rescate especializados y otros dedicados a la recuperación de cadáveres, les dijo a los medios turcos el jefe del Sindicato de Médicos Libios, Mohammed al Ghoush.
Los esfuerzos de rescate se han visto complicados por el hecho de que Libia está dividida entre gobiernos rivales y el país lleva más de una década de conflicto.
La lucha entre facciones ha llevado al abandono de la infraestructura y ha dado lugar a una pobreza generalizada en un país con pocos recursos y experiencia para enfrentar este tipo de catástrofes.
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