La Secretaría de Educación Pública federal (SEP) incumplió con la entrega de la documentación relacionada con las asambleas en las que se consultaron los nuevos libros de texto gratuitos y los planes para el ciclo escolar 2023-2024, mismos que, por resolución del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública (INAI) debía proporcionar a más tardar este jueves 21 de septiembre.
De acuerdo con la resolución al recurso de revisión RA 82222/23, emitida por el INAI el pasado 6 de septiembre, la SEP contaba con diez días hábiles para proporcionar la versión pública de las expresiones documentales sobre las asambleas, en las que se incluya los municipios donde se realizaron, los funcionarios públicos que participaron y el número de asistentes en cada uno de los foros.
Además, debía entregar las minutas, acuerdos, actas o cualquier documento resultado de los foros, pudiendo clasificar únicamente datos como nombre y domicilio de personas físicas.
Esta resolución se dio luego de que el INAI determinó que las asambleas correspondientes a este proceso se dieron entre mayo y enero de 2022, por lo que no se considera que estas continúen en desarrollo, o que el dar a conocer la información de las consultas pueda poner en peligro la elaboración de los libros que ya fueron entregados en los centros escolares.
También indica que las evidencias que dio la SEP sobre la participación de los asistentes son insuficientes para corroborar que estos actos se dieron conforme a las formalidades de un diálogo democrático.
En caso de que la SEP incumpliera con el mandato ―como ocurrió―, la resolución explica que se procederá de conformidad con lo dispuesto en el Título Sexo de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que establece medidas de apremio contra el sujeto obligado, que pueden ser una amonestación pública o una multa de 150 hasta 1500 Unidades de Medida y Actualización.
El pasado 14 de junio, la SEP clasificó la información relacionada con las consultas de los nuevos libros de texto y planes escolares, en respuesta de la solicitud con folio 330026023002356, con el argumento de que los datos contenidos eran de carácter personal, y que al ser un proceso deliberativo en curso podía afectar el desarrollo de los materiales educativos.
Posteriormente, el pasado 9 de agosto, en conferencia de prensa la titular de la SEP, Leticia Ramírez, se comprometió a hacer pública esta información, y explicó que fue reservada por un “procedimiento jurídico”.
Leticia Ramírez dijo que la SEP buscaría la forma para poner a consulta la información sobre quiénes participaron en la elaboración de los materiales y las propuestas.
Debido a que en los días posteriores no ocurrió la difusión de estos datos, el 17 de agosto se le cuestionó nuevamente al respecto, y en respuesta la funcionaria afirmó ante medios de comunicación que un comité de transparencia de la SEP había desclasificado la información, misma que estaría a disposición de quien la solicite.
Tras este anuncio, Animal Político solicitó a la SEP la consulta de la información a través de su unidad de transparencia y área de comunicación, pero al día de hoy la documentación no ha sido proporcionada, ni se ha recibido respuesta por parte de los funcionarios responsables.
En la primera conferencia de prensa ofrecida por la SEP para hablar de los nuevos libros de texto, el director de Materiales Educativos, Marx Arriaga, afirmó que su elaboración pasó por un proceso de consulta en el que participaron más de un millón de personas, en 32 asambleas.
Según el Quinto Informe de la actual administración de la SEP, de estas 56 mil 376 se dieron por parte de la comunidad educativa en los diferentes niveles de educación básica, y 976 mil 238 fueron virtuales, es decir, personas que se conectaron de manera remota a las reuniones.
Con estos datos, el gobierno afirma que un total de 1 millón 32 mil 614 personas participaron en esta consulta, lo cual no puede ser corroborado porque la documentación correspondiente continúa sin estar disponible para su lectura pública.
Aunque los nuevos libros de texto ya fueron entregados en escuelas de 29 de los 32 estados del país, estos continúan bajo proceso judicial, debido a un amparo interpuesto en mayo pasado por la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), asociación que reclama que no hubo consulta de los materiales educativos, como establece la Ley General de Educación que debe ocurrir.
Los daños hasta el momento son incalculables.
Las imágenes satelitales muestran la escala de la destrucción en la ciudad portuaria de Derna, en Libia, después de que aguas torrenciales arrasaran puentes, calles y comunidades enteras, dejando miles de fallecidos y desaparecidos en el camino.
Las fuertes lluvias que trajo consigo la tormenta Daniel durante el fin de semana ocasionaron el colapso de dos represas sobre el río Wadi Derna, que recorre la ciudad y que, por lo general, tiene un caudal muy reducido. Los torrentes de agua y escombros dejaron una estela de devastación.
Una serie de puentes cruzaban el Wadi, conectando un área del puerto con la parte occidental de la ciudad.
Las aguas – descritas por un oficial como “un tsunami”- arrasaron los puentes al igual que bloques de edificios residenciales enteros (incluyendo complejos de varios pisos), edificios gubernamentales y una mezquita de gran tamaño.
En el barrio de Al-Eilwa, se reportaron inundaciones en el 96% de las casas.
Muchas de las propiedades construidas en las cercanías al río desaparecieron, solamente dejando visibles los cimientos de las construcciones.
Una carretera costera cercana al puerto cayó al mar.
La población de Derna contaba con una población de 200.000 personas antes de la tormenta.
El alcalde de la ciudad dijo que dado el número de barrios que resultaron completamente destruidos, pudieron haber muerto entre 18.000 y 20.000 personas.
Miles más están heridas o desaparecidas, mientras muchas quedaron sin dónde vivir.
Un análisis de Naciones Unidas muestra que más de 2.200 estructuras fueron expuestas a las aguas y que al menos seis puentes y el área del puerto habían sufrido graves daños.
Barrios afectados severamente como Al-Bilad y Al-Maghar a ambos lados del río, también albergaban los centros de salud que la gente de la ciudad usaba, según los analistas de desastres de Reach.
Los hogares que fueron construidos sobre el lecho seco del río en el lado de la represa que daba hacia el mar fueron los que recibieron la mayor fuerza del impacto del agua.
Hamad Shalawi, miembro del comité de desastres local, dijo que la ciudad había sido destruida en segundos y que familias enteras habían muerto.
“La geografía de la ciudad cambió completamente con la mitad de la ciudad barrida hacia el mar”, le dijo al servicio árabe de la BBC.
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