La Secretaría de Educación Pública (SEP) insistió este viernes en que no hay amparo que impida distribuir los nuevos libros de texto gratuitos el próximo ciclo escolar ni la aplicación de su nueva propuesta pedagógica.
“No hay ningún amparo que impida construir y aplicar la propuesta pedagógica del Gobierno de México, y distribuir los Libros de Texto Gratuito (LTG)”, dijo la secretaria de Educación federal, Leticia Ramírez Amaya, citada en un comunicado.
De esta forma, Ramírez Amaya reiteró su mensaje de días pasados en línea con el del presidente Andrés Manuel López Obrador de continuar con la distribución de libros pese a una suspensión definitiva judicial que pidió frenarla hasta que se concluya el juicio de amparo existente.
Por tanto, la SEP dijo que la propuesta pedagógica llamada “Nueva Escuela Mexicana” y los libros de texto estarán en las aulas de las escuelas el próximo 28 de agosto.
“La Secretaría de Educación Pública (SEP) cumplió con todos los requerimientos jurídicos solicitados”, sostuvo la dependencia en su comunicado.
La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y académicos han denunciado que la SEP ignora la orden judicial y, que hasta ahora no ha cumplido con lo establecido en la Ley General de Educación, con la obligación de publicar los planes de estudio del siguiente ciclo en el Diario Oficial de la Federación y someter a consulta los libros.
La suspensión judicial es el resultado de un juicio de amparo interpuesto por la UNPF, asociación que ha informado que continuará realizando diversas acciones para impedir que los materiales lleguen a las aulas, al no cumplir con lo establecido en la Ley General de Educación.
Esta decisión de la SEP provocó críticas de diversos sectores de padres de familia, especialistas y hasta partidos políticos.
En respuesta, el presidente López Obrador dijo que a partir de la próxima semana habrán conferencias vespertinas para que la SEP presente los nuevos libros.
Así, la titular de la SEP dijo este viernes que por instrucciones de López Obrador iniciará el próximo martes 8 de agosto en Palacio Nacional la presentación de los nuevos libros de texto gratuitos.
“No serán mesas de debate, sino conferencias de prensa”; precisó la dependencia.
Profesores y maestros han estado protestando durante semanas en todo el país exigiendo mayores derechos en las aulas.
Tras varias semanas de protestas realizadas por profesores en Corea del Sur, el gobierno aprobó una nueva ley para proteger más a los docentes de los padres que se quejan y los acosan.
Durante nueve semanas, profesores y maestros han estado protestando para exigir mayores derechos del ejercicios de sus funciones dentro de las aulas.
Afirman haber sido frecuentemente acosados por los padres de los alumnos que algunas veces los acusan maliciosamente de abuso infantil, para que los destituyan de sus cargos.
La ola de protestas se desató tras el suicidio de una joven maestra que había sido bombardeada por las quejas de los padres en Corea del Sur.
La maestra, que llevaba poco más de un año enseñando escribió que se había sentido tan abrumada por la locura de su trabajo que “quería dejarse ir”.
La situación de los profesores se ha vuelto imposible desde su punto de vista. Varios afirman que han sido denunciados por sujetar y restringir a un niño violento, o por simplemente llamarle la atención a un alumno.
Los profesores acusaron a los padres de aprovecharse de la ley de Bienestar Infantil, aprobada en 2014, que establece el despido automático de los profesores acusados de abuso infantil.
Según la nueva legislación, conocida como el proyecto de ley para el Restablecimiento de los Derechos de Profesores, los docentes no serán destituidos tan pronto se reporte el abuso infantil; se necesitará realizar más investigaciones y tomar más evidencia.
También habrá apoyo financiero disponible para la defensa legal de los profesores demandados y se impondrá mayor responsabilidad a los directores y rectores de las escuelas para que protejan a su plantel.
Las protestas de los profesores estallaron después del suicidio en julio de una maestra de primaria de 23 años que estaba abrumada por las quejas de los padres.
La joven maestra cumplía su sueño de infancia de ejercer la misma profesión de su madre y adoraba a los niños, contó uno de sus primos que descubrió el diario que había dejado atrás.
En éste describía las presiones de su trabajo, de un alumno que había herido en la cabeza a otro con un lápiz y cómo ella se había enzarzado en acaloradas llamadas telefónicas y mensajes con los padres.
Los profesores afirmaron que la cultura de denuncias maliciosas los habían dejado incapaces de enseñar o mantener la disciplina de los alumnos.
La Federación de Sindicatos de Maestros de Corea del Sur recibió con beneplácito la nueva legislación, declarando que tanto “expandiría el derecho a enseñar como proteger el derecho de los estudiantes para aprender”.
El sindicato expresó su “más profundo agradecimiento” a los profesores que se lanzaron a las calles durante nueve semanas seguidas, exigiendo mejores condiciones, y dijo que el resultado de hoy se debía a la fortaleza de ellos.
En las semanas recientes, el gobierno y las autoridades locales ya habían implementado una serie de medidas para proteger a los profesores y facilitarles el ejercicio de su trabajo, pero ninguna de estas era legalmente vinculante.
Las nuevas directivas del gobierno, formuladas a principios de este mes, estipulan que los profesores tienen el derecho a retirar de las aulas a los estudiantes indisciplinados y sujetarlos si es necesario.
Además de eso, la Oficina de Educación de Seúl anunció planes esta semana de grabar todas las llamadas de los padres hechas a los profesores y de instalar un chatbot (un simulador digital de conversación) para que actúe como primera línea de defensa contra las quejas de los padres.
Sin embargo, algunos maestros arguyen que las nuevas leyes no van suficientemente lejos.
El presidente de la Federación de Sindicatos de Profesores, Kim Yong-seo, llamó la nueva legislación “un gran paso hacia la protección de los profesores y estudiantes”, pero señaló que había áreas que todavía necesitaban mejorarse.
Hizo un llamado a los políticos para que enmienden el Acta de Bienestar Infantil, sosteniendo que no debería ser posible que una simple acción disciplinaria de los alumnos sea catalogada como abuso infantil.
Unos profesores también quieren que se penalicen a los los padres que hagan acusaciones falsas de abuso infantil.
Kim Jin-seo, una profesora de 28 años que habló con la BBC durante una de las protestas, dijo que la nueva ley no impediría las denuncias infundadas de abuso infantil, porque sin el temor de repercusiones, los padres continuarían acusando maliciosamente a los profesores que no les cayeran bien.
Se estima que la sociedad hipercompetitiva de Corea del Sur es en parte responsable de la cultura de hostigamiento por parte de los padres.
Los resultados académicos son considerados el mejor indicador del éxito, lo que significa que los estudiantes compiten ferozmente para obtener las mejores calificaciones desde una edad muy temprana para garantizar la entrada a las principales universidades.
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